Día 1 de la desescalada: el Real Valladolid retoma la actividad sobre el campo

Kilómetro cero para la primera plantilla del Real Valladolid, que desde primera hora de la mañana ha reanudado los entrenamientos después de dos meses de confinamiento con el objetivo de recuperar un estado de forma óptimo para afrontar la vuelta a la competición a partir del próximo 20 de junio.

Los jugadores estaban citados desde las 09:30 horas y el goteo de vehículos espaciados de quince en quince minutos ha sido constante para cumplir escrupulosamente el protocolo enviado desde LaLiga. Ataviados con guantes y mascarilla, futbolistas y cuerpo técnico han ido accediendo a las instalaciones del estadio Zorrilla por la puerta 3 donde se les ha medido la temperatura a través de una cámara térmica que impide el paso a todo aquel cuya temperatura corporal sea 38ºC o más.

La primera plantilla está utilizando dos campos, el habitual de entrenamiento en los Anexos y el del propio estado, de forma que los jugadores se reparten para que no haya un máximo de seis en el césped en cada momento. Todos ellos recibieron en la víspera el plan de trabajo para que no haya confusión ni improvisación.

A medida que unos terminan la sesión se van sumando el resto de forma escalonada. Así como en los días previos se ha desinfectado las instalaciones, también poco antes de comenzar se ha procedido a fumigar tanto las porterías como los balones a utilizar.

En solitario y con la única presencia de los preparadores y miembros del cuerpo técnico, se ha planificado una sesión de readaptación al esfuerzo para evitar un sobreesfuerzo después de tanto tiempo sin contacto con el césped. Cabe recordar que ya en una segunda fase se podrán llevar a cabo entrenamientos grupales, con la presencia de entre 6 y 8 jugadores ejercitándose de manera conjunta.

En esta primera sesión, además de los miembros de la primera plantilla, se han ejercitado los jugadores del filial Kike Pérez, Miguel de la Fuente y Diego Alende.

Siguiendo una serie de medidas de prevención, cada futbolista se desplazará hasta las instalaciones del club, que han sido desinfectadas, para realizar los ejercicios y, al acabar, regresará a su domicilio en su vehículo, el cual siempre deberá ser el mismo. Ya en su domicilio, cada uno recibirá por la noche el plan a realizar al día siguiente con los correspondientes horarios.

En esta fase inicial, los jugadores deben llegar a las instalaciones con la ropa de entrenamiento puesta desde su vivienda; además de llevar sus propias botas para ejercitarse.

El personal del club ha facilitado a los jugadores la ropa de entrenamiento en una bolsa hidrosoluble. La usada será depositada en un contenedor para su posterior lavado y desinfección. Por otro lado, se higieniza las manos y el calzado de cada una de las personas que accede a las instalaciones.