Tressis, aniversario de un modelo de éxito ante la incertidumbre

Tressis desembarcó a orillas del Pisuerga en febrero de 2020, días antes de que se declarase el confinamiento que llevó a la economía a una parálisis histórica, y a los mercados financieros a las mayores turbulencias vividas en el último siglo. Sin embargo, a pesar de que su oficina solo pudo estar abierta al público tres semanas antes del aislamiento social en el que nos vimos envueltos durante cuatro meses, la entidad experimentó en ese arranque un crecimiento que incluso superó sus expectativas, gracias a la confianza trasladada a sus clientes para proteger su patrimonio e incluso encontrar oportunidades en medio de la incertidumbre.

«Fue sorprendente cómo los clientes se apoyaron y confiaron en nosotros, y gracias a la calma que encontraron a través de nuestro servicio, decidieron concentrar en Tressis posiciones que hasta ese momento tenían con otras entidades donde quizá se sintieron menos amparados», señala Guillermo Domínguez Torres, socio-director de Tressis en Castilla y León, que recuerda también cómo en medio de aquel escenario muchos de sus clientes «incluso, tomaron la iniciativa para recomendarnos a personas de su entorno que en medio de la tormenta se estaban dando cuenta de la necesidad de contar con un asesoramiento experto, de calidad y confianza».

Asimismo Domínguez apunta que «paradójicamente, a pesar del confinamiento, esas semanas tuvimos más contacto que nunca con cualquier cliente, por teléfono, email o videollamada, apoyados a su vez en nuestra potente intranet privada para sincronizarnos con cada cliente, y en el valor de nuestros informes o las videoconferencias de nuestros analistas, para tratar de explicar el impacto económico y financiero de lo que estaba sucediendo. Porque a pesar de la distancia física debida al confinamiento, el contexto nos exigía ser más proactivos y mostrarnos más próximos que nunca con nuestros clientes; no solo para tranquilizarles en la medida de lo posible, sino para estar atentos a las oportunidades que podían estar generándose, ya que vivimos la caída más pronunciada de la historia, pero también el mayor rebote posteriormente». 

Con ello, Tressis que abrió su oficina en Valladolid con un volumen de negocio en la ciudad que hasta ese momento se gestionaba desde su oficina central en Madrid, consiguió duplicar dicho volumen de clientes y activos bajo gestión en el primer año, y quintuplicarlo cinco años después superando ya los 100 millones de euros bajo gestión, habiéndose consolidado en este primer lustro de presencia en la región como una de las entidades especializadas de referencia en el segmento de banca privada independiente. 

Un éxito que forma parte del que la firma lleva 25 años protagonizando a nivel nacional, con oficinas en 15 de las principales ciudades españolas, gestionando más de 7.400 millones de euros con más de 10.000 clientes, y que se justifica por el valor añadido que ofrece su servicio, especialmente en momentos de incertidumbre cada vez más frecuentes. Como los vividos en 2022 ante el contexto de inflación y subidas de tipos de tipos de interés desencadenado por la invasión en Ucrania, otros conflictos geopolíticos como los de 2023 y 2024 en Oriente Medio, o el brusco giro macroeconómico actual a raíz de la «guerra comercial» intensificada por los aranceles internacionales.

Éstos son solo algunos de los ejemplos de escenarios llenos de complejidad vividos en los primeros cinco años de Tressis en Castilla y León, frente a los cuales su modelo de gestión patrimonial y asesoramiento independiente, basado en la máxima confianza, cercanía y alineación de intereses con los clientes, ha demostrado su éxito a la hora de afrontar los retos, pero también las oportunidades, que presenta un mundo y una economía expuestos a cambios cada vez más vertiginosos.

Según Domínguez, «la clave está en ser ágiles, flexibles y totalmente libres a la hora de tomar decisiones o elegir las mejores estrategias para invertir y adaptar nuestras carteras en cada contexto, siendo dinámicos en función de los giros cada vez más frecuentes de los acontecimientos, pero siempre sin perder de vista nuestros objetivos u horizontes».

Para ello la entidad cuenta con todo el abanico posible de vehículos y servicios de inversión con que acompañar a sus clientes a lo largo de una hoja de ruta previamente diseñada con cada uno de ellos, mediante una planificación financiero-vital totalmente personalizada, con el objetivo de «combinar el valor añadido de un servicio de máxima calidad y cercanía, con el acceso a toda clase de oportunidades para todo tipo de perfiles, seleccionando los mejores productos o soluciones del mercado, para estar totalmente alineados con los intereses de los clientes». De hecho una de sus mayores diferenciaciones es el tiempo y pedagogía que dedican a sus clientes para «ayudarles a tener la mayor cultura financiera posible con la que entender mejor los eventos macroeconómicos o financieros y poder sacar mayor partido a su esfuerzo de ahorro acumulado», en todo lo cual es esencial la profesionalidad de un equipo humano de más de 250 personas en toda España, basado en la experiencia y cualificación certificada de cada uno de ellos, que en Castilla y León está en continua expansión, analizando nuevas plazas e incorporaciones de asesores financieros mediante las que extender su crecimiento en los próximos años.

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