Borrar
Interior del teatro Sarabia de Carrión de los Condes. El Norte
Noventa años de dramas y risas

Noventa años de dramas y risas

El teatro Sarabia de Carrión se inauguró el 21 de septiembre de 1927

césar ceinos

Carrión

Viernes, 22 de septiembre 2017, 12:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

El 21 de septiembre de 1927 quedó grabado en la extensa historia de Carrión de los Condes. En aquella jornada, se abrieron las puertas del gran edificio ubicado en la plaza del Marqués de Santillana, a pocos metros de la casa donde nació el autor de las Serranillas. Se trata del Teatro Sarabia, el recinto cultural que se construyó en la ciudad jacobea a iniciativa del empresario Serapio Sarabia Trigueros.

El inmueble se estrenó durante las fiestas mayores en honor a San Mateo con la representación de la obra La Pasión. El encargado de protagonizar esta función tan especial fue el actor y director valenciano Enrique Rambal. A este drama le siguieron numerosas actuaciones teatrales, hasta que en la década de los 30 de la anterior centuria llegó el primer proyector. A partir de entonces, en el Sarabia se disfrutó del séptimo arte. Inicialmente, las películas eran mudas, pero desde 1934 los espectadores pudieron mirar con atención las escenas y, a la vez, escuchar los diálogos y las bandas sonoras.

El tándem cine-teatro, tan común en muchos locales de estas características, como ocurre actualmente en el Ortega de la capital palentina, se prolongó durante más de 50 años, aunque siempre hubo espacio para otras actividades. Entre todas ellas, destacaron los espectáculos de variedades o los conciertos, por poner algún ejemplo, de Antonio Molina o La niña de la Puebla, como aún recuerda Mari Sarabia, nieta del fundador.

Para muchos carrioneses, la asistencia a esta sala cuando aún eran menores de edad significó el inicio de una nueva afición, según explica José Julio Diez Pérez en un artículo en el que rememoraba sus vivencias de la juventud en el pueblo y que aparece publicado en el programa de fiestas de 2003. También fue recordado con cariño por muchos pregoneros literarios que han pasado recientemente por él, ya fueran nacidos del municipio o alumnos foráneos que estudiaron en el antiguo colegio de San Zoilo.

Pero como bien representó Giuseppe Tornatore en la oscarizada Cinema Paradiso, el auge de los vídeos VHS -que, con la ventaja de conocer lo que vino después, es posible afirmar que han envejecido muchísimo peor que la gran pantalla- y el aumento de la oferta televisiva noquearon a muchos cines como el Sarabia. Por desgracia, el primer capítulo de este cuento se cerró en 1983. El futuro del edificio se teñía de negro...

En este caso, no hubo derribo, al contrario que en la película italiana. La historia tiene un final feliz. En 1987, el Ayuntamiento de la localidad, gobernado por Francisco Molina Salas, decidió comprar el inmueble para que siguiera siendo el eje de la programación cultural de la localidad. Tras firmar las escrituras, el consistorio apostó por reformar el interior. El local perdió sus señas de identidad, aunque solo temporalmente. La restauración mantuvo, en líneas generales, el aspecto que lucía durante la etapa de propiedad y gestión privada. Ahora, oficialmente, el aforo es de 430 personas, repartidas entre el patio de butacas, los dos palcos, otras tantas plateas y la zona alta, denominada anfiteatro, general, paraíso o, como se conocía y se sigue llamando coloquialmente, gallinero.

La reinauguración tuvo lugar en 1994, ya bajo el mandato del sucesor de Molina en la alcaldía, José Ramón Blanco Merino. Si para estrenar el edificio eligieron un montaje religioso, para la segunda puesta de largo programaron Carcajada Salvaje, una función protagonizada por Charo López y Abel Vitón. Ese mismo año, el consistorio entró a formar parte de la Red de Teatros de Castilla y León, lo que significó el inicio de un calendario anual estable que veintitrés años después sigue vigente.

La lista de grandes actores que han pasado por este monumento es amplia. José Luis López Vázquez, Juan Echanove, Verónica Forqué, Juan Antonio Quintana o José Sancho son varios de los artistas que conforman este elenco. A todos ellos hay que sumar también los nombres de los intérpretes aficionados que participan cada otoño en el Certamen Nacional del Camino de Santiago, así como a los escolares que participan en las funciones del colegio, a los músicos de la Agrupación Santa María del Camino o a los integrantes de la Coral Carrionesa, que año tras año demuestran su valía encima del escenario.

Según escribió Joaquín Sabina, el Atlético de Madrid, cuando alcanzó los cien años de existencia en 2003, ‘parecía más joven que El Niño (por Fernando Torres) que galopa por la banda’. El Sarabia, en cambio, no da la sensación de ser nuevo, pero, por el contrario, le sientan muy bien los años. Nueve décadas después sigue cumpliendo con su cometido como en el día en que se estrenó. De hecho, es uno de los pocos que sobreviven en la provincia de Palencia desde la primera parte del siglo XX.

Jesús González Gutiérrez, alcalde de Carrión de los Condes entre 1956 y 1969, publicó una pequeña reseña sobre el origen y desarrollo del Teatro Sarabia en el boletín oficial de San Zoilo de 2001. En dicho resumen, del que en parte es deudor el texto escrito en esta página, afirmó que los carrioneses llenaron la sala durante las primeras funciones al precio de 4,5 pesetas en butaca y 2 en general.

Además, habló de una divertida historia del día de la apertura. En una de las escenas de La Pasión, Dimas, el buen ladrón (el que está crucificado a la derecha de Jesucristo), le pidió a este momentos antes de morir que se acordara de él en su reino. A esta frase, el Señor respondió ‘en verdad te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso’. Entonces, un espectador sentado en la zona alta -conocida también como paraíso- gritó con gracia ‘pues ya puedes darte prisa porque aquí no cabe ni Dios’.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios