Palencia

Los robos en comercios y bares descendieron un 23% el año pasado

En el conjunto de Palencia, la capital y la provincia, en 2022 los ladrones cometieron 203 robos con fuerza, en 64 robos su objetivo fueron este tipo de negocios, mientras que el resto se cometieron en domicilios. La cifra supone un descenso en relación con los años anteriores. Un 34% menos que en 2019 con 98 robos con fuerza en establecimientos y otras instalaciones y un 22,9 % menos que en 2021 con 83 robos con fuerza.

Si nos circunscribimos solo a la capital, los números se reducen a 25 robos en comercios y bares lo que supone un descenso del 21,9% en relación con los robos cometidos en 2019 (32) y de un 34,3% en relación con los cometido en 2021 (38).

Son las cifras que se desprenden de la última estadística sobre criminalidad realizada por la Secretaría de Estado de Seguridad elaborada con datos del Cuerpo Nacional de Policía, la Guardia Civil y la Policía Local y que siguen colocando a Palencia entre las ciudades más seguras de España.

Sin embargo, como repiten constantemente las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, la seguridad total no existe, pero siempre se pueden minimizar los riesgos.

Por un lado con mayor vigilancia policial para disuadir a los cacos, como señala el subinspector de la Policía Nacional, José Luis López, que asegura que el descenso en los robos con fuerza responde al refuerzo de la vigilancia en determinadas zonas y a una mayor presencia policial en la ciudad para disuadir a ladrones y cacos. No hay que olvidar que Palencia tiene una localización muy apetecible para los ladrones que pueden huir con facilidad, señala. Además de la labor constante de información y concienciación ciudadana para que nadie deje su casa o su negocio más expuesto de la cuenta.

Y por otro, mejorando los sistemas de protección para ponérselo cada vez más difícil a los ladrones, como apunta el cerrajero Jorge Gutiérrez Camina, que no se cansa de advertir de la creciente sofisticación de los métodos empleados en los robos.

Bares y estancos son los objetivos más golosos para los cacos en Palencia, seguidos de comercios y supermercados, porque, como señalan desde la Policía Nacional, son negocios que se dedican a la venta al público y aquí lo importante es «hacerse con dinero contante y sonante y en el menor tiempo posible». Precisamente por eso, los bares son uno de los principales objetivos, por las máquinas tragaperras y de juego y porque saben que hay dinero en efectivo en la caja. Además para cometer el robo no hace falta una gran planificación, basta con tomarse un café para tenerlo todo ubicado y saber qué herramientas van a necesitar para reventar las máquinas, la caja registradora o la persiana metálica. Por el contrario, en los comercios no tienen tan claro que haya dinero en efectivo porque generalmente los dueños se llevan la recaudación diaria y a los ladrones ya no les interesa robar mercancías que tienen que colocar en el mercado. «Eso siempre entraña una dificultad, asumes un riesgo y no sabes si lo vas a colocar ni cómo te lo van a pagar», señala el subinspector de Policía. Por eso el dinero se convierte en el principal botín de los ladrones, tanto en los robos en establecimientos como en domicilios.

Lo que no ha cambiado demasiado son las formas de acceder a los establecimientos, y aunque todo depende de la habilidad del delincuente, siguen estando de moda los butrones, persianas reventadas y cerraduras forzadas, teniendo en cuenta que unos métodos requieren más planificación que otros. «Todo depende del sujeto o los sujetos. Hay gente que trabaja muy fino y otros que hacen verdaderas chapuzas», añade el cerrajero Jorge Gutiérrez Camina. En la mayoría de los robos que se cometen en establecimientos en Palencia se sigue tirando de palanca e incluso de radial, taladros y fresadoras, aunque también se hacen trabajos más fino para forzar las cerraduras, pero en general «se hace más destrozo» que en los robos en domicilios, también porque no les importa hacer tanto ruido. Siempre que no se trate de «un robo a la carta», puntualiza el cerrajero. «Esos son los menos porque requieren mucha planificación y los ladrones tienen que tomarse su tiempo», sostiene. Y en general, los ladrones van a lo más fácil, salvo que quieren entrar en un sitio concreto porque saben lo que se van a encontrar dentro.