Los universitarios de Palencia se quejan de «masificación» en algunos trayectos
La Junta asegura que las incidencias se han corregido y que se avanza en la creación de una nueva aplicación para formular las reservas
Lo que a priori era recibido como una gran noticia, se está convirtiendo en un quebradero de cabeza para muchos estudiantes universitarios ya que la ... implantación del sistema Buscyl no está siendo igual de satisfactoria en todas las rutas. En la línea Palencia-Valladolid, una de las más utilizadas por los universitarios, el incremento de la demanda ha generado situaciones de saturación que, según la Asociación Cultural Universitaria Palentina (ACUP), están obligando a algunos jóvenes a modificar sus rutinas para asegurarse un asiento en los autobuses de primera hora.
«Los estudiantes tenemos sentimientos encontrados porque obviamente se agradece mucho el ahorro, pero la parte negativa es que ahora, con la gratuidad, cada vez hay más gente que usa la línea universitaria y los autobuses se llenan», resume la presidenta de ACUP, Mireya Antolín. Asegura que la gratuidad del servicio ha incrementado el número de viajeros de un servicio que presta La Regional con 16 trayectos entre Palencia y Valladolid y que hasta hace poco prácticamente usaban solo los universitarios. Como explica, a primera hora de la mañana los autobuses ya salen casi llenos desde la estación de Palencia y la incorporación de viajeros en la última parada, en la Yutera, en ya «misión imposible».
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«Ya casi nadie se arriesga a esperar allí», apunta, mientras detalla cómo los estudiantes adelantan rutinas y llegan con mucha antelación a la estación para tener la seguridad de subir al primer autobús. En su caso, ha tenido que trasladarse temporalmente a vivir a la casa de sus abuelos, en el barrio de San Antonio, para «llegar con garantías» al primer servicio del día. «Yo vivo en Villamuriel y antes podía tomar la línea universitaria sin problemas, pero ahora no me puedo arriesgar», explica. «Siempre vamos llenos, siempre hace falta un autobús de refuerzo y aun así hay días complicados», indica. Según relata, las colas se forman en los tres puntos más concurridos, la estación de Palencia, Angelinas y la Fábrica de Armas, donde los estudiantes esperan sin posibilidad de reserva previa, lo que incrementa la incertidumbre.
La presidenta de ACUP admite que muchos estudiantes están sintiendo que el sistema funcionaba mejor antes de la gratuidad, cuando podían asegurar su asiento mediante reserva y la ocupación era más previsible. «Lo que antes ocurría en septiembre y octubre, que siempre son los meses que más estudiantes utilizan el servicio, ahora sigue pasando en noviembre y diciembre. Y ya hay quejas de gente que se ha quedado en tierra», asegura.
El delegado territorial en Palencia, José Antonio Rubio Mielgo, asegura sin embargo que las incidencias detectadas en los primeros días del despliegue de Buscyl ya se han corregido, después de la saturación puntual al inicio del curso universitario. Rubio Mielgo afirma que se ha reforzado la coordinación con la empresa operadora y se han implementado servicios adicionales en horas punta para garantizar que «ningún usuario se quede sin viajar por falta de sitio». Además, subraya que la Junta mantiene activo un canal de seguimiento diario y que se está trabajando en el desarrollo de la nueva aplicación de reservas de Buscyl para paliar estos problemas. «Se está ajustando el sistema de gestión de plazas para asegurar que los usuarios puedan realizar sus reservas sin problemas», insiste.
Ya el consejero de Movilidad y Transformación Digital, José Luis Sanz Merino, avanzó en octubre que la Junta estaba diseñando un sistema de reserva de plaza para las líneas con mayor demanda, entre ellas Palencia-Valladolid, con el fin de evitar que los viajeros queden fuera por sobreocupación. Reconoció entonces que la acogida del programa había sido «masiva», con complicaciones en algunos trayectos, pero defendió que Buscyl estaba funcionando «razonablemente bien» y que las situaciones de saturación estaban vinculadas, sobre todo, al inicio del curso académico.
Un alivio económico
En la línea Palencia-Valladolid, sin embargo, ACUP sostiene que la situación no se limita ya al arranque del curso y que el incremento del número de usuarios afecta tanto a los desplazamientos de mañana como al regreso desde Valladolid por la tarde. «Como presidenta estoy recibiendo quejas de estudiantes. Nos preocupa que el sistema no se esté adaptando a la realidad de esta ruta», afirma Antolín.
Pese a las dificultades, la presidenta valora que la gratuidad del transporte suponga un alivio económico considerable para las familias, que antes afrontaban un gasto anual de entre 700 y 800 euros. Sin embargo, considera que el modelo sería «más justo y más eficiente» si se aplicara a rentas o perfiles prioritarios, para evitar el uso indiscriminado y la saturación en horas punta. «Lo puede coger un estudiante sin ingresos y también una persona con ingresos muy altos. Eso genera un desequilibrio y reduce la eficiencia del servicio», sostiene.
Con todo, mientras la Junta insiste en que el sistema evoluciona de forma positiva y que se han resuelto gran parte de las incidencias, ACUP reclama actuaciones más inmediatas para garantizar la movilidad universitaria. Entre ellas, la posibilidad de recuperar la reserva de plaza que antes tenían los estudiantes universitarios o de reforzar definitivamente los servicios en los tramos horarios más conflictivos. Mientras tanto, algunos hábitos de los estudiantes seguirán condicionados por la incertidumbre en la principal conexión interprovincial utilizada cada día para acudir a la Universidad de Valladolid.
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