Torquemada: la historia que aún se puede ver

Torquemada tiene arte, patrimonio, belleza paisajística y además, historia, mucha historia. Esta localidad palentina, famosa por el sabor de sus vinos y el valor arquitectónico de sus edificios, es también un lugar valioso por conservar una gran riqueza histórica.

Torquemada es la villa que vio nacer a Catalina de Austria, sexta hija de los Reyes Felipe 'El Hermoso' y Juana 'la Loca' y quien fuera regente de Portugal. Debido al papel que jugó en la historia, el municipio ha rendido homenaje a su figura colocando una expresiva estatua de bronce en los accesos y el atrio de la iglesia parroquial de Santa Eulalia, donde algunos aseguran que nació.

Además, cada año los vecinos representan la escenificación de la llegada del cortejo fúnebre de Juana I de Castilla con los restos mortales de su esposo Felipe 'El Hermoso' y el nacimiento de Catalina de Austria el 14 de enero de 1507 que fue bautizada por el Cardenal Cisneros en la iglesia parroquial. Torquemada también es la localidad cerrateña en la que veraneaba el poeta nacional y miembro de la Real Academia de la Lengua José Zorrilla.

Su familia paterna era de Torquemada y su padre fue enterrado en la localidad. El escritor tomo la villa como inspiración y ambientación para sus obras. Ejemplo de ello es que 'La mujer negra o una antigua capilla de templario' tiene como escenario la ermita de Santa Cruz. En la actualidad, se conserva en pie la casa solariega donde el autor pasaba los meses más calurosos del año.

Torquemada también es la tierra de Fray Tomás de Torquemada quien colaboró con las restauraciones de la iglesia de Santa Eulalia y la del puente medieval.

Otro de los hechos históricos que han marcado el devenir de Torquemada fue la invasión de las tropas napoleónicas. Los torquemadinos fueron de los primeros habitantes de España que decidieron poner oposición a la ocupación francesa el 6 de junio de 1808. Aquella noche los vecinos cortaron con barricadas el puente del siglo XV atravesado por el Pisuerga.

Además, utilizaron la iglesia de Santa Eulalia como Alcázar para repeler a los franceses. A pesar del entusiasmo de la población la batalla no acabó con un final feliz para los torquemadinos y el ejército francés consiguió entrar en el pueblo tomando represalias desmedidas, matando e incendiando edificios, incluida la iglesia.

En la actualidad, la localidad luce una placa en el lugar de los hechos, la citada plataforma donde se opusieron a la llegada del ejército invasor, en la que se dice: «En este puente los hijos de Torquemada opusieron heróica resistencia a las tropas napoleónicas».

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