Orellana aporta experiencia y riqueza táctica al juego ofensivo

Se echaba en falta en las últimas temporadas jugadores con un bagaje en la liga, capaces de cambiar el signo de un partido en un momento dado. Ese perfil lo tiene ya el Real Valladolid en la figura de Fabián Orellana, que en su primer día en la oficina se convirtió en el mejor jugador sobre el campo moviéndose bien entre líneas y generando peligro muy cerca del área visitante.

Como buen veterano que es, y con toneladas de experiencia a la espalda, no comete errores y elige siempre la mejor opción. Si además le añadimos cada vez que toca el balón genera peligro en el área rival, nos encontramos con un perfil de jugador que no tenía el Valladolid y que le proporcionará muchas alegrías.

Es la desgracia del portero. Ya puedes brillar durante 89 minutos que si pifias en la única llegada del rival tu nota es de suspenso.

Siempre cumplidor, sufre más en un sistema con defensa adelantada aunque ha demostrado ser un superviviente. Vino Pedro Porro y le ganó la titularidad, y ahora ha venido Luis Pérez y sigue atornillado a la banda derecha.

Empieza como terminó la última liga, poniendo orden y mandando atrás.

No fue un mal debut para el tinerfeño aunque debe ir a más cuando gane en compenetración con su pareja de baile en la zaga.

Acabó a un buen nivel físico y mantiene la forma y los galones en la banda izquierda.

Achicó agua en los minutos en los que la Real tomó la manija del partido.

Encomiable su compromiso y derroche físico pese a estar en el disparadero.

Muy por debajo de lo esperado y del nivel que tiene. Se echó en falta mayor profundidad.

Ha empezado mejor de lo que terminó la última temporada, pero aún tiene mucho margen de mejora

La presión cerca de portería rival favorece su juego. Ahora tiene que demostrar que también se puede crecer como delantero en un equipo como el Real Valladolid y con un técnico como Sergio González.

Puede dar otro aire al centro del campo como ya sucedió en el tramo final de la última liga.

Invisible. No mejoró lo ofrecido por Waldo.

Apunta maneras y la base la tiene, solo necesita que le lleguen balones de calidad y con garantías.

Los cambios tras el descanso, incluido el de dibujo, surtieron efecto y le dieron otro aire al equipo.