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Calle Managua, en el barrio de Pan y Guindas. El Norte
El hombre que atacó con una catana a transeúntes en Palencia ingresa en Psiquiatría con vigilancia

El hombre que atacó con una catana a transeúntes en Palencia ingresa en Psiquiatría con vigilancia

El detenido, de 38 años y que tiene perturbadas sus facultades mentales, fue reducido por la Policía tras atemorizar al barrio de Pan y Guindas

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Domingo, 7 de abril 2019

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El hombre de 38 años que fue reducido el viernes por la fuerza por varios agentes de la Policía Nacional, después de que atemorizara a los vecinos de Pan y Guindas al transitar por el barrio con una catana en la mano amenazando a quien se iba encontrando por el camino, permanece ingresado en una unidad de psiquiatría con vigilancia policial, según se señaló ayer desde la Subdelegación del Gobierno.

El suceso ocurrió en torno a las 18:15 horas y la primera víctima fue una joven en la plaza Padilla, a la que amenazó con la catana. Le lanzó el filo varias veces, mientras gritaba «¡Hermano, hermano, hermano!», señalaba el viernes una vecina de la calle Managua que tiene una tienda de golosinas y que habló con la joven amenazada, que vive cerca de ella y que salió corriendo en dirección a su domicilio. Y en la calle Managua, el hombre de 38 años detenido por la Policía encaminó también el filo del arma blanca hacia un cartero que entregaba por la zona notificaciones urgentes.

El funcionario de Correos pudo esquivarle con su motocicleta y dio aviso a la Policía Nacional, igual que la joven a la que había atacado en la plaza Padilla. Hasta la zona de Pan y Guindas se dirigieron raudas varias patrullas en busca del hombre, que es vecino del barrio y que, al parecer, tiene perturbadas sus facultades mentales.

Cuando le localizaron próximo a su domicilio, mostró tal agresividad que los agentes de la Policía Nacional tuvieron que emplear toda la fuerza necesaria para reducirle. Les llegó incluso a atacar, hasta que pudo ser esposado y montado en uno de los vehículos policiales, siendo trasladado al hospital, ya que presentaba un gran estado de alteración.

Al parecer, la comunidad donde vive el detenido tiene miedo por las amenazas que recibe, y el hombre había tenido ya antes problemas por usar la violencia. Con su detención por la Policía Nacional, el barrio de Pan y Guindas respiró tranquilo.

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