Una de las trece marroquíes volverá a Palencia en octubre tras cumplir 18 años

La historia de las trece niñas marroquíes afincadas desde hace tres años en Palencia y devueltas a Melilla después de que el encargado de su tutela, el Gobierno de la ciudad autónoma, no pagase sus gastos sigue muy presente en Palencia. Y de esta forma se reflejó en la firma de los convenios de colaboración entre el Ayuntamiento y las Religiosas María Inmaculada (antiguo centro de las chicas), La Salle Managua y la Asociación Síndrome de Down (Asdopa), ya que, la directora de La Salle Managua, Laura Paredes, solicitó a las Religiosas María Inmaculada la incursión de una de las jóvenes que volverá a Palencia tras cumplir la mayoría de edad el próximo mes.

La propia institución religiosa, representada por Jasmin Maru de las Casas, recogió el testigo y aceptó la propuesta. «Esperemos que venga pronto, al igual que el resto de las chicas», afirmó De las Casas, quien se mostraba apenada por la marcha de las trece chicas marroquíes.

Entre los aspectos que más preocupa a esta congregación es el futuro de estas jóvenes. «Estas chicas podían seguir creciendo en Palencia», sentenció De las Casas, quien espera que todas las chicas vuelvan al centro al cumplir la mayoría de edad. «Nuestra casa siempre estará abierta para ellas», continuó.

A pesar de que estas jóvenes marroquíes han copado varias portadas a nivel nacional, las Religiosas María Inmaculada aún no han podido hablar con ellas tras más de trece días en Melilla. Asimismo, una de las jóvenes aseguró recientemente que les habían arrebatado su vida en Palencia. «El segundo día nos robaron la ropa los compañeros del centro. Nos abrieron los armarios, a pesar de que contamos con candado. Estamos como en una especie de cárcel para menores y no en un centro de educación», relataba una joven.