La nueva normalidad
A banda cambiada ·
El autor compara los pasos dados en países como Francia, Italia, Bélgica u Holanda con las decisiones tomadas en España. «No se puede visitar a la familia pero habra fútbol»El martes, Francia anunciaba la suspensión definitiva de la Ligue 1 de fútbol, uniéndose a Bélgica y Holanda en la finalización anticipada de sus ... competiciones. Al día siguiente, el ministro de Políticas para Juventud y Deporte del gobierno italiano recomendaba a los presidentes de los clubes de la Serie A que fueran planificando la próxima temporada, pues los caminos para poder regresar se estrechan cada vez más. Entre medias, España enumeraba las medidas de desescalada hacia la 'nueva normalidad' y daba el primer paso para poder volver a reanudar el campeonato nacional de liga. Es cierto, lo que anunció el presidente del gobierno no era otra cosa que la posibilidad de que los equipos profesionales puedan volver a ejercitarse de forma individual, a la manera en que se ha previsto en otros países del entorno. Reanudar los entrenamientos no significa volver a jugar al fútbol de manera oficial y es beneficioso para los deportistas profesionales.
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Hace unos días, en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación los representantes del CSD, la RFEF y la LFP firmaban los llamados 'Pactos de Viana' por los que aquellos organismos se comprometían a poner todos los medios a su alcance para poder reanudar la competición profesional de fútbol. El acuerdo, obviamente, tenía truco. A cambio del esfuerzo que harían desde el gobierno y la Federación, la Liga se comprometía a aumentar la cantidad económica que entrega a esas dos instituciones por los derechos de retransmisiones deportivas. No llegué a entender si Javier Tebas pagaba para que Irene Lozano y Luis Rubiales cumplieran con su obligación o para que no lo hicieran.
No es difícil pensar que, con tantos intereses creados, con tanto dinero en juego, con tanta gente preguntando por lo suyo, lo que anunció el martes Pedro Sánchez no sea otra cosa que la primera piedra del regreso del fútbol. Una auténtica declaración de intenciones. Se hará todo lo posible para que se reanude un campeonato. Hasta el gobierno puede tener la tentación de presumir de gestión consiguiendo lo que no lograron en el resto de países, la vuelta esta misma temporada de uno de los torneos más importantes del mundo. España es diferente y este deporte lo puede todo, hasta esconder vergüenzas; así que volverá La Liga, no porque lo aconsejen los expertos sino por aclamación popular. La nueva normalidad era eso: que haya fútbol, aunque no se pueda visitar a la familia.
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