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Los palentinos cumplen con la tradición de recordar a sus difuntos con flores
La lluvia frena las aglomeraciones en el cementerio y espacia la llegada de los visitantes
No se han producido aglomeraciones en las entradas al camposanto de la capital palentina. Todo ha discurrido con una placidez poco habitual en una jornada ten emotiva como la del primer día de noviembre, festividad de Todos los Santos y, por tanto, día reservado para la visita a los cementerios.
Pero en esta ocasión, esas visitas para recordar a los seres queridos se han visto un tanto espaciadas y las llegadas se han ido transformando en un goteo, continuo, muy fluido por momentos, pero diferente al de ocasiones anteriores, cuanto toda la mañana se convertía en una verdadera aglomeración de personas, que abarrotaban las entradas al cementerio y colapsaban casi algunos de los caminos principales.
Pero esto no quiere decir que las visitas hayan sido escasas, puesto que han sido miles los palentinos que, como todos los años, se han acercado hasta el cementerio de Nuestra Señora de los Ángeles para depositar flores sobre las lápidas de sus seres queridos.
La limpieza de las sepulturas, una tradición también para muchas familias, se realiza también de forma habitual en los días previos y este festivo del primero de noviembre, se reserva para colocar las flores y ofrecer una oración a los difuntos. Aunque tampoco resultaba extraño este sábado encontrar a palentinos que, bayeta en mano, se esforzaban por adecentar el mármol de las lápidas, antes de depositar las flores.
Pero en esta ocasión, el complemento más utilizado en el cementerio de Palencia ha sido el paraguas, del que solo se han podido desprender durante la mañana en contadas ocasiones. De hecho, las misas que habitualmente se celebran al aire libre, debido a la nutrida presencia de asistentes, que dejan pequeña la capilla del camposanto, se han tenido que celebrar en el interior, a resguardo de la lluvia, incluso la del mediodía, oficiada por el obispo, Mikel Garciandía.
Y en el exterior del cementerio, en el camino de acceso, la Policía lo ha tenido en esta ocasión más fácil, puesto que la llegada de vehículos ha sido menos intensa. Se ha dirigido a los conductores a las zonas de aparcamiento próximas en la avenida de la Comunidad Europea, y se ha tenido que orientar también a algunos visitantes sobre los problemas de aparcar en zonas no habilitadas, por la presencia de barro, que prácticamente impedía el tránsito de los automóviles.