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El Cristo de la Misericordia y la Virgen del Perdón, en la Plaza Mayor.

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El Cristo de la Misericordia y la Virgen del Perdón, en la Plaza Mayor. Marta Moras

La Virgen del Perdón se estrena en el Indulto

La procesión del Jueves Santo por la mañana incluye el primer paso en andas, aunque solo desde la Plaza Mayor

fernando caballero

Palencia

Jueves, 29 de marzo 2018, 23:13

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La nueva Virgen del Perdón, obra de Óscar Salmerón, se refugió en la Compañía en la procesión del Santo Vía Crucis, que se suspendió el miércoles, por lo que este Jueves Santo, en una soleada mañana, lució con todo el esplendor de una imagen mariana que representa a una Dolorosa, con la cabeza mirando hacia la Cruz e implorando el perdón para los que crucificaban a su hijo.

El paso sí que salió en la procesión del Indulto, que organiza la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia. Pero el conjunto de la talla y las andas, creadas estas por el ebanista palentino Javier Tejerina, tienen un peso considerable para unos cofrades no acostumbrados a este tipo de pasos, por lo que la cofradía optó por trasladar en privado a la Virgen del Perdón hasta la Plaza Mayor y allí esperó al resto de la procesión.

El desfile se inició en la plaza de San Pablo, donde las cofradías esperaban a la Hermandad del Cristo de la Misericordia, cuya cruz guía abrió el cortejo seguido de un escuadrón de caballería de la Unidad Central General de Madrid, formado por seis jinetes.

La banda de cornetas y tambores de la penitencial organizadora precedía a los cuadros de Jesús de la Sentencia, Virgen de la Piedad, Jesús de Medinaceli –que fue numeroso al desfilar su paso titular–, Virgen de la Soledad, Jesús Crucificado –también potente para arropar al Alejo de Vahía y con una simpática escena, la de su tararú arropado por dos pequeños hermanos con sus correspondientes instrumentos, que sonaban tibiamente en un acertado ejercicio de crear cantera en una de las tradiciones más palentinas–, Jesús Nazareno –muy numeroso igualmente– y Santa Vera Cruz –con el Cristo del Otero de San Pablo–, para terminar con la Hermandad organizadora con su crucificado, que ya se atribuye en el programa oficial a Juan de Valmaseda, en lugar de Portillo, imaginero al que se adscribía hasta ahora.

La Plaza Mayor acogió el acto del Indulto, aunque la ausencia de un preso de la cárcel de Dueñas indultado por el Gobierno devalúa el momento, pese a que la hermandad trata de celebrar un ritual digno. Ayer, contó con la novedad de que junto al Cristo de la Misericordia presidía la Virgen del Perdón.

El sacerdote de la Compañía, Fernando Salomón, leyó el texto del Evangelio en el que Pilatos concedió el indulto a Barrabás mientras hacía caso a la multitud que pedía la crucifixión del rey de los judíos.

Tras estas palabras, la Banda Municipal de Música interpretó ‘El evangelista’, de José Vélez García, y a continuación la banda de cornetas y tambores del Cristo de la Misericordia tocó ‘La Virgen llora’, de Alberto Escámez, mientras los cargadores de la Virgen reubicaban el paso para situarlo frente al titular de la procesión, momento que fue seguido por centenares de personas en la Plaza Mayor.

El final de la procesión, ante a la iglesia de la Compañía, repitió el ritual de otros años, pero con el añadido de la Virgen del Perdón. Con los crucificados situados en la plaza de Isabel la Católica, la banda de música de la penitencial organizadora despidió al Cristo de la Misericordia primero con la marcha ‘Bendición’, de Juan Manuel Fernández Carranza, y al entrar a la iglesia, con la Marcha Real, mientras que a la Virgen se la despidió con ‘Salvador’, de Pablo Cortes, y a la entrada al templo, también con la Marcha Real, a cuyo término se escucharon aplausos.

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