Mucho más que un empate
«No sé lo que decidirá Almada para el próximo lunes, pero todo aquello que mantenga de lo de hoy será bueno y el equipo lo agradecerá. El punto fue corto, el partido largo y el esfuerzo enorme»
Es difícil abstraerse y superar la decepción que supuso el gol deportivista en el último supiro del partido, justo cuando el premio del triunfo se ... tocaba con los dedos.
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Una victoria labrada a base de inteligencia y coraje que solo esperaba el pitido final para estampar la rúbrica.
Y sí, fue el triunfo de una inteligencia táctica apoyada en la presencia de un Julien Ponceau jugando de volante de verdad y proyectando el juego organizado del equipo junto a un inconmensurable Stanko Juric como fiel escudero de una línea de volantes de verdad.
Una inteligencia que se apoyaba en los movimientos atacantes de Marcos André plenos de calidad junto a un Juanmi Latasa tan pletórico de intervenciones como ausente del acierto final. Y mire usted por donde, el que vino a equivocarse de manera gravísima fue el brasileño, y quien terminó por acertar desde los once metros fue el madrileño.
Visto así, fueron francés y brasileño quienes acabaron por dotar de carácter al equipo. Sin embargo, el error de Marcos es tan grosero que no admite justificación porque es de obligado cumplimiento saber dónde y cómo estás, y a lo que te expones. O sea, que es obligado utilizar la inteligencia.
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Un error que vino a descubrirnos de lo que es capaz este equipo si se le administra la dosis de lógica necesaria que permita poner sobre el tapete el carácter ganador que tiene.
«Ayer Ponceau fue ese '8' necesario para que el fútbol se organice de forma sencilla y deje de ser indigesto»
Venimos repitiendo que esta plantilla tiene defectos graves de confección, pero que ello no impide que albergue un equipo con aspiraciones de pelear por estar arriba de verdad; ahora bien, es necesario que como ayer jueguen los idóneos y descansen los prescindibles.
Y es que al hablar de idoneidad, la primera que exige el fútbol es la de equilibrar cada línea con los jugadores de las características necesarias; algo que de inmediato producirá funcionamiento. Ayer, cuandoPonceau se acercaba a cuatro metros del central y solicitaba la pelota para administarla con la ayuda vigilada de Juric y el acercamiento de André desde su posición, el juego fluía. Ese '8', tan necesario en el esquema de juego, venía a tornar en sencillo lo que antes era indigesto y ese movimiento de '10' improvisado del brasileño terminaba por engarzar la llegada al área rival; algo que permitía al resto jugar sencillo y de manera creible. El Real Valladolid había ¡por fin! aparecido en esta liga.
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No sé lo que decidirá Almada para el próximo lunes, pero todo aquello que mantenga de lo de hoy será bueno y el equipo lo agradecerá. Ayer el punto fue corto, el partido largo y el esfuerzo enorme. Y de los errores: aprender cuanto antes.
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