Los palomares catalogados superan el millar en Palencia al descubrir nuevas construcciones
La octava edición del Meeting Terra Ibérica defiende la sostenibilidad de la arquitectura en tierra
Defender, preservar y fomentar la arquitectura en tierra. No solo por su innegable valor artístico o incluso de identidad territorial sino como ejemplo de sostenibilidad. ... Y demostrar que este material no tiene que limitarse a construcciones antiguas, ya que «con arquitectura de tierra también se puede hacer arquitectura contemporánea y moderna», subrayó este viernes la decana del Colegio Oficial de Arquitectos de León (COAL), que también alberga Palencia, Zamora y Salamanca, Eva Testa, durante la inauguración de la octava edición del Meeting Terra Ibérica, un congreso que se centra en la construcción en tierra cruda y el patrimonio sostenible.
Quiso reivindicar Testa que la arquitectura no es un lujo y que simplemente «es el lugar donde sucede la vida», a la vez que hacía hincapié en el adobe como material del futuro y hasta de la innovación, defensa que también continuaron los distintos expertos que participaron este viernes en el congreso que albergó el salón de actos del Palacio Provincial. Uno de ellos fue Carles Oliver, director técnico del Instituto Balear de Vivienda, que explicó la recuperación de la arquitectura tradicional y los materiales locales en la lucha contra el cambio climático, mientras que el chileno Marcelo Cortés mostró el uso de la tierra cruda como complemento a las estructuras metálicas en territorios sísmicos.
Sobre las construcciones en tierra, afirmó la presidenta de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén, que «si hay un lugar donde todo esto se entiende bien, es aquí, Palencia, con su extraordinario patrimonio cultural y arquitectónico. La provincia es un testimonio vivo de la riqueza, la belleza y la vigencia de la construcción en tierra, una técnica que no solo ha moldeado nuestros paisajes, sino que ha sido parte esencial de nuestra identidad como territorio».
La cita sirvió también para entregar los galardones de los cuartos Terra Premios Ibérica, que recayeron en 'Casa neutra', a cargo de NORO Estudio; la rehabilitación del Convento de San Francisco y la conversión de su Iglesia en Centro de Artes Escénicas, proyectada por la comisaria de Terra Ibérica, Pilar Diez; el programa de actividades educativas y de investigación impulsadas por la Asociación Taph Taph; y una mención en la modalidad de vivienda a 'Casa eterna', de Julio César Moreno, responsable de Funcionable Arquitectura.
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«Los palomares del Cerrato han sido una gran sorpresa»
La provincia goza de una arquitectura tradicional de primer orden, desde el Cerrato hasta la Montaña Palentina. «En ella, el territorio va cambiando, utilizando todas las técnicas y los materiales que produce el territorio y que podemos hasta ver de una forma histórica, en el que podemos llegar a esas construcciones romanas o vacceas que vamos descubriendo de tierra, a llegar al siglo XVIII o la arquitectura tradicional de los pueblos o las murallas», analizó Pilar Diez.
Dentro de esta construcción tradicional se sitúan los palomares, una seña de identidad local, que conforman el paisaje palentino y que se extienden con sus características constructivas desde la zona de Tierra de Campos y el Cerrato hasta los pies de la Montaña Palentina. Con el fin de preservar, difundir y restaurar estas edificaciones tan autóctonas arrancó en 2018 el proyecto 'Palomares de Palencia', que está coordinado por Pilar Diez y que nace fruto de la colaboración institucional entra la Diputación de Palencia y el Colegio Oficial de Arquitectos de León.
Basándose en el profesor Manuel Malmierca, quien realizó una gran labor de inventario de palomares, se contabilizaron casi 950 en toda la provincia de Palencia. Pero este dato que se contemplaba ha ido variando e incrementándose según se van documentando las zonas. «Hay alrededor de mil en la provincia. Lo que ocurre es que nosotros, con el seguimiento que estábamos haciendo, ya con la caracterización en el Cerrato, nos hemos dado cuenta que encontramos bastantes más, porque hay una tipología mixta. Así que el trabajo se ha multiplicado, que por un lado es una buena noticia, y por otro lado, más trabajo», aseguró la arquitecta.
Según desglosó los datos la presidenta de la Diputación de Palencia, hasta el momento están constatados 943 en total, de los cuales 730 se encuentran en Tierra de Campos, 136 en el Cerrato y 77 en la zona norte. «Creemos que van a subir a más. Hasta ahora tenemos 271 caracterizados, que es bastante, pero no dejan de ser 25 municipios los que hemos caracterizado entre Tierra de Campos, la ruta de Astudillo, Támara y Santoyo, el Camino de Santiago, y la zona sur del Cerrato», analizó Pilar Diez.
La tipología mixta de palomares a la que se refiere Pilar Diez que están descubriendo es «en la que el palomar está como compartiendo edificio con caseta, pero sí que es un edificio exento, sí que tiene una tipología bastante reconocible», señaló. Muchos de los edificios que van viendo por la zona del Cerrato, siguió explicando, tienen la capa exterior de piedra y una interior con adobe, donde se construyen las celdas. «Es otra forma de hacerlo, que tiene que ver con el material local. Y lo que parece que son casetas realmente tienen más altura, otra envergadura, y ese uso doble de, por un lado, palomar, y por otro lado, para casetas de aperos, animales, incluso con dos plantas», agregó.
Tras haber documentado ya casi trescientos palomares, han decidido continuar con una edición del trabajo realizado ya. «Hemos estado realizando un compendio de una publicación que va a salir a final de año a través de la revista colegial con las rutas que están ya documentadas. Creíamos necesario que este trabajo se reflejara en algún documento en papel, además de toda la documentación que está abierta en la web», afirmó.
Sobre la posibilidad de que los palomares sean restaurados –existen unas convocatorias de la Diputación– y tengan otros usos, Pilar Diez argumentó que «eso me parece fantástico. El tema es lograr mantener esas construcciones, lograr que pueda alguna, en caso de que no se esté usando, que pueda ser visitable. Y ahí es un poco la dinámica que se está haciendo».
Un material que no gasta energía para su fabricación
Se trata de tierra prensada o amasada, pero no cocida. Así de simple explica la arquitecta Pilar Diez la construcción en tierra. «La sostenibilidad está en que no se cuece, en que no gasta energía para su fabricación y eso lo encontramos en las viviendas de los pueblos», señala, a la vez que recuerda que en estas casas del medio rural en verano se huye de la ola de calor en las partes sombrías y en invierno conservan mejor las temperaturas altas. «Ese es el confort técnico de la arquitectura, cómo es capaz de que el material te devuelva el calor durante más horas cuando apagas la calefacción. Así el consumo de energía es menor», añade.
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