El minuto 90 deja helado al Real Valladolid Juvenil en Vallecas

El equipo de Borja Fernández compitió realmente bien durante todo el partido, pero la falta de determinación en ataque le dejó sin premio y, al mismo tiempo, acentúa su presencia por la zona tibia de la clasificación del Grupo 5 de División de Honor. El inicio de partido del Real Valladolid fue bueno y esperanzador, pues consiguió desactivar las ofensivas rayistas por las bandas y le disputó la posesión a uno de los equipos más fuertes del grupo como local.

Esa valentía, igualando la intensidad de los locales y presionando su salida de balón, obligó al Rayo Vallecano a adoptar un estilo más directo de lo habitual. La primera ocasión fue para el equipo de Borja Fernández, tras una internada de Garri por la banda izquierda que acabó con un remate centrado de Frimpong y fácil para el guardameta del Rayo Vallecano. El Valladolid dio un paso atrás en los compases finales del primer tiempo. Además, los locales dispusieron de dos ocasiones claras para adelantarse en el marcador, pero Casillas impidió ambas con dos intervenciones de gran mérito.

Hubo tiempo para la polémica antes de llegarse al descanso: Canario cayó en el área por una entrada que el colegiado madrileño Díaz Rodríguez no consideró suficiente para señalar penalti. No le perdió la cara al encuentro el Pucela tras el paso por los vestuarios al disponer de hasta dos ocasiones muy claras para tomar ventaja. La más clara de ellas la firmó Pedro, que conectó un potente disparo desde media distancia que se marchó rozando la escuadra.

Una de las grandes amenazas del Valladolid durante todo el partido fue Frimpong al caer constantemente a la banda para generar superioridades y creando peligro por toda la zona ofensiva. Borja Fernández comenzó a mover el banquillo en busca de frescura. El técnico dio entrada a Álvaro y Torres, éste entrando por el lesionado Pedro, y los visitantes volvieron a morder arriba, sobre todo en la salida de balón del Rayo. No obstante, al Valladolid le siguió faltando claridad de cara a puerta, lo cual tuvo el castigo añadido de la derrota in extremis. A poco para el final, en el minuto 90, el revulsivo Morcillo anotó el único tanto del encuentro de disparo cruzado.

La reacción del Valladolid resultó instantánea, en el tiempo añadido, pero sin tiempo suficiente para cambiar el desfavorable sino del partido. No obstante, con todo el equipo visitante volcado en ataque, Miguel Ángel la tuvo para empatar el encuentro, pero la falta de acierto evitó, por cuarta vez en el choque, el gol de los visitantes en la Ciudad Deportiva Fundación Rayo Vallecano.