Deportivo-Real Valladolid: reencuentro de históricos renqueantes en Riazor
El Pucela, que viene de perder en casa contra el Sporting, visita a un Dépor que sólo ha sacado dos puntos en los últimos cuatro partidos
El enfrentamiento entre Deportivo de La Coruña y Real Valladolid de este domingo en Riazor (21 horas) remite a tiempos mejores, cuando los dos clubes ... medían sus fuerzas en la élite. De hecho, 52 de los 92 enfrentamientos oficiales entre pucelanos y coruñeses tuvieron lugar en Primera División, categoría a la que los dos conjuntos pugnan por volver. La última vez que el Pucela visitó Riazor se pierde ya en la década anterior, cuando el Real Valladolid entrenado por Miroslav Djukic sacó un punto allí merced al empate a cero cosechado el 17 de diciembre de 2012 frente al Dépor de José Luis Oltra. Y, sí, entonces ambos militaban en la categoría de oro del fútbol español. Los caminos de estos dos equipos históricos no habían vuelto a cruzarse por los devenires de unos y otros, con el Dépor despeñado a Segunda B(luego Primera RFEF) en el verano de 2020 hasta su vuelta al fútbol profesional cuatro años más tarde.
Esta noche, Riazor recupera vienos aromas, aunque los dos contendientes llegan renqueantes tras disputar las primeras diez jornadas de LaLiga Hypermotion. El Real Valladolid, séptimo con 15 puntos, pareció recuperar el paso con una trabajada victoria hace dos jornadas ante el Burgos CF, en una complicada victoria a El Plantío de la que salió airoso con el 0-1 final, gracias al golazo de falta que coló Chuki en la meta rival. Sin embargo, el 2-3 cosechado el pasado fin de semana frente al Sporting en Zorrilla impide suturar la incipiente crisis previa en la que se había visto envuelto Guillermo Almada. El Real Valladolid no carbura futbolísticamente, por más que trate de aferrarse a los lapsos de juego aceptable, pero que no le dan para sumar de manera continuada. La falta de efectividad arriba, con el equipo generando oportunidades que acaban en el limbo, enciende alarmas y los focos siguen apuntando directamente a Juanmi Latasa, mantenido hasta ahora como 'nueve' de referencia por el técnico blanquivioleta a pesar de su desesperación creciente para perforar porterías. Almada apuntó el viernes que se estudia posibles soluciones en forma de cambios ofensivos para que el equipo salga del atolladero y refrende con triunfos los momentos de buen juego.
Marcos André puede tener su oportunidad en Riazor, ya sea como relevo de Latasa en la titularidad o como acompañante del madrileño, si es que Guillermo Almada se decide por virar la formación hacia un 4-4-2, el esquema que empleó durante los partidos de preparación en pretemporada, y que acabó arrumbando finalmente para decantarse por el 4-2-3-1. El brasileño anotó en su única titularidad (ante el Almería) y otro delantero, Jorge Delgado, marcó en el último choque frente al Sporting. El que no tendrá la oportunidad para hacerlo frente al Deportivo será Adrián Arnuncio 'Arnu', fuera de la lista de convocados por decisión técnica, después de las palabras de Almada sobre la «locura» que supone que el joven atacante no pueda jugar con el Real Valladolid Promesas por las condiciones de su contrato. De la lista se han quedado fuera por lesión Iván Garriel y Sergi Canós Tenés, y no está tampoco el canterano Koke Iglesias. Almada recupera a Iván Alejo para el lateral derecho (cumplió sanción la pasada jornada) y al extremo Amath Ndiaye, disponible ya para jugar con una máscara de protección tras la triple fractura que sufrió en la cara.
El frenazo del Dépor
El Deportivo, cuarto con 16 puntos, ha sufrido un brusco parón en el último tramo de partidos, después de empezar como un cohete. Dos empates y dos derrotas en los últimos cuatro partidos acrecientan las necesidades (y los primeros nervios) en La Coruña. El técnico deportivista no podrá contar con los lesionados Ximo Navarro, Daniel Bachmann y el vallisoletano Sergio Escudero, que no tendrá la ocasión de reencontrarse con su exequipo.
Hidalgo apostó en el último choque ante el Racing por un dibujo con dos laterales largos (Mella y Quagliata) y el pivote Gragera incrustándose entre Loureiro y Barcia como si de un tercer central se tratase en las acciones de ataque para luego formar un 4-4-2 en fase defensiva. El entrenador del Deportivo emplea cambios frecuentes de esquema, incluso en el mismo partido, con la idea de buscar soluciones sobre la marcha.
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