Borrar
Donaciones de sangre en uno de los salones del hotel habilitados. Marta Moras
Coronavirus en Palencia: La solidaridad metamorfosea al hotel Rey Sancho en un hospital

La solidaridad metamorfosea al hotel Rey Sancho de Palencia en un hospital

El complejo se reconvierte para ser un punto de donaciones de sangre y alojar a una decena de enfermeras del Río Carrión que quieren evitar riesgos a sus familias

Álvaro Muñoz

Palencia

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Viernes, 3 de abril 2020, 22:46

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Como la mariposa que sale de la crisálida. Así se ha metamorfoseado el hotel Rey Sancho de Palencia, que hace apenas un mes, cuando no lloraba la libertad, albergaba en sus instalaciones eventos y turistas. No era la época más fuerte del años, pero se preparaba para la Semana Santa, donde su ocupación rozaría el 100%.

Con la Semana de Pasión entrando en escena, los preparativos para ultimar el hotel estaban ya listos, pero todo eso se esfumó. No existe nada de eso, salvo la predisposición de los gerentes del complejo, que no han dudado en arrimar el hombro en momentos de crisis. Sus puertas continúan abiertas las 24 horas y el hotel no está vacío, aunque no haya turistas pos sus pasillos.

Lo que sí que hay es un cobijo de solidaridad, pues los propietarios han cambiado el hotel en días y ahora se parece más a un hospital. En él se encuentran las salas de donaciones de sangre, obligadas a salir del hospital por la presencia del coronavirus, y hasta 32 habitaciones destinadas para que sanitarios, cuerpos de seguridad o quien las necesite puedan echar mano de ellas mientras dure el estado de alarma.

Con las donaciones funcionando a buen ritmo, diez estancias del complejo hotelero ya han sido ocupadas por diez enfermeras jóvenes del hospital Río Carrión, que permanecerán en el Rey Sancho hasta que concluya la crisis sanitaria. El objetivo que buscan esas sanitarias es aislarse de sus familiares y evitar posibles contagios a personas vulnerables con las que convivían. «Están colaborando mucho y están muy agradecidas por el detalle que estamos teniendo. Nos dan las gracias habitualmente», recuerda Javier Pastor, miembro de la familia propietaria, quien estos día solo tiene el servicio de vigilancia y recepción.

Comida y limpieza lo llevan empresas externas del complejo hotelero, aunque eso no quita para que la dirección haya habilitado un rincón especial para los sanitarios. «Hemos preparado un salón para que desayunen, coman y cenen. Además, como sabemos que tienen unos horarios especiales, les hemos reservado un rincón, donde siempre tendrán algún aperitivo, café y refresco», continúa Javier Pastor, que empieza ya a ver caras de cansancio entre las enfermeras. «Se les nota la angustia y anímicamente les afectará todo lo que están viviendo. Tienen ganas de que esto termine, al igual que el resto», recalca.

Y eso es lo que desea la sociedad, aunque si el estado de alarma se alargara, los propietarios del hotel Rey Sancho tienen hasta 32 habitaciones destinadas a este fin solidario. «Pero no solo para personal sanitario, también para otros colectivos que lo necesiten como lo pueden llegar a ser los cuerpos de seguridad. El proceso sería muy sencillo, ya que tendrían que comunicarlo a sus administración pública correspondiente, que lo tramitarían con nosotros» manifiesta Pastor, que no descarta ampliar el número de habitaciones destinadas a tal fin. «Después se podrán aumentar las estancias y los espacios en caso de que fuera necesario. Ojalá no sea así», prosigue.

Las diez enfermeras que viven en el hotel Rey Sancho durante estos días están divididas en dos plantas, evitando zonas comunes y distanciadas del nuevo habitáculo de donaciones. «Las zonas de paso están muy localizadas, pues el hotel ya ha empezado la donación de sangre y está en otro ala del complejo. No hay posibilidad de que se crucen en ningún momento», describe Javier Pastor, que sigue a disposición de las organizaciones benéficas de Palencia, como la Hermandad de Donantes, que ha instalado un punto permanente de extracciones también en este hotel, dado que no pueden hacerse en el Hospital ni en las rutas por la provincia. Precisamente, las donaciones de sangre se efectúan los miércoles, aunque se realiza mediante citación previa.

Todas estas novedades ha obligado a metamorfosear un hotel en un hospital. Tan solo la voluntad ha sido necesaria, luego ya habrá tiempo de analizar las consecuencias. «Es una catástrofe cuando volvamos a la normalidad, pero no es el momento de pensar en ello. Ahora tenemos que afrontar esta situación».

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios