Ocho meses de incógnitas y campaña en Palencia

Se van a hacer eternos. Ocho meses de campaña electoral. Los partidos ya tienen la maquinaria totalmente engrasada y la mirada fija en los próximos comicios municipales y autonómicos (está previsto además que coincidan en mayo con las europeas). Aunque por el rabillo del ojo, intentan también no perder de vista lo que pasa en el Parlamento nacional, no sea que un máster malencarado o un doctorado sospechoso, o quizá un desacuerdo con el techo de gasto o con los dineros para las 'comunidades históricas' –me pregunto yo si alguna de ellas será más histórica que Castilla y León–, acorten aún más la fecha de la cita con las urnas.

Pero sea como fuere, en todo el ámbito político ya puede percibirse un claro tufillo electoral y cualquier puntada que en estos días comienzan a dar los partidos, está ya plenamente orientada a tejer esa tupida colcha con la que se arropan candidatos, programas, carteles y papeletas.

Y todo a pesar de que aún restan ocho meses para la convocatoria de las elecciones (triple cita en esta ocasión) y la mayoría de los partidos siguen aún sin definir los cabezas de lista de las diferentes candidaturas. Un claro ejemplo de esta situación es la capital palentina, en donde únicamente se ha puesto rostro a uno de los candidatos pertenecientes a uno de los partidos con opción de entrar a formar parte de la corporación municipal. Aunque la tendencia habitual en Palencia es la de que se presenten alrededor de una docena de candidaturas a la Alcaldía, históricamente son solo tres o cuatro las organizaciones que logran obtener representación. Así, en las últimas décadas únicamente el PSOE, el PP, Izquierda Unida (ahora integrada en la plataforma Ganemos) y Ciudadanos han conseguido las ansiadas actas de concejales. Y en estos próximos comicios cabe la posibilidad de que el melón se abra también a Podemos, que ha logrado en los últimos cuatro años afianzar su estructura en la capital palentina, con lo que han comenzado a dar los primeros pasos para configurar una candidatura electoral, bien en solitario o bien en confluencia con otras organizaciones próximas ideológicamente como Ganemos.

Por el momento, el único nombre que se ha desvelado es el de la candidata socialista, Miriam Andrés, secretaria general del PSOE palentino, que ya ocupa el puesto de portavoz en el Ayuntamiento de Palencia. En el resto de formaciones, la designación de los cabezas de lista se demorará todavía un tiempo. El PP será el primero en dar un nuevo paso, y se espera que el 31 de octubre se conozcan ya los nombres de todos los cabeza de lista de las capitales de provincia y de las candidaturas a los parlamentos autonómicos.

En Ciudadanos, estos nombres no se darán a conocer hasta el mes de enero, tal y como ha determinado la dirección nacional del partido. Mientras, Ganemos ha iniciado un complicado proceso de confluencias con diferentes grupos, en el que también se encuentra Podemos, por lo que aún es pronto para saber si ambas formaciones concurrirán bajo un único nombre o serán dos listas diferentes. Partidos como Izquierda Unida, Equo ya han determinado su integración en Ganemos. PCAS ha entrado también en las negociaciones, pero el principal escollo es la incorporación de Podemos a la plataforma, ya que debe definirse qué porcentaje de presencia tendrá el partido de Pablo Iglesias en la candidatura que se forme, en el caso de que finalmente se acuerde la integración electoral. Este proceso negociador se extenderá todavía largos meses y la candidatura, que se determinará mediante primarias, no se conocerá hasta bien entrado el año 2019.

Y poco después, en mayo, llegarán las tan esperadas elecciones y la formación de un nuevo gobierno municipal, tarea que se presenta cargada de incógnitas, no solo por la más que previsible atomización del voto entre las principales candidaturas, lo que seguramente, como ya ocurrió hace cuatro años, conduzca a la necesidad de pactos, sino también por la importante cantidad de grandes obras de infraestructuras que se encuentran en sus albores y cuyo desarrollo definitivo dependerá de la voluntad política del próximo gobierno municipal.

Abre, como desde hace décadas, ese listado la integración del ferrocarril en la ciudad, el llamado soterramiento, del que realmente no se sabe si podrá llevarse a cabo, ni si será corto o largo o no será. El Ayuntamiento se encuentra a la espera de que el Ministerio de Fomento tome una decisión definitiva sobre la viabilidad del proyecto. Hasta ahora el único estudio informativo aprobado establece un soterramiento de 2.740 metros, pero esta propuesta está cerca de quedar totalmente descartada por su complejidad técnica y su elevado coste. Por ello, se ha elaborado un nuevo estudio preliminar con una longitud de túnel del 760 metros, desde la avenida de Santander hasta el colegio de las Angelinas aproximadamente. Esta propuesta incluye una nueva estación de trenes, soterrada y reubicada, puesto que se trasladaría a los entornos de la llamada Estación de Pequeña Velocidad (junto a la pasarela de Villalobón). Esta propuesta del anterior Ministerio de Fomento supone un gasto de 216,3 millones de euros y ha logrado el consenso de todos los grupos políticos palentinos, pero un consenso negativo, en esta ocasión, ya que a todos los partidos les parece totalmente insuficiente, y el propio alcalde, el popular Alfonso Polanco, ha llegado a manifestar a los portavoces municipales un rechazo expreso.

Pero no solo preocupa el futuro del soterramiento, ya que hay otras grandes obras que dependerán del próximo gobierno municipal. La reforma de Los Jardinillos es una de las propuestas estrella del equipo de Alfonso Polanco y ya se ha contratado la redacción del proyecto, pero todavía no se han licitado las obras, con las que se pretende modernizar la principal entrada a la ciudad desde las estaciones de trenes y autobuses.

También en manos de la próxima corporación quedará el proyecto del Plan Director del Cristo. Es difícil que la redacción del proyecto esté terminada antes de que acabe el mandato, puesto que debe procederse a la licitación y los adjudicatarios contarán con ocho meses para terminarlo. Así que será el nuevo equipo de gobierno el que decida cuál será la imagen definitiva de los entornos de uno de los grandes símbolos de la ciudad.

Y no muy lejos del Cristo se alza también otro de esos proyectos inacabados que también depende de la voluntad política, en este caso no solo del Ayuntamiento, sino también del Ministerio de Fomento, administración que comenzó las obras. Se trata de La Tejera, para la que se ha elaborado un nuevo proyecto de 4,5 millones, y cuyas obras deben retomarse el próximo año, si se cumplen las previsiones del anterior Gobierno central.

En una situación parecida, se encuentra la propuesta de construcción de un nuevo acceso a la ciudad desde la autovía A-67, que debe entrar por el polígono industrial y conducir hasta la pasarela de Cardenal Cisneros. Acaba de licitarse la redacción del proyecto y todo indica que el Ministerio de Fomento está dispuesto a seguir adelante con el proyecto, que fue propuesto por el Ayuntamiento y que el próximo equipo municipal deberá respaldar también ante el Gobierno central.

Asimismo, desde el Consistorio se deberá el año próximo mantener una actitud plenamente reivindicativa ante la Junta para que se avance con diligencia en las obras del nuevo hospital.