El fútbol ficción de Javier Tebas

Es de suponer que el poliédrico enemigo de Rubiales se ha inspirado en su propia experiencia para escribir una ficción que lo tiene todo. No le falta detalle si nos atenemos a la serie –uno no puede asegurar si el libro mejora lo plasmado por Daniel Calparsoro–. Un club en problemas –el Deportivo Leonés–, un empresario inmobiliario que derroca a un presidente corrupto –interpretado por el vallisoletano Roberto Enríquez–, un político trepa, un futbolista que hace penaltis, otro que los falla, una casa de apuestas, un entrenador que cobra a sus jugadores por hacerles jugar, un agente que urde operaciones para mantener un estatus,... Reúne todos los ingredientes que seguramente ha ingerido en primera persona el coautor –quien sin ir más lejos declaró hace unas semanas en calidad de testigo en el juicio por el presunto amaño de un Levante-Zaragoza–, y que a su juicio responden a una parte del fútbol que sucedió «hace diez años».

Realidad o ficción, revisar las cloacas del fútbol ahora que Tebas se ha propuesto limpiarlas merece tanto la pena como el biopic sobre su vida y milagros, que seguro se estrenará antes de que pasen quince años.

Le sienta bien a Enes Ünal el 'bigotito Movember', ya saben el movimiento que lleva a los hombres a dejarse mostacho este mes para concienciar a la sociedad sobre el cáncer de próstata y de testículos. Aunque solo sea por los 'haters' que se han ido acumulando a su puerta en el último año y medio, a los que dicho sea de paso no hubiera importado depilarle pelo a pelo domingo sí domingo también, el delantero turco merece dar nombre a una peña aunque sea de atletas populares. Visto lo visto en Zorrilla el pasado domingo, uno tiene la impresión de que el departamento de psicólogos del club trabaja a destajo, a sol y a sombra las veinticuatro horas del día, y se gana hasta el último céntimo del contrato solo con lo que han debido inventar para que jugadores como Ünal o Sandro Ramírez no se hayan bajado del tren en marcha. Uno lleva tiempo reñido con el gol y el otro directamente no se hablaba con él desde hacía dos años.

Al turco hay que pincharle periódicamente para que no se desconecte y se pierda en la Cappadocia, y ese mérito hay que buscarlo en el vestuario y en la dirección deportiva, que no han arrojado la toalla con un jugador que no tiene el gol de Guardiola pero que aporta un desgaste y un derroche físico igual de necesarios. Son pocas las ocasiones de sacar pecho que tienen los miembros de su club de fans, y esta es una de esas escasas semanas. ¡Quién sabe cuánto tardará en llegar la próxima!

P. D. Si a Ünal le sienta bien el bigote, no menos bien les ha sentado a Niksha Federico, del CBC Valladolid, a Víctor Rodríguez, Turrado o Roberto Pérez, del Atlético Valladolid, a Bai y Casañas, del VRAC Entrepinares, o Nacho Martínez, del SilverStorm El Salvador. A todos les aguarda un mes de 'movember' intenso y decisivo para el devenir de la temporada.

Hay urnas más allá del próximo domingo, y el año olímpico que se avecina vendrá también calentito en el noventa por ciento de las federaciones deportivas. No es ciencia exacta pero de todos los procesos, los que más suelen arder en estos casos suelen ser proporcionalmente intensos al número de años que lleva en la poltrona el presidente de turno. No es el caso de la Federación Española de Rugby, donde Feijoo accedió al cargo en 2014, pero solo la posibilidad de que el vallisoletano Juan Carlos Martín 'Hansen' le mueva la silla ya ha desatado los nervios y la preocupación de su equipo de trabajo, muy por encima de la situación que atraviesa el oval en la base y la incertidumbre que genera las últimas actuaciones de la selección.