Los Lakers lo fían todo a Kobe

Veinte años de púrpura y oro. Dos décadas cumplirá Kobe Bryant en los Lakers cuando acabe la extensión por dos temporadas del contrato que finalizaba el próximo verano, y se convertirá en el jugador que más campañas ha disputado con un mismo equipo, superando las 19 de John Stockton con los Jazz de Utah. La 'Mamba Negra' cobrará 48,5 millones de dólares (35,7 millones de euros), a razón de 23,5 por la campaña 2014-15 y 25 millones para la 2015-16 (por la actual ingresará 30,4 millones de dólares), por lo que será el mejor pagado de la NBA.

Parece una gran noticia para los angelinos, que se aseguran la continuidad de su jugador franquicia -ganador de cinco de los 16 títulos sumados por la entidad- hasta prácticamente su retirada, ya que el de Filadelfia acariciará los 38 años cuando finalice su compromiso con el equipo que apostó por él cuando era un imberbe proyecto de estrella de 17 años, llegado directamente del instituto, y decidió traspasar a los Charlotte Hornets a su pívot titular Vlade Divac para hacerse con los servicios de la decimotercera elección del draft de 1996.

Pero las sombras oscurecen una firma que condicionará las operaciones futuras de la entidad propiedad de la familia Buss. Quizás por eso, por el sentido familiar con el que se toman las decisiones en los Lakers, no sorprende esta arriesgada renovación de un hombre que, por mucho Kobe Bryant que sea, debe aún demostrar cómo se ha recuperado de la rotura del tendón de Aquiles izquierdo que sufrió el pasado 12 de abril ante Golden State Warriors, y que puede hipotecar a medio plazo el devenir deportivo del equipo.

Nuevo proyecto

Los angelinos parecen haber fiado todo a su estrella y a su retorno en las mejores condiciones y el escolta ha puesto el máximo empeño para acortar los plazos marcados por los médicos y regresar con su mejor versión. De hecho, los primeros planes hablaban de enero como fecha aconsejable para la reaparición, pero Kobe ya tiene el alta y declaró hace unos días que «si hubiera un partido de 'playoffs', lo jugaría». Aún queda mucho para la fase final, pero los rumores se han desatado y Bryant podría incluso jugar en el choque que su equipo disputará como local en la noche del domingo contra los Blazers. Los aficionados, mientras, esperan con ansiedad a su adorado crack con el deseo de que guíe a sus compañeros tras un comienzo de temporada irregular y decepcionante.

Pero los Lakers afrontan unos meses que pueden resultar decisivos para renovar un 'roster' que parece agotado e iniciar un nuevo plan que le permita aspirar al anillo de campeón. Para ello, espera tentar a alguna de las joyas del jugoso mercado de agentes libres del verano de 2014.

LeBron James, Carmelo Anthony, Luol Deng, Zach Randolph, Dwyane Wade, Chris Bosh o Dirk Nowitzki podrán elegir equipo para la próxima temporada y el general manager, Mitch Kupchak, espera que alguno de ellos acabe vistiendo la mítica camiseta que también portaron Wilt Chamberlain, Elgin Baylor, 'Magic' Johnson, Kareem Abdul-Jabbar, Shaquille O'Neal o Jerry West. Anthony parece el más motivado para jugar como local en el Staples Center. Su amistad con Bryant y los problemas por los que pasan los conflictivos Knicks le pueden llevar de Nueva York a California y convertirle en el heredero del '24'. Pero antes, deberán mostrarle un cheque plagado de ceros, y eso supone sacrificar a algunas de sus actuales estrellas para no superar el límite salarial y no tener que afrontar el pago del impuesto de lujo que establece la NBA.

Pau, señalado

Y, en esta situación, las miradas apuntan hacia Pau Gasol. El español será otro de los agentes libres más importantes y Kobe ya ha pedido la continuidad de su «hermano», pero tras los millones gastados en su renovación y los que se esperan invertir en la nueva figura para la plantilla, los Buss sólo podrían ofrecer seguir al pívot por la mitad de su salario actual (unos 20 millones de dólares) si pretenden mantenerse en los márgenes económicos permitidos por la liga estadounidense.

Aunque reconoce que en Los Ángeles le ha pasado «de todo», el catalán tiene «un sentimiento de lealtad» hacia la entidad. Pero Pau sabe que está ante su última gran oportunidad y deberá valorar detenidamente todas las opciones posibles y «maximizar el nuevo contrato» ya que, a sus 33 años, no le quedan «muchos años» de carrera.

Al final, la generosidad mostrada por los Lakers hacia Kobe puede empujar a su lugarteniente más fiel, al que le ayudó de manera decisiva a aumentar su cuenta de campeonatos, a afrontar un nuevo reto en otra franquicia que apueste más por él.