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condenado desde 1983

Aplazada indefinidamente la ejecución del hispano condenado a muerte en California

Debido a cuestionamientos médicos en torno al uso de la inyección letal

EFE | SAN FRANCISCO

Miércoles, 22 de febrero 2006, 01:00

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Las autoridades del estado de California (EEUU) han aplazado de forma indefinida la ejecución del hispano Michael Morales debido a cuestionamientos médicos en torno al uso de la inyección letal, según fuentes judiciales.

Morales, condenado a muerte en 1983 por torturar, violar y asesinar a una joven de 17 años en 1981, debía ser ejecutado a las 19.30 de hoy (3.30 GMT del miércoles).

La ejecución de Morales, de 46 años, estaba prevista para primera hora del martes, pero fue postergada después de que dos anestesistas se negaran a participar por razones de ética médica.

Las autoridades de la prisión dijeron que no podían cumplir la orden de un juez, que había ordenado que un médico se encargase de administrar la dosis de barbitúricos al condenado.

Hasta ahora, la mezcla química mortal había sido administrada por una "mano invisible" a través de un tubo intravenoso en una habitación contigua a la cámara de ejecuciones de la prisión de San Quintín, en la bahía de San Francisco.

Sin embargo, la defensa legal del reo interpuso varios recursos bajo el argumento de que este método de ejecución es desusadamente cruel y, por lo tanto, va en contra de la Constitución.

"Nos han notificado de que no van a seguir adelante con la ejecución esta noche", ha dicho Cathy Catterson, empleada en el Tribunal de Apelaciones de San Francisco, en referencia a una notificación del fiscal general de California, Bill Lockyers. "Por lo tanto, el estado no seguirá adelante con la ejecución".

El juez de San José que estableció las directrices para el nuevo protocolo, Jeremy Fogel, tiene previsto llevar a cabo una audiencia para aclarar cuál debe ser el nuevo protocolo el próximo 1 de mayo, por lo que, salvo otro giro imprevisto, la ejecución quedará aplazada hasta ese mes o más adelante.

Fogel expresó preocupación porque dos de los tres productos químicos que usa California a veces tardan varios minutos en hacer efecto y parar el corazón del condenado, algo que trató de remediar con la presencia de personal médico en la sala.

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