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Casa de Laila. Alhaurín el Grande, Málaga.
¿Quién dijo que el camping está reñido con el glamour?

¿Quién dijo que el camping está reñido con el glamour?

El camping tradicional no gusta a todos, pero hace ya unos años que los “Glamping” comienzan a hacerse un hueco en nuestro país

Guía Repsol

Martes, 19 de agosto 2014, 11:40

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Ahora que estamos sumergidos en pleno verano, apetece más que nunca estar fuera de casa y de cualquier estructura de hormigón, que para eso ya tenemos el resto del año. El camping tradicional no gusta a todos, pero hace ya unos años que los Glamping comienzan a hacerse un hueco en nuestro país. No es una moda pasajera, los camping con glamour han llegado para quedarse. Y es que no hay nada mejor que pasar unas vacaciones o una escapada al aire libre sin renunciar a la comodidad de una buena cama. Aquí el saco de dormir no nos hará falta.

Cabañas en los árboles. Zeanuri, Bizkaia

En estas cuatro cabañas el protagonismo se lo lleva tanto el entorno como el propio alojamiento. Situadas a varios metros del suelo, están rodeadas de árboles y muy cerca de los parques naturales de Gorbeia y Urkiola. La tranquilidad y la intimidad están aseguradas. Aunque en un primer momento las escaleras hasta lo alto nos den algo de vértigo, el esfuerzo se verá recompensado y no querremos volver a pisar tierra firme.

Todas cuentan con terraza y una decoración muy cuidada. Nuestra preferida es sin duda la Suite Oooh!, la más romántica donde todo, desde la escalera o la terraza hasta la cama y la ducha son redondas. A lo que no daremos muchas vueltas será a decidirnos a reservar en cualquiera de estas cabañas.

www.cabanasenlosarboles.com

Casa de Laila. Alhaurín el Grande, Málaga

Aquí el concepto de tienda de campaña cobra otro significado. Las seis tiendas tienen una gran altura por lo que podemos estar de pie en ellas cómodamente. También nos olvidaremos de dormir en el suelo, ya que cuentan con cómodas camas y almohadas. Y, para disfrutar de una buena siesta contemplando la sierra de las Nieves, nada como hacerlo en las hamacas bajo los árboles. Seguro que no echamos de menos las paredes.

No nos costará imaginar que estamos en un oasis marroquí gracias no sólo a la decoración de las tiendas, sino también al exuberante jardín que encontramos en Casa de Laila. Y en medio, entre palmeras y árboles frutales, una espectacular piscina donde además se sirve el desayuno. Si se nos antoja un picoteo al atardecer, no tendremos que salir de la finca, ya que cuentan con una carta de gastronomía con productos locales y vegetarianos que podemos tomar en la misma terraza al lado de la piscina. ¡No se puede pedir más!

www.casadelaila.es

Casa del Mundo. Tibi, Alicante

El nombre de este particular "Glamping" no está escogido al azar. Es muy sencillo cambiar de cultura e incluso contiente yendo de un alojamiento a otro. Aquí podemos ser cíngaros si dormimos en los carromatos o auténticos exploradores si elegimos alojarnos en una casa indonesia, una tienda de estilo safari-lodge africana o una jaima sahariana. Cada una de ellas decorada acorde a su temática. Sin duda, no será fácil decidir qué tipo de aventurero queremos ser.

Casa del Mundo invita a practicar deporte y disfrutar del aire libre, no solamente por sus instalaciones, que cuentan con piscina, sino también porque la zona en la que se encuentra es montañosa, por lo que es perfecta para dar un paseo, montar en bicicleta o hacer la aventura más completa recorriendo el lugar a caballo. Si añadimos a nuestro plan un día en la playa, tendremos como resultado las vacaciones perfectas.

Cloud House. Genalguacil, Málaga

En Mongolia muchos de sus habitantes son aún nómadas. Pero nosotros no querremos abandonar esta granja situada en un pequeño pueblo malagueño pese a alojarnos en típicas yurtas mongolas usadas por este pueblo errante. Con tan sólo dos yurtas disponibles y enclavadas entre naranjos, la tranquilidad está asegurada. Y la comodidad también, ya que ambas cuentan con grandes camas y muebles realizados por artesanos locales.

Aunque no tengamos que transportar la yurta con nosotros, un buen plan es salir a recorrer los alrededores de la granja. Además de realizar senderismo por las sierras vecinas, a tan sólo 20 minutos de paseo encontramos unas espectaculares piscinas de río naturales donde poder darnos un refrescante baño. Para un día de relax completo, sin embargo, es difícil no sentirnos tentados a una reparadora siesta en la hamaca mientras los niños juegan en los columpios que cuelgan de los árboles.

www.cloudhouse.es

Lanzarote Retreats. Arrieta, Lanzarote.

Aquí a la palabra "Glamping" se le suma la de lujo. No es para menos, ya que en Lanzarote Retreats, además de tener ocasión de alojarnos en uno de sus 17 eco-alojamientos, respiraremos no solamente ese aire especial isleño, sino que será imposible no sorprendernos con cada detalle. Aparte de las yurtas de estilo mongol de diferentes tamaños disponen de villas, perfectas para familias. Todas ellas están dentro de una gran finca a tan sólo 300 metros de la playa. Tanto si vamos en pareja como en familia o con amigos, siempre encontraremos una opción para alojarnos. Lo que todas tienen en común es que cuentan con un espacio exterior privado donde relajarse en las camas balinesas o cocinar en sus modernas cocinas.

La finca Arrieta, donde se encuentra este glamping exclusivo, está gestionado por una familia, por lo que los más pequeños encontrarán infinidad de actividades para no aburrirse ni un segundo. Desde saltar en la cama elástica hasta jugar con su ajedrez gigante al aire libre. Aunque se encuentra en un pequeño pueblo de pescadores, Arrieta es un punto de comienzo perfecto para conocer el Parque de Timanfaya, a menos de 50 kilómetros.

www.lanzaroteretreats.com

Refugio Marnes. Marnes, Alicante.

Es llegar a Marnes y nos transformamos en beduinos del desierto. Es lo que sentiremos durmiento en una auténtica Jaima. Y decimos auténtica porque está hecha por encargo a un especialista en este tipo de tiendas de campaña marroquíes. Y no solamente la Jaima, sino que el interior está también decorado al más puro estilo beduino. Además de contar con baño y cocina propios, es la única que encontaremos en esta finca de 20 hectáreas. Es como tener un camping para nosotros solos. Nos resultará realmente fácil sentirnos dentro del cuento de las 1000 y una noches.

a Costa Blanca, donde se encuentra la pequeña localidad que da nombre al refugio, es un destino que reúne todas las características para una escapada de aventura y turismo activo. Tanto si somos de playa como de montaña, contamos con innumerables propuestas, desde deportes acuáticos hasta alguna actividad más atrevida como parapenting o escalada. Resulta realmente gratificante, tras realizar deporte al aire libre, llegar a nuestro camping privado.

www.refugiomarnes.com

Fuente: Guía Repsol

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