Leganés-Real Valladolid: Sin ruido pero con el eco de la permanencia

Semanas tiene por delante para hartarse, pero de momento las dos primeras fechas le garantizan sufrimiento, la sensación innata con la que nace cualquier seguidor blanquivioleta que se precie. Los caprichos del destino han querido que sean Leganés (19º) y Celta (17º) los que marquen el camino en el inicio de esta nueva normalidad de un fútbol sin público. Dos rivales directos que pueden meter en el lío al equipo de Sergio González o bien dejar ventilada su permanencia en la máxima categoría.

Las dos primeras dentelladas en este caso valen doble.

Con la referencia poco válida de los dos primeros días sin público en los estadios, Leganés (23 puntos) y Real Valladolid (29) se enfrentan a un nuevo escenario sin ruido pero con el eco de la permanencia bien presente. No hay amistosos ni dinámicas a las que agarrarse, lo que convierte el partido en lo más parecido a una cita a ciegas de pronóstico incierto. Ni siquiera las sesiones colectivas, vetadas a los medios de comunicación, han dejado un solo resquicio sobre las intenciones de los técnicos, que en las horas previas se han cuidado mucho de deslizar una pista a la que agarrarse.

En el caso del Real Valladolid el buen estado físico de Ben Arfa es la única novedad en este postconfinamiento, y por lo tanto una de las dudas que genera el once que proponga el técnico, por otro lado bastante conservador en sus apuestas. El tradicional 4-4-2 que tantas alegrías ha dado a los blanquivioleta a domicilioes la opción más lógica, sin descuidar la variante del rombo en el centro del campo en caso de tener que encajar al astro francés en algún momento del partido.

La expedición blanquivioleta, con la única ausencia de Caro, partió el viernes por carretera en dos autocares para hacer noche y concentrarse en Leganés. Son 23 los jugadores que permite la Liga en la convocatoria, por lo que la única novedad en la lista es la incorporación del canterano Samu Pérez como suplente de Masip en la portería.

Enfrente, el Leganés es un equipo muy hecho a la personalidad de su técnico que ha sabido rehacerse y salir a flote tras recibir dos golpes tan duros como perder a sus dos principales referencias ofensivas, En Nesyri y Braithwaite.

Como buen motivador, Javier Aguirre ha recompuesto el puzzle y ha dado galones de liderazgo a jugadores como Óscar Rodríguez. «Veo que se ha convertido en el líder goleador del equipo ante la ausencia de Braithwaite y En-Nesyri. Esto hace que la gente deposite sus esperanzas en sus goles. Pero evidentemente tanto por su juventud como por el hecho de que forma parte de un equipo la responsabilidad es de todos. Si él hace bien su función y los demás la suya al equipo le irá bien. Es joven, me gusta su forma de ser, su talante, que le guste el gol y lo tenga», ha asegurado el mexicano sobre el canterano del Real Madrid, pretendido por equipos como el Sevilla, la Real Sociedad o el Getafe.

La única baja segura en el Leganés, que divulgó un cartel promocional del partido con un cocodrilo como protagonista, es la de Alexander Szymanowski, que continúa recuperándose de la grave lesión que arrastra desde el comienzo del curso.