A la batalla de El Sadar con Ünal y diez más

No le ha ido mejor en ese tiempo al Osasuna, que pese a ganarse en el primer tercio de campeonato la etiqueta de revelación se ha desinflado en las últimas semanas hasta sumar 6 puntos en las siete últimas jornadas, sin victorias en El Sadar. El cuadro rojillo no gana desde el 1 de diciembre (2-4 en Cornellá) y no lo hace como local desde el pasado 3 de noviembre, fecha en la que se deshizo del Alavés en un partido de los de cuchillo entre los dientes (4-2). Por el camino recibió al Athletic, y perdió (1-2), también al Sevilla, y rascó un punto pese a jugar media hora con diez (1-1), y dio su brazo a torcer a regañadientes ante la Real Sociedad en un partido que pudo levantar pese a que perdía 0-3 a los 28 minutos de juego (3-4).

No han cambiado mucho sus armas en las malas, como tampoco lo ha hecho desde que visitara Zorrilla a mediados de septiembre. Un empate, precisamente, que puede tener su peso en función del resultado de hoy al final de temporada, tal y como se ha encargado de recordar en la previa Jagoba Arrasate.

Con aquella fecha en mente, el Real Valladolid puede tomarse un mínimo respiro antes de saltar al césped ya que se ahorrará un quebradero de cabeza por la baja de Estupiñán en la banda izquierda del conjunto rojillo. El ecuatoriano, que por entonces dejó extenuado en más de una acción a Óscar Plano, se pierde el partido por sanción al igual que su compañero Roncaglia. Dos bajas considerables que, sin embargo, no tienen por qué afectar al grado de intensidad que propone en cada partido el Osasuna. Sí que puede proporcionar en la otra orilla algo más de libertad a Óscar Plano en su misión –últimamente imposible– de conectar con los dos delanteros, presumiblemente Ünal y Guardiola.

La expedición partió en la tarde de ayer con las ausencias de Waldo, Moyano y Javi Sánchez –además de Álvaro Aguado, Fede Barba, El Hacen y Stiven Plaza, que previsiblemente saldrán en los próximos días– y hoy tratará de poner coto a su falta de pegada. De su última comparecencia en Copa ante el Marbella y en Liga ante el Leganés solo se puede rescatar como tabla a la que agarrarse la capacidad de lucha y sacrificio de Enes Ünal. El turco no solo se ha ganado un puesto en la delantera sino que en este comienzo de año se ha erigido en pieza básica en el once blanquivioleta. Su pelea, por lo tanto, se antoja imprescindible en un partido como el de esta tarde en El Sadar donde las victorias en los balones divididos puntuarán doble.

En Pamplona estarán los dos refuerzos que ha traído hasta la fecha el mercado invernal. Ambos en la suplencia a la espera de una oportunidad. Por un lado José Antonio Caro como suplente de Masip tras la marcha de Lunin a Oviedo en busca de minutos. Y por otro Raúl Carnero, que todo apunta a que empezará su nueva andadura blanquivioleta en el banquillo por la vuelta de Nacho al lateral izquierdo.

El madrileño, uno de los hombres fuertes y de confianza del técnico, ha podido hacer tres entrenamientos de calidad esta semana y volverá a defender la banda izquierda.

La única novedad en este Real Valladolid que comienza la segunda vuelta, amén de la ausencia de Waldo –titular en la ida en Zorrilla–, reside en la confección de la convocatoria. Tras los últimos movimientos generados en el mercado invernal, el técnico se ahorrará quebraderos de cabeza a la hora de hacer la lista ya que en caso de que se confirmen las salidas pendientes, la plantilla del primer equipo se quedará en 21 jugadores a expensas de alguna incorporación de última hora.

En esta ocasión las bajas de Waldo y Moyano despejan en buena medida el posible once que proponga Sergio en El Sadar con la duda más que incierta del tándem que aporte equilibrio en el centro del campo.

En el partido disputado en la primera vuelta en Zorrilla, el técnico apostó por una dupla Míchel-San Emeterio si bien aún no había emergido la figura de Joaquín como imprescindible en la medular.

Si de igualar el grado de intensidad se trata, tal y como ha dejado claro Sergio González esta semana, ganaría fuerza la opción de Alcaraz o Fede San Emeterio como compañero de Joaquín. En este sentido, el Osasuna acumula muchos jugadores en la zona central y deja descolgado arriba a Chimy Ávila como recurso de urgencia para bajar balones en situaciones de presión. El delantero argentino se ha convertido no solo en referencia ineludible en el esquema del equipo de Arrasate sino en uno de los jugadores revelación de la temporada. De su vigilancia dependerán buena parte de las opciones del Real Valladolid en El Sadar, donde además de espantar fantasmas antes de recibir al Real Madrid se le presenta la oportunidad de igualar a puntos al Osasuna y sumar un equipo más al vagón intermedio que separa la zona baja de la clasificación de los que transitan cómodamente en zona de nadie.