Hoja de ruta contrarreloj con dos fechas en rojo
La plantilla blanquivioleta se ejercita ya al completo a dos semanas de jugarse media temporada ante dos rivales directos: Leganés y Celta. Los secundarios jugarán un papel clave
Ya se ve luz al final del túnel. Incluso con fecha y hora de vuelta a la competición: el sábado 13 de junio a las 19:30 horas en el estadio Butarque con el Leganés enfrente, uno de los tres rivales directos que calibrarán sus opciones de permanencia en este esprint final de temporada.
El calendario se hará más liviano o cuesta arriba en función de las dos primeras apariciones del Real Valladolid en su vuelta al campeonato. Primero será el Leganés y 96 horas después el Celta de Vigo en Zorrilla, y para llegar en las mejores condiciones posibles ya hay una hoja de ruta y un trabajo que llevar a cabo contrarreloj.
Poco más de tres meses habrán pasado desde la derrota en Zorrilla ante el Athletic (1-4), el mayor parón desde que la Guerra Civil interrumpiera la actividad deportiva entre julio de 1936 y octubre de 1938. Los blanquivioleta avanzan hacia el retorno a la competición entrenando, por fin, al completo y confiando en que para la fecha del regreso competitivo tanto Madrid como Castilla y León estén en Fase 2. Curiosamente nadie parece haber considerado la opción de que una de las dos comunidades siga anclada en Fase 1, lo que impediría que se disputara el partido.
De momento, y pese a que Sergio preferiría un semana más de margen para ultimar la preparación, entrenar con todo el grupo es ya un respiro para el técnico.
Entrenamientos colectivos
Once sesiones al completo
Entrenar en grupos de 14 era un parche al que Sergio y Diego Ribera se resignaron porque permitía paliar algunas de las carencias de trabajo, pero ambos necesitaban que el grupo trabajara al completo cuanto antes. Como explicaba Sandro en rueda de prensa la pasada semana, trabajar defensas y centrocampistas o centrocampistas y delanteros impide que se trabajen determinados movimientos y estrategias. El fútbol es un juego de equipo, y si lo hacen 11 es por algo, no por capricho. Todos son necesarios a la hora de armar el juego defensivo y ofensivo.
La seguridad en Zorrilla
Un búnker al que solo acceden personas autorizadas
Los entrenamientos los dirige Sergio González, pero tiene a su espalda el constante escrutinio del inspector que la Liga envía a cada instalación para certificar que se cumplen todas las normas sanitarias. Desde hace cuatro semanas el estadio Zorrilla y los Anexos son un búnker al que solo acceden jugadores, entrenadores y el personal autorizado para interactuar con ellos. Todos han superado tres test de PCR y deberán superar otro aún antes de que el balón ruede de nuevo.
La última incógnita por resolver en esta fase precompetición quedó despejada este fin de semana al confirmar LaLiga que las concentraciones no serán obligatorias y dependerán en todo caso de las necesidades y previsiones de cada club. La Asociación de Jugadores (AFE) ha puesto pegas desde el principio y ha terminado por ganar el pulso frente a los deseos de la liga.
Los horarios
De tarde cuando sea local y de noche cuando vaya al sur
Siendo como son fechas más propias de Eurocopa o Mundial, la disputa de la liga en los meses de junio y julio ha terminado por alimentar un nuevo debate por las altas temperaturas que se adivinan. Y en vista de los movimientos de la liga, serán las temperaturas las que marquen los horarios. Javier Tebas, que había anunciado que se iba a prescindir de las matinales, ha reculado y para cuadrar todas las fechas ha incorporado este horario (13 horas en sábado y domingo) a las franjas en las que se jugará, dos entre semana (19:30 y 22:00 horas) y tres los fines de semana (17:00, 19:30 y 22:00 horas).
La Liga tiene en cuenta las previsiones metereológicas, por lo que es muy probable que solo haya partidos en la matinal de sábado y domingo en las dos primeras semanas de competición. En caso del Valladolid estima 18 grados para su partido en Butarque y 22º para el que le medirá al Celta.
Lo normal es que todos sus partidos se disputen a las 19:30, salvo el del FC Barcelona (que muy probablemente se irá a las 22:00) y el Betis, que al ser en la última jornada de Liga tendrá horario unificado a las 21:30. Por contra, contra el Sevilla y el Valencia se jugará a las diez de la noche, en el Wanda quizá a las 19:30.
El parte médico
Pedro Porro retoma el contacto con el grupo
Sergio empezó a entrenar con toda la plantilla –salvo Plano y Matheus que, por su positivo en los análisis serológicos, se incorporaron una semana más tarde–, más tres jugadores de campo y los dos porteros del filial. En la segunda semana se lesionó Pedro Porro, que este lunes ya completó una parte del entrenamiento con el resto del grupo después de cubrir una fase con el readaptador.
Por su parte, Óscar Plano, Javi Sánchez y Waldo realizaron trabajo invididualizado de acuerdo a la gestión de cargas establecida por el preparador físico. Jugadores y cuerpo técnico guardaron un respetuoso minuto de silencio antes de iniciar el entrenamiento en memoria de las víctimas de esta crisis sanitaria y como señal de respeto y reconocimiento a todos aquellos que siguen trabajando en primera línea para combatir la enfermedad.
Con el miedo en el cuerpo a partir de ahora porque una lesión muscular apartaría a los jugadores del esprint final de la temporada, el único quebradero de cabeza del técnico –¡bendito problema!–se centra en elegir el mejor once posible y dosificar esfuerzos para evitar sobrecargas innecesarias –se van a disputar once jornadas en 38 días–.
El fondo de armario
Una buena gestión de la plantilla, clave
Once partidos en cinco semanas pondrán a prueba la respuesta de jugadores que hasta el momento han tenido escaso protagonismo, y que en este escenario de partidos contrarreloj ganarán presencia e importancia en los esquemas del técnico. Los cinco cambios y la convocatoria de 23 jugadores por partido incrementan la incidencia de los entrenadores en el partido por lo que una buena gestión de la plantilla resultará clave, más si cabe después de un periodo de preparación en el que no habrá amistosos ni referencias válidas a las que agarrarse.
En el caso de la Bundesliga alemana, que se ha convertido en la vela que alumbra el camino al fútbol español, los banquillos no han registrado mucho movimiento ni agotado esos cinco cambios –son cuatro las jornadas que se han disputado–.
El factor campo
Pierde relevancia en la lucha por la permanencia
El Real Valladolid tiene claro su objetivo, sumar cuanto antes doce puntos que le garanticen arrancarel 12 de septiembre la Liga 2020-2021 en Primera División.
En esa carrera, los blanquivioleta tienen más partidos en casa que a domicilio, 6 y 5. Las estadísticas de Sergio como local no son especialmente brillantes desde que el equipo regresó a Primera: 25% de victorias, 37,5% de empates e idéntico porcentaje de derrotas. Sin embargo, como visitante gana uno de cada cuatro partidos. Y esto puede ser una ventaja ya que en la nueva normalidad del fútbol de gradas vacías ejercer de local ha perdido peso específico. Basta echar un vistazo al ejemplo alemán. En las jornadas desde el reinicio se han dado un 21% de victorias locales por 33% visitantes cuando en las dos anteriores al parón por el virus las estadísticas fueron de 35% de triunfos de los anfitriones por un 24% de los foráneos.
El futuro
Oportunidad y reválida para los canteranos
El Real Valladolid tiene pocos frentes abiertos para la temporada que viene. La política de Miguel Ángel Gómez de no llegar al final de Liga con jugadores que desconozcan su futuro permite cierres de campaña más tranquilos. Solo Moyano y Míchel –con sus cláusulas– terminan contrato, y queda por ver lo que ocurra con Salisu. El club, el que menos carga salarial soporta, está financieramente desahogado pero reforzará más si cabe su polítical de potenciar la cantera. Diego Alende, Miguel de la Fuente y Kike Pérez tienen la oportunidad de demostrar a Sergio en estos once partidos que tienen talento y calidad para dar el salto.
Harina de otro costal será la vuelta de jugadores cedidos, caso de Anuar, Luismi, Aguado, El Hacen, Marcos André o Chris Ramos, que multiplicarán en número y en quebraderos de cabeza las decisiones de dirección deportiva y cuerpo técnico para la próxima temporada. Todos ellos han mejorado en sus periodos de cesión.
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