El Renacimiento reivindica su esplendor en Tierra de Campos

Visitar las piezas más emblemáticas del arte sacro de la provincia de Palencia en los propios lugares donde hace siglos fueron concebidas. Con ese propósito, echaba a andar hace algún tiempo el proyecto Museo Campos del Renacimiento, una iniciativa que es ya una realidad con su apertura al público desde el próximo martes, 15 de junio. Durante este tiempo, se han realizado importantes labores de restauración en el artesonado mudéjar de la iglesia de Santa María de Fuentes de Nava, en la torre de Santa Eulalia de Paredes de Nava, o en el retablo de Cisneros, así como en muchas de las obras expuestas. Todo ello ha permitido acondicionar sus cinco sedes para idear «un museo territorial, permanente y sostenible» en cuanto a la preservación, conservación y difusión del rico patrimonio de la Diócesis de Palencia «no solo por su número, sino por su calidad y variedad estilística». Con estas palabras, el secretario técnico de la Fundación Las Edades del Hombre, José Enrique Martín Lozano, defiende la intervención realizada.

Fruto de la alianza entre la Diócesis y la Diputación, con la colaboración de la Fundación Las Edades del Hombre y el apoyo de la Junta de Castilla y León, el proyecto aspira a aumentar los activos turísticos de la zona oeste de la Tierra de Campos palentina. Sus piezas, que reivindican el legado escultórico, pictórico, orfebre, tapiz y documental del Renacimiento y la impronta de grandes maestros como Pedro Berruguete, Alejo de Vahía, Juan de Juni o Francisco Giralte, pueden admirarse en el templo de Santa María de Becerril de Campos; la iglesia de Santa Eulalia de Paredes de Nava; las de San Pedro y de San Primitivo y San Facundo, en Cisneros; y Santa María de Fuentes de Nava.

El itinerario expositivo, que conecta 50 kilómetros, nace de la unión de los museos parroquiales de estas cuatro localidades y ordena un inmenso catálogo artístico renacentista. El punto de partida es la localidad de Becerril de Campos. Allí el visitante se topará con la iglesia de Santa María, que acoge la propuesta expositiva 'Tierra de María', conformada por obras de Pedro Berruguete y Alejo de Vahía, y con tallas de Juan de Juni y Francisco Giralte. El director del Museo, José María Vicente, también destaca la relevancia arquitectónica del templo con ejemplos como el «magnífico púlpito del siglo XV con las yeserías muy elaboradas o el propio artesonado en el sotocoro».

La segunda parada de esta ruta es la iglesia de Santa Eulalia de Paredes de Nava. Su discurso expositivo, 'Cristo y su Iglesia', alberga un conjunto de pinturas, esculturas, documentos y orfebrería, así como una colección única de vestimentas litúrgicas. En palabras del director, «sobresale su retablo mayor extraordinario, una obra maestra de Pedro Berruguete que lleva por título 'Reyes de Judá', y 'El abrazo ante la puerta dorada', de Alejo de Vahía, una de sus obras más extraordinarias».

La tercera etapa conduce al visitante a Cisneros. 'Nuestra Iglesia' es el epígrafe de la propuesta de San Facundo y San Primitivo y la de San Pedro. En el primer templo se pueden interpretar las techumbres mudéjares y el segundo propone una mirada en tres bloques: la historia de la localidad, el arte desde esculturas y la orfebrería. Para José María Vicente, en San Pedro es reseñable el conjunto de sepulcros medievales y el retablo mayor de Francisco Giralte y en San Facundo, sus artesonados. El itinerario hace su última parada en Fuentes de Nava, donde la iglesia de Santa María sorprende por su artesonado mudéjar policromado o la escultura de la Asunción, de Alejo de Vahía.

Un discurso narrativo y homogéneo articulado en el uso de los colores oro y rojo contribuye a resaltar la belleza de cada espacio; la remodelación, tanto en mobiliario como en iluminación, y la introducción de elementos gráficos y dos soportes audiovisuales y multimedia (en Santa Eulalia y San Pedro) invitan al visitante a sumergirse en una de las épocas doradas para el arte español.

«Las cuatro localidades tienen un patrimonio de enorme riqueza que floreció durante el siglo XVI por la exportación de lana y la producción de cereales, entre otros aspectos. Pretendemos mostrar ese rico patrimonio de la Iglesia en Castilla y León y propiciar el turismo cultural, religioso, así como fomentar el empleo y dinamizar la comarca», afirma Vicente.

La inversión supera hasta la fecha los 1,3 millones de euros, aportados por la Diputación (800.000, el 62%), con la cooperación de la Junta (400.000, 31% del total) y la Diócesis, que ha invertido 100.000 euros (el 8% restante), además de ceder los templos y todas las obras de arte de su propiedad. De momento, ha generado ya cinco empleos directos.