Los veterinarios palentinos se reivindican como pieza clave en la salud pública
El presidente del Colegio defiende la labor esencial del colectivo en la prevención, el control de enfermedades y la seguridad alimentaria
«Los veterinarios no trabajamos solo con animales, sino con la salud de todos». Así resume Luis Fernando Román Sánchez, presidente del Colegio Oficial de ... Veterinarios de Palencia, la esencia de una profesión que considera «plenamente sanitaria» y que, sin embargo, «no siempre recibe el reconocimiento que merece». Desde el Colegio, formado por 236 colegiados, Román destaca que la profesión ha experimentado un profundo cambio en los últimos años. «Cada día están subiendo más las colegiaciones femeninas, estamos ya en un equilibrio del 50-50. Siempre ha sido una profesión de origen rural y masculina, y ahora el perfil es más urbano y equitativo en cuanto a sexo», explica.
El Colegio, recuerda Román, es «una corporación de derecho público» cuya principal función es «representar a la profesión veterinaria y ser útil a la sociedad y a la Administración». Pero su papel va más allá: «Tenemos la exigencia deontológica de cumplir un código ético y la función principal de promover la mejora de los niveles científicos, culturales, económicos y sociales de los colegiados. Queremos promover la excelencia profesional mediante una formación continuada muy potente, organizada a nivel de la Organización Colegial Veterinaria y basada en la evidencia científica, tendiendo a la especialización».
Román defiende que la sociedad debe entender que el veterinario es una pieza esencial dentro del sistema sanitario. «Llevamos a cabo una labor en la sociedad porque generalmente nos asocian al médico de animales, pero aparte de esa actividad realizamos una función muy importante que es garantizar la seguridad alimentaria de todo lo que comemos, desde el sector primario hasta un restaurante o una tienda», señala. A esa tarea se suma otra menos visible pero igualmente decisiva: la lucha contra las enfermedades zoonóticas, «que afectan a los animales y a las personas, con lo cual nosotros estamos protegiendo la salud pública e igualmente la salud ambiental».
El presidente del Colegio advierte que «la clave en las enfermedades infecciosas, sobre todo las que afectan a los animales y a las personas, está en la prevención». En ese sentido, insiste en la importancia de la vacunación de los animales de compañía frente a patologías como la rabia, «una enfermedad con una tasa de mortalidad cercana al 100% en las personas una vez que aparecen los síntomas». Román recuerda que «la rabia sigue siendo una de las zoonosis más mortíferas del mundo y mata aproximadamente a unas 60.000 personas cada año». Por eso insiste en que «los animales de compañía deben estar identificados y vacunados anualmente contra la rabia para proteger la salud de las personas».
El cambio social respecto a los animales también ha transformado la propia profesión. «Antes teníamos una mascota y ahora se llaman animales de compañía, incluso están siendo un miembro más de la familia», explica Román. Esa evolución ha derivado en una atención veterinaria cada vez más especializada. «La atención sanitaria en los centros veterinarios se está haciendo a un gran nivel de especialización. Se les está tratando igual que a una persona». Sin embargo, advierte que la profesión necesita confianza y libertad clínica: «Pedimos que no se limite tanto el uso de medicamentos en los animales de compañía. Hay que respetar el criterio clínico del veterinario, porque no hay medicamentos para la diversidad de animales que existen, y los veterinarios están preparados para atenderlos».
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Respecto a la nueva Ley de Bienestar Animal, Román la califica como «una ley bien intencionada», pero recuerda que «tiene que desarrollarse mediante reglamentos». «Pedimos que tengan en cuenta a los veterinarios, porque somos los únicos profesionales de los animales», recalca. Entre las peticiones del Colegio de Palencia figura una «rebaja del IVA veterinario para que los propietarios puedan recibir esa atención». También reclama «apoyo a los municipios, porque las funciones se les han dado, pero no el presupuesto para llevar a cabo la lucha contra las colonias felinas y otras cuestiones de la ley». Además, considera necesario que se reconozca oficialmente «la figura del perito veterinario», profesionales formados y reconocidos por la Administración y por el Ministerio de Justicia, esenciales para aplicar correctamente la normativa.
Román subraya, asimismo, la necesidad de integrar la veterinaria en el sistema de especialidades sanitaria». «Después de varias décadas, el Ministerio de Sanidad ha aprobado la especialidad en genética de laboratorio, donde están incluidos los veterinarios, pero seguimos demandando la especialidad propia de salud pública y la incorporación a las especialidades multidisciplinares —laboratorio clínico, inmunología, microbiología y parasitología— para que la veterinaria esté plenamente integrada en el sistema sanitario», explica. Todo ello, insiste, responde al concepto de «una sola salud», que une «la salud humana, animal y ambiental».
El presidente del Colegio palentino también muestra su preocupación por la falta de veterinarios en el medio rural. «Es un problema muy importante», reconoce. Aunque en España está previsto que se abran dos nuevas facultades de Veterinaria —en Salamanca y Valencia—, considera que «esa no es la solución». «España tiene ya 15 facultades y salen cada año 1.500 egresados. Lo que hace falta es revisar al alza las perspectivas salariales de los veterinarios e incentivar a los jóvenes para que desarrollen su carrera laboral en el medio rural», apunta. Recuerda que, en otros países, como Alemania, Irlanda o Estados Unidos, «ya existen ayudas directas en ese sentido».
El presidente alerta también de la incidencia de enfermedades zoonóticas que afectan a la ganadería. «El brote de gripe aviar de alta patogenicidad en España está afectando mucho a nuestra ganadería en Valladolid, sobre todo a las gallinas de puesta», indica. También cita «el brote de dermatitis nodular en Cataluña», con «medidas de control importantes» y participación activa de los veterinarios clínicos y oficiales. «Son brotes que de momento en Palencia no nos están tocando, pero en Valladolid ya ha habido seis. El problema es que hay que sacrificar todas las aves, destruir piensos y materiales contaminados, lo que repercute en la producción de huevos y en los precios para los consumidores», detalla. «Pasa lo mismo con la dermatitis nodular: se cierran los mercados y no podemos exportar. Por eso es de gran importancia tomar las medidas de control que se están tomando».
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