Recetas para aprender de los fracasos en el Real Valladolid
APD organiza una jornada en el estadio Zorrilla con empresarios y directivos para reflexionar sobre el liderazgo y la resiliencia
Un fracaso puede resultar 'brillante' si se extrae un aprendizaje. Esta idea se puede aplicar en un ámbito personal, empresarial o deportivo y el Real ... Valladolid, de la mano de la nueva propiedad englobada en Ignite Sports Spain, parece decidido a seguirla. Por eso, el estadio José Zorrilla acogió el martes una jornada sobre liderazgo, resiliencia y desarrollo del talento bajo el lema 'Aprender a levantarse: del fracaso al éxito'. La organización del evento corrió a cargo de la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) con apoyo de la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico del Ayuntamiento de Valladolid (Ideva) y reunió a empresarios y directivos de Castilla y León. Vanessa García, directora de APD en Castilla y León; Gabriel Solares, copresidente del Real Valladolid; y Mayte Martínez, concejala de Deportes del Ayuntamiento de Valladolid se encargaron de dar la bienvenida a los asistentes.
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La jornada contó con dos platos fuertes. En la primera ponencia, Juan Carlos Cubeiro, experto en talento y liderazgo, planteó el concepto de «innovación caórdica», un concepto que mezcla orden y caos y que tiene al fútbol como epítome, ya que al final se trata de «si la pelota entra o no entra», pero que también encierra una serie de claves que pueden conducir al éxito. Y Cubeiro desgranó hasta diez puntos de los que tomó buena nota Gabriel Solares en esta nueva etapa empresarial de la entidad blanquivioleta.
El experto en liderazgo preguntó a la audiencia para qué sirve el fútbol. Y se contestó a sí mismo: para ser felices. Puso como ejemplos los grandes éxitos de la selección española y, por supuesto, «los ascensos del Real Valladolid». «No te tiene que gustar necesariamente este deporte para que puedas alegrarte. Para Aristóteles la felicidad ya era una experiencia global de placer y significado», apunta Juan Carlos Cubeiro, que hizo mención a un estudio de la Cámara de Zaragoza que demuestra que tener un equipo en Primera División reporta a la ciudad unos 150 millones de euros.
El experto en talento recordó que «el fútbol es de los jugadores» así que de lo que se trata es de «atraer talento, mantenerlo en el equipo y conseguir que se desarrolle». Y ahí entran en juego las «buenas inversiones y el control financiero», como recoge Ferran Soriano, director general del Manchester City en su libro 'La pelota no entra por azar', que Cubeiro citó en su intervención. «El tercer punto es contar con jugadores en su mejor versión, un compromiso de energía fisica y concentración emocional, que abarca el estado de ánimo, y también valores que busca el Real Valladolid como el espíritu de lucha», añade. «El cuarto punto es transformar el talento individual en talento colectivo, ser un equipo y generar sinergias. Así logró La Roja el Mundial de 2010, gracias a los capitanes. Y para ello se necesita una mezcla de confianza y compromiso. Si hay mucho compromiso individual, pero no colectivo, se convierte en un sálvese quien pueda y a veces hay puñaladas traperas», sostiene Cubeiro.
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«Y llegamos al quinto punto, que es la magia del vestuario, del clima laboral, y que supone el 44% de los resultados, según investigaciones del doctor Roberto Luna, catedrático de la Universidad de Valencia. He hablado de la fórmula de la confianza, donde lo positivo es la credibilidad, la fiabilidad y la complicidad, y lo que divide es el ego. Tener jugadores muy buenos técnicamente, pero que no piensan en el equipo supone un problema».
Durante su intervención en el estadio José Zorrilla, Juan Carlos Cubeiro se refirió también a cuatro tipos de liderazgo. El primero, el del entrenador, que tiene que lograr ensamblar el mejor grupo posible para lograr una versión excelsa y comprometida. «Guillermo Almada, el actual entrenador del Real Valladolid tiene un gen ganador y cuenta con un estilo muy propio, con mucha serenidad, lo cual es muy positivo. Tiene un cierto optimismo natural y un compromiso con el desarrollo de la cantera. Debe hacer tándem con los capitanes, con los copresidentes y con el director deportivo», analiza.
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El segundo liderazgo que debe buscar el Real Valladolid es el de los capitanes, «que son la traslación en el campo de la estrategia del entrenador». Cubeiro puso como ejemplos los casos de Carles Puyol con España y de Pedro Munitis en su etapa en el Racing de Santander. «El tercer liderazgo es el de los copresidentes Ha habido 29 presidentes en la historia del Real Valladolid y es la primera vez que un experto financiero y un experto jurídico, como son Gabriel [Solares] y Enrique [Uruñuela] copresiden la entidad y se complementan en sus roles». En este punto, Cubeiro citó a Salvador Alva, expresidente PepsiCo en América Latina, sobre los aspectos que los líderes («en este casos los copresidentes») no deben delegar. «No deben delegar la estrategia ni tampoco el talento, no sólo de los jugadores sino de todos los profesionales del club. Y no deben delegar la cultura, entendida como la forma en la que se hacen las cosas».
«Los dos últimos puntos nos llevan a la conexión con Víctor Orta, el director deportivo, que es una pieza clave en el equilibrio entre la profesionalidad en la gestión y la pasión para los mejores resultados deportivos. Está también el factor campo, siguiendo estudios como el de Fabien Wunderlich, de la Escuela Superior de Deportes de Alemania. Los equipos visitantes solo ganan el 30% de las veces, pero cuando no hay público, como sucedió en pandemia, o es muy frío, el porcentaje sube al 36%. Puede no parecer mucho, pero al final son ocho puntos en un campeonato como la Liga Hypermotion que resultan muy valiosos y que pueden dar el ascenso». La primera exposición de Cubeiro finalizó con el dato de que el 90% de las transformaciones, «en este caso la adquisición de un club», acaban fracasando. «Sin embargo, la buena noticia es que los resultados acompañan cuando se gestionan adecuadamente intangibles como el talento, la cultura, el liderazgo o el clima del vestuario»
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DIálogo con Orta
En la segunda parte de la jornada, Juan Carlos Cubeiro mantuvo un diálogo con Víctor Orta bajo el título 'De errores épicos a éxitos inesperados', con la idea de llevarlo al plano concreto del desembarco de la propiedad mexicana agrupada en Ignite Sports Spain. En este contexto, el director deportivo apareció como una figura determinante. «Víctor Orta es una persona que destaca, además de por su experiencia y paso previo por el Real Valladolid, por dos aspectos diferenciales. Por un lado, el profundo conocimiento de la analítica de datos aplicada a los jugadores, un criterio objetivo. Luego, está el 'scouting', un proceso de selección que no solo tiene en cuenta a los más físicamente preparados o más potencial sino a los que mejor encajan con los valores de entrega y honor, y espíritu de lucha del Real Valladolid».
Orta recordó cómo vivía la pasión por el fútbol desde niño, cuando acudía a los hoteles de concentración para que los jugadores le firmasen balones. «Es un obseso de la información, en el mejor sentido, porque lee todo tipo de periódicos y revistas relacionadas con el fútbol. Tenía una opción muy interesante en Arabia, pero prefirió el reto de volver al Real Valladolid», apunta Cubeiro. El tándem de Orta con Almada, con los copresidentes Solares y Uruñuela («tienen los roles establecidos de manera muy profesional»), y con los capitanes resulta esencial para el buen desarrollo del proyecto. También la elección final de Guillermo Almada como entrenador, del que se analizó «su gen ganador» y el «espíritu muy competitivo, pero a la vez con una serenidad y un autocontrol» que se considera «muy necesario» en un mundo como el del fútbol profesional «donde es fácil crisparse y resulta muy común caer tanto en la euforia como en el desánimo».
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Al final, se trata de que el fútbol «haga feliz a toda una ciudad» y, como ya vivió Víctor Orta en el Leeds United, culminar el ascenso a la élite para «vivir una experiencia colectiva maravillosa». «Ha sido una jornada de mucho aprendizaje, de convertir los fallos en algo brillante, en algo que sirva para hacerlo cada vez mejor. Esperemos que los buenos deseos de los asistentes se conviertan en una realidad en este Real Valladolid de la temporada 2025-2026», finaliza Juan Carlos Cubeiro.
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