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Viernes, 20 de mayo 2022, 00:09
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El Juzgado de lo Penal de Palencia dejó este jueves visto para sentencia el juicio contra un hombre de 48 años, J. A. M. R., para quien la Fiscalía elevó a definitiva su petición de pena de cuatro meses y quince días de cárcel e indemnización de 8.840 euros por un presunto delito de lesiones por imprudencia grave.
Los hechos se remontan a una fecha anterior al mes de agosto de 2019, cuando el acusado, que se dedica a la ganadería, según el fiscal, colocó en el camino público de Casajeros, próximo a la localidad de Cillamayor, un pastor eléctrico con la finalidad de delimitar las rastrojeras cuyo aprovechamiento le había permitido la junta vecinal. El pastor eléctrico atravesaba el camino y estaba constituido por una cinta conductora atada de una estaca a otra y con una altura de unos 90 centímetros, con tres trozos de plástico de color rojo y blanco a modo de señalización.
«El acusado, en vez de 'retranquearse' o enterrar el cable, actuó sin tener autorización para cortar un camino de uso público y colocó dicho pastor eléctrico, siendo plenamente consciente del paso habitual de ciclistas y vehículos por dicho lugar y llevando a cabo dicha acción sin guardar las mínimas precauciones y medidas de seguridad exigibles», señala el fiscal.
«El 2 de agosto de 2019, sobre las 12:45 horas, M. R. C. circulaba de manera correcta en bicicleta por el camino referido y al llegar al tramo de bajada cercano al cementerio se encontró de manera sorpresiva con el pastor eléctrico, provocando su caída y fracturándose el radio del brazo derecho, lesiones en el hombro y laceraciones en la rodilla», agrega.
La defensa entiende que los hechos no revisten características de delito y que debe dictarse una sentencia absolutoria sin perjuicio de que la parte reclamante pudiera acudir a la jurisdicción civil a reclamar lo que entienda conveniente, pero no con ocasión de delito dado, que se ha acreditado con tres testigos y, además, con los propios miembros de la Guardia Civil compañeros de profesión del lesionado, qué es común en la Montaña Palentina la colocación de pastores eléctricos cortando caminos para evitar que las vacas salgan a las carreteras así como también, en algunos casos, portillos de palos y alambre y en algunos casos pasos canadienses.
Todos estos elementos, con el mismo fin de evitar el tránsito del ganado hacia las carreteras y todos ellos también elementos peligrosos para ciclistas o transeúntes, que, según la defensa, tienen que ser conscientes de que cuando acuden a hacer deporte a caminos agrícolas no previstos para tal fin pueden tener percances tales como encontrarse con elementos tales.
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