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Yuri hace el 1-0 de penalti.
Excesivo castigo para el Pucela en El Toralín

Excesivo castigo para el Pucela en El Toralín

La expulsión de Juanpe, en el minuto 22, acabó con las opciones de sumar en Ponferrada (3-0)

el norte

Domingo, 6 de septiembre 2015, 14:47

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Veintidós minutos le duró el partido al Real Valladolid en Ponferrada. Los que tardó Juanpe en ser expulsado y cometer el penalti que adelantaba a los bercianos. Poco más se pudo ver. Garitano se vio obligado a colocar a Timor de central y a retrasar las líneas y nada más. Así, la Ponferradina disfrutó de un partido cómodo y tranquilo, solo interrumpido por un par de ocasiones blanquivioletas tras el descanso. EL Pucela sigue sin conocer la victoria fuera de casa en esta Liga y esta semana se enfrenta al Oviedo, el miércoles, en Copa del Rey y al filial del Athletic , el sábado en Zorrilla.

Comenzó el Real Valladolid con un ligero dominio en la posesión del balón, aunque sin llevar peligro al portal de Santamaría. El único cambio en el once, el de Moyano por Chica en el lateral derecho. De hecho, y sin que sirva de precedente, los blanquivioletas probaron al guardameta rival antes de cumplirse el primer minuto, con un disparo con más intención que fuerza. Parecía una declaración de intenciones, pero se quedó en eso. Tras los primeros diez minutos de cierto dominio visitante, los bercianos comenzaron a tomar las riendas del encuentro y sobre todo a mostrarse mucho más decididos a la hora de lanzarse hacia la portería de Kepa. Un remate de Acorán al palo fue el primer aviso. Los de Ponferrada llegaban antes a los balones divididos, a los cruces, a los regates. Parecía que llevase una marcha más que los blanquivioletas. Y así lo pagaron. A los 22 minutos, Juanpe, que ya llevaba en sus espaldas una tarjeta amarilla, vio la segundo cuando intentó despejar un balón dentro del área y se encontró con la cabeza de Acorán. Nada que objetar. Penalti, tarjeta y expulsión. Yuri no falló el regalo y la Ponferradina, sin haber hecho todavía nada del otro mundo se encontraba con ventaja en el marcador. El Pucela, habiendo hecho mucho menos, se quedaba con un jugador menos, la necesidad de remontar y más de dos tercios de partido por disputar.

No se volvio loco Garitano con el cambio de esquema. Retrasó a Timor al puesto de central y retrasó la línea de Óscar, Alfaro y Juan VIllar para dar apoyo a un solitario Leao, dejando solo en punta a Rodri. Desde luego la estrategia fue buena, ya que la Ponferradina tampoco dispuso de mejores ocasiones hasta el descanso, aunque también es cierto que no lo necesitaba. Sin embargo, el Valladolid perdió toda su capacidad operativa ofensivamente. Oscar estaba muy lejos del área rival, como sus compañeros Alfaro y Juan Villar, no había opción de crear juego, de salir con el balón desde atrás y mucho menos de sorprender a la contra a una asentada Ponferradina, que demostró su oficio y su saber qué hacer con el balón y sin él en todo momento.

Nada cambió tras el descanso. Garitano entendió que el equipo debía mantenerse con los mismos hombres y el mismo esquema. Y la situación varió poco. Quizás la Ponferradina dio un paso atrás, a sabienda de su superioridad y la escasa profundidad ofensiva blanquivioleta para intentar resolver en una contra. Yuri pudo marcar al minuto de la reanudación, pero fue el Real Valladolid el que poco a poco, y con la ausencia de presión de la Ponferradina, se hizo dueño del partido. Garitano dio entrada al debutante Diego Rubio por Rodri y a Guzmán por Alfaro sin cambiar un ápice su esquema. Y durante veinte minutos el Valladolid mandó y tocó el balón con cierto criterio disfrutando de algunas de las mejores ocasiones del partido. Moyano lanzó y Camille despejó con el brazo, Diego Rubio remató por dos veces en el área pequeña... Parecía qu e el Real Valladolid podía encontrarse con el gol del empate cuando llegó el veterano Yuri y culminó con la rodilla una excelente jugada de Adán. El 2-0 fue la puntilla para el Pucela. Como también para Álvaro Rubio, que salió justo después del gol de Yuri, con diez minutos por delante para nada. Y a pesar de todo remató un centro que se paseó por la línea de gol. Ya en tiempo de descuento, Yuri anotó su triplete, quizás un castigo excesivo para el Pucela y un premio demasiado generoso para la Ponferradina.

Sin mucha más historia, el Pucela se despidió de El Toralín, que se ha convertido en un campo maldito para los blanquivioletas.

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