Moncayolas y Zidanes

Hace unos años se hizo famosa la frase de Zidanes y Pavones porque era la forma en la que Florentino Pérez quería convencernos de su política de fichar galácticos cada año. Pones a la gente de la cantera por la que a priori no pagas y tiene salarios más bajos y vas haciendo un equipo de estrellas poco a poco. A mí esa filosofía no me parece mala porque me parece que tiene muchas ventajas sobre la filosofía de muchos fichajes sin control de jugadores de medio pelo.

Creo en el trabajo de cantera porque siempre he preferido formar a comprar, porque creo que es un jugador más comprometido y porque es más sostenible económicamente, sobre todo en clubes con presupuestos ajustados.

Pero hay que atreverse. Esto lo llevo escribiendo desde hace casi diez años que llevo colaborando en estas páginas. En el trabajo de cantera el éxito está en la voluntad de hacerlo y no en el resultado de un futbolista. Hemos visto que hay futbolistas que destacan en categorías inferiores, incluso que son internacionales en esas categorías y que no llegan. O que llegan y se caen muy pronto. Hay que tener paciencia y evitar el miedo al fracaso. Yo prefiero saber que un jugador no vale porque lo he probado yo a saber que no vale porque no ha triunfado después de irse de aquí

Una de las ventajas de hacer uso de la cantera es que evitas la desafección al club de los jugadores que se da en los equipos que no la usan. Los equipos que hacen gala de ser equipos de cantera tienen a unos jugadores más comprometidos que los equipos que tienen a los filiales por el qué dirán. Por eso no me ha sorprendido que esta semana haya salido la noticia de que Moncayola renovaba diez años con Osasuna cuando sonaba ya para equipos mayores (en presupuesto, que para mí no hay equipos pequeños)

Hace unos años comentaba que el jugador más caro del Real Valladolid era Jesús Rueda porque era el único canterano que había en el equipo y en él hacía recaer toda la inversión que se había hecho esas temporadas en el filial. Era un comentario con trampa e injusto, pero en la exageración se explica el porqué muchos jugadores de la cantera marchan sin escuchar al club.

Desde la llegada de Braulio y Cata algo cambió en el club, pero en mi opinión no lo suficiente. Tanto, que estoy seguro que si Moncayola fuese nuestro no habría jugado en el primer equipo. Y por supuesto no habría renovado diez años.

La cantera te da jugadores más comprometidos y más baratos. Y además hace de efecto llamada a jugadores jóvenes de otros clubes. La cantera es una actitud y no una suma de equipos filiales. Espero que esa revolución que anuncian Ronaldo y Espinar vaya por este camino y que Fran Sánchez no tenga miedo a equivocarse. De sus intenciones depende el futuro del club.