Una empresa que se adapta continuamente al mercado y a las necesidades de sus clientes

El 20 de marzo de 1973, Juan Pastor Suazo abrió la Ferretería Industrial Pastor Suazo en la Avda. de Valladolid, 12. «Comenzamos con la venta de herramienta pequeña, y disponíamos de un almacén de 200 metros y un local comercial de otros 200 en la calle Sinesio Delgado», recuerda Juan Pastor, quien siempre pensaba en el crecimiento de su negocio para ofrecer un mayor abastecimiento a sus clientes de Palencia.

Esa ambición y el crecimiento de la empresa provocó su trasladó, y el 1 de abril de 2002 sus intalaciones con más de 2.500 metros cuadrados se trasladaron a la Avda. Comunidad Europea, 22, donde actualmente suministra a cantidad de profesionales y empresas de la provincia palentina. «Nuestro negocio nos obliga a seguir creciendo para introducir los materiales y máquinas más modernos del mercado», añade.

Actualmente, la Ferretería Industrial Pastor Suazo se ha posicionado en vanguardia en lo relativo a la maquinaria electroportátil, movidas por baterías, en campos tan distintos como la construcción o la jardinería, sin olvidar a la industria del montaje y mantenimiento de empresas. «Trabajamos con Makita, suministrador líder en la producción y venta de herramientas eléctricas de todo tipo. Nuestra filosofía corporativa da una alta prioridad a las actividades ambientales», sentencia.

En su amplio local se pueden encontrar todo tipo de tornillería, máquinas de limpieza, todos los materiales fungibles utilizados en la construcción para los encofrados, «y hemos incrementado las ventas y los productos en lo relacionado a los materiales de seguridad y protección, especialmente en la ropa laboral, tanto para invierno como para el verano, siempre de alta visibilidad, y en botas de seguridad -solo comercializamos producto nacional-», añade Juan Pastor.

En cuanto al futuro de la empresa, ya en manos de su hijo Álvaro, asesorado siempre por su padre, pasa por seguir adaptándose a las necesidades del mercado y ofrecer un abastecimiento aún mayor a sus clientes. «En nuestro negocio no se puede hacer otra cosa o estás muerto como empresa», concluye.