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Toni Villa filtra un pase en medio campo ante la presencia de Eguaras. Mingueza

Un equipo con pegada y la mente limpia

Gambeta larga ·

El Real Valladolid aprovecha dos chispazos para sumar su primera victoria del curso. Supo sufrir antes del descanso y corregir los desajustes para recuperar la solvencia en el segundo tiempo

Juan Ángel Méndez

Viernes, 20 de agosto 2021, 23:24

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Demasiado espacio en la espalda de Roque Mesa

El Zaragoza pudo golear en el primer acto. El Pucela se encomendó a la presión adelantada y el robo prematuro, pero se olvidó de abrochar el latifundio que se generó en la espalda de Roque Mesa. En el dibujo de Pacheta, los carriles son propiedad de los laterales para que Plano y Toni cobren protagonismo al lado del mediocentro. En ataque, el fútbol se redujo a pocos toques y mucha velocidad en la transición, con despliegues en conducción de Toni y Plano, que desnudaron a Mesa en el repliegue para poner en entredicho a la retaguardia de cinco cincelada por el técnico. No estuvo fino en los ajustes el cuadro castellano, que salió indemne gracias a la generosidad de un adversario, que olvidó retirar el corcho de la carabina y falló hasta con la portería vacía. Pacheta lo vio claro y en el descanso afinó la pizarra.

2

Los centrales como hilo conductor para romper líneas y abrir huecos

Con el centro del campo obturado en el ataque estático, el Real Valladolid improvisó una solución para romper el orden del Zaragoza. Kiko Olivas y Javi Sánchez cosieron el cuero a su bota y se acercaron a la zona de tres cuartos para otorgar la continuidad que no encontraba el fútbol blanquivioleta antes del intermedio. Fruto de ese atrevimiento llegó el 1-0, con un zapatazo de Sánchez que escondió la zozobra que fabricaba el impulsivo juego del conjunto pucelano. En la segunda parte estas escapadas se redujeron a un par de escaladas de Oliva. Pacheta reforzó la medular con San Emeterio, que entró por Sekou Gassama, y al Zaragoza la autopista se le convirtió en un meandro. Aún así, los de JIM tuvieron chispazos que pusieron en un brete al Pucela. El fútbol cambió la verticalidad por acciones algo más elaboradas, pero con más ímpetu que continuidad.

3

Sekou, Lento y tosco, ensancha la sombra de Marcos André

Cuando el Valencia y el Real Valladolid rubriquen el traspaso de Marcos André, el Real Valladolid deberá acudir con celeridad al mercado para que la sombra del brasileño no se convierta en tiniebla. Pacheta apostó ayer por Gassama que, hoy por hoy, se encuentra a millones de años luz de André. Weissman sigue sin aparecer y el Pucela necesita gol. Ronaldo quiere diez kilos, pero va a cerrar la operación por ocho o por lo que pueda. La ausencia de Marcos André deja muy claro que su futuro está en Mestalla. Y en esta encrucijada, la entidad blanquivioleta no puede resbalar en el mercado. Weissman está lejos de su mejor momento y Sekou firmó una actuación más que discreta. No supo ocupar bien los espacios y se mostró lento y tosco con el balón en la bota. Estropeó todo lo que tocó.

4

El Pucela dominante que quiere Pacheta está todavía lejos

Los primeros partidos de Liga son una prolongación de la pretemporada y la del Real Valladolid ha sido más angosta que la subida al Angliru. El Pucela sigue afinando los instrumentos para encontrar la nota que quiere su técnico. En los dos envites disputados trasluce una idea clara de fútbol, pero todavía no divisa en el horizonte el equipo mandón y protagonista que persigue el técnico burgalés. Sobra entusiasmo y solidaridad, pero faltan conceptos para que la pelota circule con tensión y filo. En Las Palmas lo consiguió en algunos momentos, pero ayer vivió del gol de Javi Sánchez y la puntilla de Toni. Es cierto que mejoró con la reestructuración aplicada en el intermedio, pero no consiguió armar una propuesta atractiva. Jugó a trompicones y defendió con angustia, aunque las sensaciones globales invitan al optimismo. El cuadro castellano compite con tensión. Solo necesita rodaje.

5

La virtud de poner a los futbolistas en el sitio más adecuado

Toni es el mejor ejemplo de lo que cambia la vida de un futbolista en función del profesor que asigne los roles y las posiciones sobre el terreno de juego. Sergio anuló sus virtudes a base de bofetones y grada, pero Pacheta le ha convertido en un jugador con peso y galones. Toni ya sonríe. Representa la chispa para buscar la finta, la valentía para romper líneas y ayer además puso la guinda a su gran inicio de curso con un gol que selló la primera victoria en el camino hacia la reconquista del Real Valladolid. Es el fútbol. El Pucela puede ganar o perder, pero se percibe un concepto. Pacheta no se fija en el DNI. Tampoco atiende a la incertidumbre del mercado. Sabe que los puntos son oro y trata de exprimir lo que tiene, cada uno en su sitio.

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