Borrar
Miguel Ángel Ordóñez Gribaudo, con una de sus creaciones. Antonio Quintero

Paredes de Nava busca titiriteros

El director de la Casa de los Títeres está dispuesto, a sus 70 años, a enseñar el oficio para que se mantenga su legado

Marco Alonso

Palencia

Lunes, 9 de diciembre 2019, 21:35

Comenta

Cuesta imaginar el titular de arriba encabezando una oferta de empleo, pero bien podría hacerlo. Y es que, por extraño que suene, Paredes de Nava busca titiritero. El actual director de la Casa de los Títeres de la localidad terracampina, Miguel Ángel Ordóñez Gribaudo, cuenta con 70 años y teme que su edad le impida en el futuro seguir trabajando en la construcción de marionetas, títeres, gigantes y cabezudos como venía haciendo hasta ahora en un local cedido por el Ayuntamiento. Por eso está dispuesto a transmitir sus conocimientos a una persona que esté dispuesta a continuar con su proyecto, que le ha permitido, además, ofrecer funciones teatrales y mostrar sus trabajos a los visitantes en una exposición en la que se pueden admirar más de un centenar de creaciones del artista en una visita en la que el propio creador hace las veces de guía.

Miguel Ángel Ordóñez Gribaudo lleva toda una vida dedicada al teatro. Este argentino, natural de la ciudad de Córdoba, pronto decidió salir de su país para disfrutar de su pasión con la maleta llena de títeres de su creación. Ciudades de todo el mundo disfrutaron de sus trabajos hasta que, a punto de cumplir 65 años, su carrera se vio truncada por una fatalidad. La responsable de la compañía para la que trabajaba se quedó ciega y se vio obligada a cerrar, dejando a este profesor superior de Bellas Artes en paro.

La situación por la que atraviesa el teatro hacía inviable que Miguel iniciase un proyecto personal vinculado a su pasión y tuvo que reconvertirse en camarero para ganarse la vida. Trabajó durante algún tiempo en un hotel de Triollo, en la Montaña Palentina, pero la fortuna le fue esquiva en el sector de la hostelería. «Aquello era una preparación al suicido. No tenía ninguna salida de futuro», reconoce este hombre, al que un golpe de suerte le devolvió al mundo de los títeres que tanto añoraba. «Una noche, mientras estaba poniendo cafés y cubatas, un señor me preguntó que qué hacía yo detrás de una barra, sin ser camarero. Nos sentamos a charlar y le dije que tenía muy buenos proyectos, pero no podía canalizarlos. Ese señor me presentó al alcalde de Paredes y le mostré mi proyecto de creación de lo que es ahora la Casa de los Títeres. Luis Calderón me preguntó que cuánto valía mi colección, le dije que nada. Después, me preguntó que cuánto quería cobrar al mes por mis servicios y le dije que nada porque me quería jubilar y aquí estoy, trabajando 'ad honoromem', no cobro», apostilla.

Tras esas dos respuestas que salían tan baratas para el Consistorio, el alcalde decidió poner en marcha la Casa de los Títeres, que abrió sus puertas el 17 de febrero de 2017 y en la que se ofrecen visitas guiadas para escolares y grupos, así como servicios de montaje y producción de espectáculos, construcción de máscaras, gigantes y cabezudos. La colaboración que nació en una barra de Triollo ha dado lugar a un espacio que rezuma vida en Paredes de Nava, donde se ha trasladado a vivir un hombre que ha pasado por infinidad de lugares, pero que ha encontrado en este pueblo de menos de 2.000 habitantes el lugar perfecto en el que seguir disfrutando de lo que mejor sabe hacer.

Miguel Ángel Ordóñez Gribaudo solo tiene palabras de elogio para la persona que le ha permitido seguir viviendo de su pasión en Tierra de Campos. «Aquí el lujo que tenemos tiene nombre y apellido: Luis Calderón. Con otro alcalde, aquí no entraba ningún titiritero», recalca este trotamundos que ha encontrado el mejor lugar en el que retirarse sin dejar a un lado sus raíces. «Estas cosas tienen que estar patrocinadas de alguna manera porque son oficios en vías de extinción. Cuando yo desaparezca, espero que todo esto lo pueda seguir llevando alguien que quiera mantener este oficio», recalca.

Miguel, a sus 70 años, sabe que este proyecto depende de él, pero no está dispuesto a que la Casa de los Títeres deje de ofrecer funciones a grupos, talleres y actividades ligadas al teatro, ahora que Paredes pronto contará con un Centro de Artes Escénicas en el que diferentes administraciones invertirán 2,5 millones para su puesta en funcionamiento. Es por esa razón por la que Paredes busca titiritero, porque Miguel Ordóñez está dispuesto a enseñar el oficio a un aprendiz que continúe con su labor y que permita seguir funcionando a esta iniciativa que, como tantas otras en este país, nació en un bar y permitió a un trotamundos llegado de al otro lado del charco asentarse en un pueblo de Palencia. El anuncio no ha llegado a Linkedin ni a Infojobs, pero bien podría decir lo siguiente:Paredes busca titiritero. Razón: La Casa de los Títeres. «Del salario, mejor no hablamos», bromea Ordóñez.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Paredes de Nava busca titiriteros

Paredes de Nava busca titiriteros