Palencia
Pocos mecánicos y muchos cochesLa demanda de revisiones, urgencias para la ITV y averías por el calor colapsan los talleres, que adolecen de falta de personal y de relevo generacional
La actividad en los talleres mecánicos de Palencia entra en su punto álgido cuando llega el verano. Las altas temperaturas, las vacaciones y el calendario ... de ITV se conjugan para provocar una auténtica avalancha de coches buscando hueco para una puesta a punto. Lo que para muchos es época de descanso, para el sector supone el momento de mayor carga de trabajo del año.
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«Concentramos gran parte del trabajo durante estos meses. Supondrá alrededor del 60% del volumen de todo el año», reconoce Aitor del Hierro, responsable de Talleres Siper. Una afirmación que comparten la mayoría de profesionales del sector en la capital, donde las citas se conceden ya con semanas de antelación ante la saturación del servicio. «Estamos dando cita con alrededor de un mes de antelación. Todo el mundo quiere el servicio a la vez y es imposible hacer frente a tanta demanda», lamenta.
Las revisiones veraniegas se han convertido en una rutina habitual. «La gente suele aprovechar para poner el coche a punto antes de marcharse de vacaciones», confirma Miguel Ángel Garrido, desde Automoción Garrido. El problema es que esa preparación llega, muchas veces, tarde. «Tenemos muy poca cultura de previsión. Al final, vienen a última hora y con prisas para vacaciones o para pasar la ITV», señala Aitor del Hierro. El resultado, jornadas al límite con falta de manos y trabajo acumulado.
En los talleres palentinos el diagnóstico es similar, las puestas a punto, los mantenimientos rutinarios y las reparaciones de última hora copan buena parte del trabajo en julio y agosto. Cambios de aceite, revisión de frenos, correas de distribución o ruedas son operaciones que se repiten en bucle durante estos meses. «Un poco de todo eso es lo que más hacemos ahora en verano», indica Del Hierro. En Bosch Car Service Multimarca Iván, su responsable, Víctor Díaz, añade que «el porcentaje de trabajo siempre está alto, pero en verano se incrementa porque los coches viajan, los operarios cogen vacaciones y falta personal cualificado».
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Más allá de las revisiones rutinarias, el calor también deja sentir sus efectos en las entrañas electrónicas de los vehículos más modernos. «El calor es un enemigo muy fuerte contra todo el tema de electrónica del coche», asegura Miguel Ángel Garrido. Y añade que «las averías en aire acondicionado se han disparado, pero no hay muchos talleres especializados en ello. Lo más repetido siguen siendo las puestas a punto, pero también aumentan los temas de confort y la electrónica, que falla más en verano».
En este contexto, los talleres se ven obligados a reorganizar sus agendas, a veces rechazando clientes. «Antes atendíamos según venían, pero ahora hay que dar citas con antelación. Si tuviéramos el doble de personal, asumiríamos el doble de trabajo. Ahora mismo estamos rechazando mucho», lamenta Garrido. Víctor Díaz coincide: «Muchos ya se han acostumbrado a pedir cita con quince días de margen, pero siempre hay gente que no se acuerda y viene el último día. Procuramos atenderles, pero es complicado».
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Más allá del calor o las vacaciones, el gran reto que los talleres arrastran desde hace tiempo es la falta de personal cualificado. Los responsables coinciden en que el principal cuello de botella ya no es la carga de trabajo, sino la ausencia de manos para ejecutarlo. «Hay escasez en todos los sectores: mecánica, chapa, carpintería... Tenemos problemas para hacer frente a la demanda con esas prisas que tienen los clientes y la falta de personal», resume Aitor del Hierro.
Víctor Díaz refuerza esa percepción. «En nuestro caso tenemos una plantilla fija de toda la vida, pero ampliarla es complicado. Encontrar nuevos trabajadores es difícil porque cada vez se pierden más estas profesiones. Son horarios largos y ya no atraen». Un panorama que afecta también a otros oficios. «Es algo que pasa en todos los gremios: fontaneros, electricistas... Falta actitud y no se puede tener a una persona aprendiendo un oficio si te cuesta dinero y tiempo. Faltan ayudas para eso, no para la empresa, sino para que esa persona pueda formarse», añade Miguel Ángel Garrido.
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Falta de relevo
La falta de relevo dentro de los talleres puede vislumbrarse este mismo verano con Manuel Martínez Raposo como protagonista. Con 64 años y medio siglo de experiencia entre motores, se jubila este año tras comenzar a trabajar con apenas 14. «Antes se reparaba mucho, ahora es más intercambio», reflexiona. «Hay poca gente para trabajar y los que vienen de prácticas no tienen pasión por esto. No les gusta mancharse las manos», lamenta.
Para él, el trabajo siempre fue una vocación, algo que en la actualidad parece quedar muy lejos de la realidad. «A mí de pequeño me encantaba estar horas con los coches. Me lo pasaba bien manchándome. La gente ahora no viene con las mismas ganas y eso choca. Yo estoy con las mismas ganas que cuando empecé».
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A las puertas de un nuevo agosto, los talleres palentinos siguen ajustando tornillos y agendas con la vista puesta en un horizonte incierto. Entre la saturación de citas, el aumento de averías por calor y la falta de manos cualificadas, el sector afronta un verano complicado plagado de trabajo. Y mientras algunos veteranos se despiden con las manos manchadas de grasa y medio siglo de oficio, otros talleres cruzan los dedos para que aún quede quien quiera seguir el rastro del aceite sobre el asfalto.
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