Vicente Fernández-Merino: «En los pueblos existe gente con miedo a invertir, pero hay buenas ideas»
El autor de Cervera presenta su novela 'Aires de pueblo', en la que recuerda su infancia, juventud y adultez en la localidad palentina
jesús garcía-prieto
Palencia
Lunes, 10 de febrero 2020, 07:29
Durante 30 años Vicente Fernández-Merino ha dedicado su vida al trabajo en el campo del envejecimiento normal y patológico, especialmente de la Enfermedad del Alzheimer, pero el amor por su pueblo (Cervera de Pisuerga), ha llevado al psicólogo a lanzar 'Aires de Pueblo y doce cartas sin piedad', una serie de relatos en los que el escritor cerverano recuerda su infancia, su juventud y su adultez en su pueblo, Cervera, aunque no lo cita expresamente, ya que considera que puede ser el pueblo de cualquier lector.
–En estos tiempos en los que todos hablan de la España vacía, ha decidido escribir un libro sobre su pueblo...
–Son historias de amor, de cuando éramos niños, jóvenes, adultos y también otoñales. Todas están ambientadas en el pueblo, aunque no quiero poner nombres concretos, es un lugar que se parece mucho a Cervera. Si conoces el pueblo sabe que está yendo desde un lugar a otro. Este libro es el germen de otro trabajo de relatos, más contundente, que cuenta la historia de un médico de pueblo que va al pueblo a los 25 años y continúa a los 80. Durante todos estos años tiene muchas aventuras y desventuras. Desde conspiraciones para que haya otro médico en el pueblo, hasta amoríos.
–Siempre me ha llamado la atención que cuando un escritor completa una de sus obras, ya está pensando en la siguiente...
–Si, porque esta termina con un relato titulado 'El médico de siempre', con Don Zacarías, que son la génesis del próximo libro. Hasta ahora no había publicado más que obras que tienen que ver con el Alzheimer. También estoy trabajando en un manual para la longevidad saludable, sin embargo escribir siempre ha sido mi pasión y he colaborado para muchos medios. Mi fallo ha sido no centrarme en una cosa, si lo hubiese hecho quizá ahora sería un catedrático jubilado.
–Pero siempre es mejor saber un poco de todo...
–Sin duda, es algo muy renacentista. Lo que me hace feliz es sentirme querido en el lugar donde no tengo que dar explicaciones de quien soy. Me llaman 'Vicentuco' en mi pueblo y es algo que me hace muy feliz.
–Me ha llamado mucho la atención el capítulo titulado 'El encuentro' en el que a través de un personaje avanza en la historia de España desde la posguerra hasta la llegada de la democracia en muy pocas líneas...
–Me alegro de que le haya gustado porque es recorrer la historia actual de mucha gente que ha vivido en el pueblo y de repente sus hijos se van, dejando solos a sus padres. Es cuando comienzan a tener lapsus y muchos de ellos son enviados a una residencia. En los pueblos pasa que hasta cuando te dejas una persiana abierta, te llaman para preguntar si estás allí. Estamos en una sociedad muy aislada debido a las nuevas tecnologías y eso nos aisla de la dependencia que teníamos unos de otros. Es estupendo vivir solo y tener una vecina que cuando la dices que te encuentras mal te acerca al médico.
–Pese a que (aunque no lo diga de manera explicita) son historias centradas en su pueblo, todos podemos hacerlas nuestras, en todos los pueblos hay un Zacarías...
–Claro, por eso no pongo el nombre, es un pueblo de montaña que puede ser el suyo. Lo que en este libro cuento lo hemos vivido muchos.
–Desde su punto de vista, ¿qué cree que se puede hacer para revertir el problema de la denominada España vacía?
–En el mundo rural la gente tiene miedo a invertir, pero creo que hay muchas personas con buenas ideas. Debería facilitarse en una población como Cervera la restauración de edificios para organizar por ejemplo mercados ecológicos o de segunda mano.
–¡Qué San Alzheimer nos proteja!
–(Risas). Llevo muchos años trabajando con personas con esta enfermedad y he sido jefe de la Unidad de Demencias del Hospital San Luis. Ahora sigo trabajando en ello. Esa frase quiere decir que ojalá mantengamos esa memoria durante muchos años.
–¿Continúa escribiendo e informándose a cerca del Alzheimer y sus consecuencias?
–Trabajo en una reedición del libro 'El Alzheimer día a día' porque está agotado, ya que tuvo un gran éxito, por lo que la editorial me lo ha pedido. Me preocupa mucho que cuando llegas a los 65 años se te vaya el espíritu de vivir y en eso quiero trabajar, para decirle a la gente que está en una buena etapa y que hay cosas por vivir, cada etapa tiene sus cosas.