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La doctora Cristina Sánchez del Hoyo y la auxiliar Pilar Torres pasan consulta a una paciente covid. M. Brágimo
Dos tercios de los pacientes covid de la consulta específica de Palencia presentan secuelas tras pasar la enfermedad

Dos tercios de los pacientes covid de la consulta específica de Palencia presentan secuelas tras pasar la enfermedad

Las alteraciones en la piel, el cansancio y la sensación de hormigueo en manos y pies son las dolencias más comunes entre los recuperados

Domingo, 20 de septiembre 2020, 08:20

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El martes se cumplen tres meses de la puesta en marcha de la consulta monográfica de covid-19 en el Hospital Río Carrión, una experiencia pionera en Castilla y León que ha servido para que una misma doctora trate a 216 pacientes que han sufrido en carne propia los efectos de la pandemia. La especialista en medicina interna que ha atendido a todas estas personas es la doctora Cristina Sánchez del Hoyo quien, después de estos primeros 90 días de trabajo específico con pacientes covid, afirma que solo uno de cada tres de los pacientes que han pasado por su consulta no presenta secuelas tras haber superado la enfermedad. No obstante, al ser esta una enfermedad desconocida, todos esos pacientes serán revisados de nuevo en medio año para determinar si en realidad el coronavirus no ha dejado alguna huella en su organismo.

Los otros dos tercios de los pacientes presentan secuelas de distinta índole, tal y como indica la doctora Sánchez del Hoyo. «La mayoría tienen síntomas leves y pueden hacer vida normal», explica la médico, que señala que la mayoría de las secuelas tienen poco o nada que ver con problemas respiratorios. «He visto muchas alteraciones en la piel: urticarias, que muchas ceden solas y mucha neuropatía: afectación de los nervios periféricos que suele generar sensación de hormigueo en manos y pies. También es muy común el cansancio», explica la doctora.

«Me gustaría traer a un negacionista al hospital»

Después de haber reconocido a 216 pacientes de covid en la consulta específica creada para atender a los afectados por esta enfermedad en Palencia, la doctora Cristina Sánchez del Hoyo reconoce que no entiende cómo puede haber un sector de la sociedad, por pequeño que sea, que se declare negacionista. «Siempre ha existido un pequeño grupo de personas que ha creído en las teorías de la conspiración, que piensan que todo lo que sucede está hecho a conciencia por cuatro o cinco que nos quieren controlar. Realmente, me gustaría traer a un negacionista al hospital para que vea cómo lo pasa la gente que se infecta, los que pierden a familiares por esto o a los que no se pueden despedir de un ser querido porque estamos en pandemia», explica la directora de esta consulta pionera en Castilla y León.

La comunidad sanitaria está asistiendo estupefacta al surgimiento de estos grupos que niegan la pandemia y una persona que ha tenido que ver sus efectos en tantos vecinos como es esta doctora asegura no entender la razón por la que hay gente capaz de negar la evidencia. «Por un lado me parece increíble y por el otro me cabrea como persona y como médico. Pero por otro lado asumo que en este momento la sociedad es muy variopinta y pueden existir estos grupos, a los que se les debe dar más importancia de la que merecen. Debemos tener la cabeza orientada hacia el norte y ser capaces de obviar a estas personas y darles la menor publicidad posible», señala.

Los casos más graves de los que se han tratado en esta consulta monográfica son aquellos en los que el virus genera una inflamación respiratoria y se comporta de una forma sorprendente para los médicos. «Este tipo de pacientes aparecen con artritis y lesiones en nervios por las inflamaciones generadas por el virus», asegura Sánchez del Hoyo, que reconoce que la pandemia no solo está dejando secuelas físicas en las personas. «Hay muchos pacientes que no han recuperado su capacidad funcional porque no están bien en cuanto a salud mental. Vemos gente que ha estado encerrada sola en su casa tres meses, que ha perdido familiares, que se siente culpable porque ha contagiado a sus seres queridos y que ni siquiera quiere salir a la calle», apunta la doctora, que afirma que la Unidad de Salud Mental de psicólogos y psiquiatras está representando un papel fundamental en la recuperación de muchos de los enfermos. «Es el servicio al que más pacientes he derivado», apunta.

Las secuelas físicas que deja la covid presenta patrones similares en los enfermos, algo que sucede también en los referente a las secuelas mentales. «Los patrones se asemejan. Lo que más tiene la gente es miedo a una enfermedad desconocida de la que no saben si se podrán recuperar por completo y también hay mucho temor a la reinfección», explica la doctora para señalar otro de los aspectos que más mella ha hecho en la salud mental de los pacientes: el sentimiento de culpabilidad. «Hay mucha gente a la que le está costando superar la culpa. Creen que son culpables de los contagios de sus seres queridos», señala.

El colectivo que más secuelas psicológicas está presentando es el de los sanitarios, que se tuvieron que enfrentar a la pandemia sin medios, vivieron una situación laboral tremendamente estresante, se contagiaron y ahora ven que esta situación se puede repetir en la segunda oleada que estamos experimentando. «Ahora veo mucho cansancio y miedo a volver a lo que pasó al principio. No obstante, los sanitarios tenemos que ser capaces de reconducir estos sentimientos porque somos parte de la solución», incide.

Como afirma la médico, la consulta monográfica de la covid es parte de la solución, pero el problema sigue creciendo. «Cuando empezamos el 2 junio, citábamos a cuatro pacientes al día y ahora estamos viendo a unos 16. Se ha ido incrementando el número de contagios y necesitamos ayudar a Atención Primaria, que está sobresaturada y esta consulta tiene que ser una forma de rebajar el trabajo de Atención Primaria en lo referente a los casos de coronavirus», afirma Cristina Sánchez del Hoyo, que junto a la auxiliar Pilar Torres está trabajando contra la covid con el objetivo a corto plazo de la recuperación de los pacientes y a largo plazo de aportar con su experiencia su granito de arena para derrotar al virus. «La consulta me ocupa el 100% de mi tiempo, pero probablemente todo el aprendizaje lo podamos utilizar para divulgarlo entre la comunidad científica. Así deberíamos hacerlo todos los profesionales que tratamos covid porque compartir el conocimiento es la única manera de aprender», sentencia.

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