Borrar
La Montaña Palentina como alternativa de verano

La Montaña Palentina como alternativa de verano

Los hosteleros del norte de la provincia reconocen la grave pérdida de reservas por la crisis sanitaria, pero se muestran optimistas por las posibilidades de ocio seguro que ofrecen sus establecimientos

Nuria Estalayo

Aguilar

Jueves, 4 de junio 2020, 08:02

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La España vaciada ha sufrido con el mismo rigor la crisis sanitaria provocada por el coronavirus que en otras zonas mucho más densamente pobladas. El confinamiento domiciliario ha sido estricto e incluso algunos servicios han dejado de prestarse en los pueblos. Sin embargo, la desescalada está resultando mucho más llevaderas en esas pequeñas poblaciones que en las grandes ciudades y las perspectivas de salida de la crisis no resultan tan inquietantes, al menos para el mundo de la hostelería, puesto que esas circunstancias que en otras ocasiones resultan perjudiciales, ahora, precisamente, pueden convertirse en una gran ventaja. El aislamiento, la baja densidad de población o la escasa promoción turística son factores que en estos momentos de distanciamiento social, de preocupación ante posibles contagios, se entienden como elementos favorecedores, por lo que las llamadas comienzan a sonar en los teléfonos de los hosteleros y las reservas para los próximos meses empiezan a llenar los libros. Sin embargo, todavía faltan algunas semanas. Hace falta que Palencia avance en la desescalada y los hosteleros piden también concreción en las medidas que establezca el Gobierno.

Raquel Rodríguez.
Raquel Rodríguez.

Raquel Rodríguez Hotel Cildá de Olleros de Pisuerga

«Aunque haya miedo, incertidumbre y dudas, podremos salir adelante»

El Hotel Cildá es un pequeño hotel rural de seis habitaciones situado en Olleros de Pisuerga, localidad perteneciente al municipio de Aguilar de Campoo. Fue inaugurado en marzo del 2013 y «su recorrido hasta hace un par de meses ha sido bonito, tranquilo, con muchas experiencias vividas, muchas personas que ya forman parte de su esencia, y mucha ilusión. Es un proyecto que se hizo realidad gracias al apoyo de muchas personas y a muchos clientes que han conseguido que tenga vida», explica Raquel Rodríguez, quien, sin embargo, reconoce que en estos momentos, «la realidad es muy distinta a como queríamos que fuese. Pero aunque haya días de incertidumbre, miedo y dudas creo que podemos salir adelante. Será difícil, porque la situación lo es, pero confío en que salga bien, como lo hice hace siete años cuando empecé con el proyecto».

Esta hostelera confía en la responsabilidad de los españoles, así como en su amor por la vida. «Sabemos a lo que nos enfrentamos, sabemos que queremos salir de esto pronto y bien. También somos personas de celebrar, de disfrutar, de valorar, en definitiva de vivir. Podemos volver a hacerlo porque sabemos y porque nos lo merecemos. La Montaña Palentina tiene todo lo que necesitamos para ello; naturaleza, espacio, tranquilidad, y muchos rincones por descubrir», recalca, mientras insiste en que «siempre he valorado el turismo que recibimos porque pienso que es un turismo de calidad y por ello, esa calidad debe ser reciproca; debemos de ofrecer una seguridad y una tranquilidad para que además de que el turista se vaya encantado con una zona que merece ser conocida sepa que valoramos su decisión de destino para disfrutar de su tiempo».

Alicia González.
Alicia González.

Alicia González Piedra Abierta en San Martín de Perapertú

«Somos destinos ideales para recuperarnos»

Piedra Abierta es un hotel rural situado en San Martín de Perapertú, en el norte de Palencia, y está gestionado por una micropyme, una sociedad limitada laboral del mismo nombre. «Somos cuatro administradores, de los cuales ahora solo podemos estar uno dado de alta a jornada reducida para tareas administrativas», explica Alicia González, quien reconoce, sin embargo, que «nosotros cerramos las puertas al público incluso unos días antes de la declaración del estado de alarma y seguiremos cerrados hasta que las autoridades nos permitan su reapertura con todas las medidas de seguridad que nos recomienden poner en marcha».

El cierre ha supuesto una reducción absoluta de ingresos a lo largo de estos dos meses, pero los gastos fijos que un establecimiento de estas características tiene se han mantenido. «Este año lo damos ya por perdido. Reabriremos, cuando podamos, con mucha ilusión y sobre todo con todas las medidas de seguridad que permitan a nuestros clientes disfrutar tranquilos en este entorno de la Montaña Palentina que no solamente es espectacular sino propicio para pasar unos días en un lugar sin masificaciones. Tenemos la ventaja de que vivimos en pueblos pequeños, aislados, con poca gente y con grandes paisajes. Somos destinos ideales para poder curarnos de este confinamiento».

Tino García.
Tino García.

Tino García El Mayorazgo de Cordovilla la Real

«El turismo nacional puede salvar el caos»

El Mayorazgo es un conjunto de turismo rural integrado por tres casas de alquiler completo, ubicado en una de las edificaciones más singulares de Cordovilla de Aguilar situada a menos de diez minutos de Aguilar. Tino García y su mujer, Rosa, son los propietarios de estas casas rurales. Asimismo, ofrecen otros servicios de observación de la naturaleza, con su empresa Dosaves.

El año había empezado bastante bien. En enero y febrero habían contado con bastantes reservas, «tanto en las casas rurales que tenemos, como en las excursiones de ecoturismo que ofrecemos. El resto del año ya le teníamos casi completo, ya que trabajamos con muchos clientes extranjeros, la mayoría europeos y las reservas se hacen de un año para otro», explica Tino García, quien lamenta la pérdida de fechas tan importantes como la Semana Santa o el puente de mayo, «aparte de los grupos de botánicos alemanes e ingleses que por estas fechas ya teníamos reservados».

El hostelero reconoce que el panorama no es muy alentador en lo que se refiere al turismo internacional. «Las fronteras y el espacio aéreo van a estar muy restringidos y el acceso de turistas de otros países va a estar sujeto a mucho control y normativas nuevas que a día de hoy no se sabe nada de cómo van a ser. Sería necesario que hubiese una estrategia en común de todos los países, sobre todo los de la Unión Europea para seguir una misma línea. El turismo nacional es lo que puede salvar un poco este caos, aunque esto es una suposición porque no sabemos cómo quedará la economía con el paso de los días», señala.

Tino García también recalca que el turismo rural es un sector que está enclavado en la llamada España vacía y fuera de las grandes masificaciones. «Por esta razón, esta vez estamos mejor situados que el resto del sector hostelero».

Elena y Celia García, en el exterior del establecimiento.
Elena y Celia García, en el exterior del establecimiento.

Elena García Hotel Valentín de Aguilar

«Esperamos poder ir incorporando poco a poco a los trabajadores»

El emblemático Hotel-restaurante Valentín, construido en los años 60 por Valentín García y Celia Fernández, está regentado actualmente por sus tres hijos Elena, Valentín y Celia García Fernández «La verdad es que la situación es muy preocupante para  todos los sectores, y la hostelería está siendo uno de los más afectados. Tenemos toda la plantilla en ERTE y estamos a la espera de la normativa para que podamos ir poco a poco incorporando a los trabajadores», explica Elena García quien reconoce que «el cliente aún tiene miedo de posibles contagios y pasará tiempo hasta que vuelva la normalidad. Hemos descartado abrir en la primera fase y por la información que nos llega hay una gran parte del sector hostelero que, de momento, no ve viable abrir».

La hostelera señala que poner en marcha las instalaciones conlleva una serie de gastos que se podrían afrontar en las siguientes fases de la desescalada, «pero por ahora la gente necesita tener un poco más de confianza para volver a la vida social y reanudar todo aquello que se quedó parado al inicio de la pandemia. Aún no hemos pensado qué medidas vamos a tomar para la reapertura, ya que hay mucha desinformación e información contradictoria y estamos a la espera de que sea oficial para poder actuar en consecuencia. Día a día, nos vamos haciendo a la idea de las pautas que vamos a tener que llevar, pero aún esperamos a materializar todo hasta que veamos inminente volver a abrir, lógicamente con el margen de tiempo que nos permita que esto sea posible».

Los propietarios del hotel Valentín lo que sí tienen claro es que el distanciamiento social va a ser fundamental. «Por suerte tenemos amplios espacios para que esto sea factible para así poder hacer frente a la limitación de aforo. De todas formas, hasta que no dejen movilidad entre la población va a ser complicado. Hay muchos clientes que nos llegan de otras provincias».

Elena García también reconoce la pérdida de reservas. «Ha habido un alto porcentaje de cancelaciones, pero también es cierto que hay otro porcentaje que ha atrasado su visita a Aguilar para final de año o cara al próximo año. Hemos sido 100% flexibles con el cliente que ha decidido cancelar su reserva».

Begoña Moral.
Begoña Moral.

Begoña Moral Directora del hotel El Convento de Mave y de Dceres

«Ya hemos implementado todas las medidas para proteger al cliente»

«Para nosotros ha sido y está siendo un periodo de incertidumbre. Tenemos otro alojamiento rural, Dceres Estancias, que permanece abierto con la declaración de servicio esencial. Está al lado del Convento y es un hotelito rural que dispone de estudios, es decir, de habitaciones con cocina. Por lo tanto, para dar servicios esenciales de alojamiento está muy bien preparado», explica Begoña Moral, directora de El Convento de Mave y también de Dceres.

Esta hotelera explica que el alojamiento Dceres solo puede ser utilizado como servicio esencial, es decir, para trabajadores desplazados, personal sanitario y otros casos justificados, ya que lleva un control exhaustivo de la pernoctación. «No puede utilizarse para turistas, lógicamente, durante el estado de alarma. La ocupación está siendo más un servicio para estas personas desplazadas que necesitan alojamiento, que un negocio como tal». 

Por ello, en sus establecimientos ya se han implementado todos los protocolos que se deben de tomar para proteger a clientes y trabajadores frente a la covid-19, «por lo que cuando podamos abrir El Convento de Mave, para nosotros, ya será normal trabajar y actuar con estas nuevas y exigentes normativas. Se estima sea el 1 de julio, pero está por determinar, esperando noticias del Gobierno», recalca. 

La hostelera reconoce también que esta etapa, al igual que para el resto de alojamientos y restaurantes, está resultando muy complicada, precisamente por la incertidumbre y l falta de noticias. Eventos, reuniones, vacaciones cancelas o pospuestas sin fecha determinada... Por eso, cuando se pueda volver abrir, Palencia y la Montaña Palentina, si sabemos aprovechar la oportunidad y hacer una buena promoción, podemos salir muy reforzados turísticamente hablando. Alojamientos y restaurantes pequeños y de calidad dónde no hay problema de distanciamiento social, con espacios de naturaleza y patrimonio privilegiados», indica.

Sonia Huesca.
Sonia Huesca.

Sonia Huesca Casa rural La Corte de Nava de Santullán

«Cuando esto pase, este negocio saldrá reforzado»

Sonia Huesca, como la mayor parte de los hosteleros palentinos, lamenta profundamente la pérdida de toda la campaña de primavera. «Teníamos reservado el puente de San José, que lógicamente quedó cancelado al igual que la Semana Santa, y el puente de mayo y lógicamente a los clientes se les devolvió el importe adelantado», señala, al tiempo que expone su preocupación por la incertidumbre actual. «Hemos recibido alguna petición de ocupación para agosto, que no hemos confirmado, dado que ese mes mantenemos una reserva fija. Creo que el turismo rural verá incrementado su negocio, una vez superadas las incertidumbres sobre la movilidad de la población. En especial el turismo de alquiler completo, dado que no se comparten espacios comunes con otras familias o grupos diferentes».

Esta hostelera señala que los establecimientos de hostelería rural se adaptará con facilidad a las nuevas exigencias de seguridad, e intuye posibilidades de negocio para el futuro cercano. «No será traumático para las casas rurales, al contrario, en esta situación veo una gran oportunidad. El hecho de no compartirse lugares comunes con otras familias, las restricciones a la movilidad, así como el menor contacto físico por ubicarse en espacios poco poblados, hará que la gente las vea como la gran oportunidad vacacional para este año», señala, pero también indica que hay que saber adaptarse. «Deberemos tomar las lógicas precauciones: desinfección de la casa, colocación de dispensadores de gel desinfectante a la entrada, mantenimiento de las distancias de seguridad con los propietarios en el momento de la recepción y la despedida. Quizá también haya de adaptar la forma de pago, adquiriendo un TPV o priorizando el pago mediante transferencia bancaria para evitar el contacto físico con el dinero», explica.

«Sin embargo creo que, al estar ubicada la casa rural en una localidad muy pequeña y al ser de alquiler completo, no proceden otras medidas, como entrar a desinfectar o limpiar mientras estén los clientes, dado que eso es responsabilidad suya y es preferible evitar el contacto físico. Precisamente, este será un valor que se perderá en el turismo rural, como es la cercanía con el cliente. Pero lo que está claro es que sabremos adaptarnos para ofrecer lo mejor de nosotros».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios