Madrina de guerra, modista de la alcurnia y muy longeva en Cevico
La onubense Trinidad Bando Piñero celebra sus 104 años en la residencia de la localidad, donde vive desde hace una semana y está aclimatándose
Nació en el año de la caída del régimen zarista con la Revolución rusa, cuando habían transcurrido ya tres años de la Primera Guerra Mundial y en España reinaba Alfonso XIII. Trinidad Bando Piñero, natural del municipio onubense de Paterna del Campo, cumplió este miércoles 104 años en la residencia para mayores de Cevico de la Torre, donde vive desde hace una semana y está adaptándose a la convivencia con sus compañeros. Trinidad vivía en Venta de Baños en casa de su hijo Antonio desde que falleció su otra hija, Angustias, en 2020. Hasta entonces residía en Paterna junto a Angustias, después de que ambos hijos decidieran que no era bueno para su madre viajar cada cuatro meses de Huelva a Palencia para estar cuatro meses con cada uno, como empezaron a hacer a la muerte en 2007 del marido de Trinidad.
«Decidimos que se quedara con mi hermana en Paterna del Campo, pero, al morir, Angustias la traje conmigo y ahora no podíamos atenderla como queríamos, así que hace una semana la llevamos a la residencia de Cevico de la Torre», señala Antonio, que ayer visitó a su madre en el día que cumplía 104 años y que en esta primera semana, aconsejado por el centro, no ha frecuentado la residencia para ayudar a que su madre se aclimate más rápido a su nuevo hogar.
Trinidad y su marido, ambos de Paterna del Campo, se casaron en 1940 y en los años sesenta se fueron a vivir a Madrid, donde él trabajó en la construcción y ella, como modista. «Mi madre hizo vestidos de novia para gente de la alta sociedad, incluso para una marquesa o duquesa, creo», hace hincapié Antonio, que recuerda cómo Trinidad fue madrina de guerra en la contienda civil de 1936 en España. «Eran mujeres que enviaban cartas, paquetes de comida o calcetines tejidos por ellas a los soldados del frente para animarles. Mi madre se estuvo carteando con mi padre sin ellos saber quienes eran cuando él estuvo en el frente de Córdoba», señala Antonio, que cuenta cómo una sobrina pidió a Trinidad en una ocasión que fuese al instituto a contar a los chavales vivencias suyas y la charla, prevista para una hora, se alargó a dos porque estaban entusiasmados».
«Aprincipios de los ochenta mis padres se fueron a Sevilla a vivir porque tenían un piso allí y alternaban entre Sevilla y el pueblo porque a mi padre le encantaba el campo y a mi madre, la ciudad», añade Antonio, que incide en cómo su madre, a pesar de sus 104 años ya cumplidos, goza de una salud envidiable.
«Solo toma tres pastillas al día, y una de ellas es para el sueño y otra, un protector de estómago. Mi madre no ve bien, pero tiene la cabeza perfecta», señala el hijo de Trinidad, que nació también en Paterna del Campo pero que en 1985 fue destinado a Palencia como guardia civil (su hermana ya estaba en tierras palentinas desde principios de los setenta, cuando su marido, militar, fue destinado a la Comandancia de Palencia) y desde entonces vive en esta provincia.
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