El fiscal ve delito de homicidio imprudente en la colisión entre dos autobuses en Torquemada
Ocurrió el 18 de octubre de 2014 y tres pasajeros murieron, tres resultaron heridos graves y otros 19, leves, además de los dos chóferes investigados
La Fiscalía ha remitido a la magistrada del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 3 de Palencia un escrito en el que se reitera ... en su informe de fecha 19 de febrero de 2018 por ser urgente el dictado del auto de continuación del procedimiento abreviado, «por la gran demora en acordar tal resolución», en relación con los hechos ocurridos el 18 de octubre de 2014 a la altura del kilómetro 63,500 de la A-62, en el término de Torquemada, cuando dos autobuses colisionaron por alcance con el resultado de tres personas fallecidas, tres heridas graves, 19 leves (además de los dos conductores) y 29, ilesas. La Fiscalía entiende que hay datos suficientes que hacen suponer que «se está ante tres presuntos delitos de homicidio imprudente y de varios delitos de lesiones imprudentes», por lo que interesa que se continúen los trámites del procedimiento abreviado «para depurar la responsabilidad civil y penal» en que hayan incurrido los dos investigados, los chóferes J. M. S. G. (portugués) y M. J. C. A. (con carta de identidad francesa).
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El equipo de Reconstrucción de Accidentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil remitió el 30 de abril de 2015 un informe pericial con los datos de campo obtenidos en el lugar del suceso; la inspección ocular practicada a los dos vehículos implicados; el informe del tacógrafo realizado por el subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Palencia, y el resultado del programa PC-Crash de simulación de accidentes. En ese informe se detalla cómo los dos vehículo iniciaron sus respectivos trayectos en el área de servicio Las Lagunas, situada en el kilómetro 61 de la autovía A-62 (Burgos-Portugal). En primer lugar circulaba el autobús Van Hool, con matrícula francesa y que conducía M. J. C. A., seguido a continuación por el autobús Mercedes Benz con matrícula portuguesa y con J. M. S. G. al volante. Ambos vehículos detuvieron su marcha en el interior del carril de deceleración correspondiente al sentido de Portugal, en el kilómetro 63 de la A-62.
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«El motivo de la parada fue la entrega de una bolsa transportada en el autobús Van Hool al conductor del vehículo Mercedes Benz. Tras esta parada, el autobús Van Hool se incorporó a la circulación con la finalidad de efectuar una maniobra de cambio de sentido de la marcha, para lo cual se desvió en el paso elevado de la autovía hacia el carril de aceleración del sentido a Burgos, realizando una nueva parada en su tramo final al percatarse el conductor de que se debía entregar un datáfono al personal del vehículo Mercedes Benz», recoge el informe de la Guardia Civil.
«Durante el tiempo que duró este trayecto, el autobús Mercedes Benz reprodujo una trayectoria similar, interrumpida por el instante del choque. En la interacción inicial, el autobús Mercedes Benz circulaba a 61 kilómetros por hora. En ese instante, el vehículo Van Hool se hallaba en situación de parada. Tras el choque y producto de la energía cinética del vehículo impactante, el autobús Van Hool cambió su situación de reposo a otra de movimiento, acelerándose por el impulso recibido y alcanzando un pico máximo de velocidad postchoque de 25 kilómetros por hora», añade el informe, en el que la Guardia Civil subraya también que las pruebas empíricas realizadas permiten afirmar que el alumbrado y la señalización de la parte posterior del vehículo Van Hool «resultaba perceptible por el sentido de la vista para el conductor del vehículo Mercedes Benz de forma ininterrumpida en un espacio anterior de longitud igual a 150 metros», a pesar de estar carente de iluminación vial el carril de aceleración.
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«De haber mantenido un grado de atención permanente a la conducción, habría dispuesto de espacio y tiempo bien para decelerar el autobús y detenerlo ante el obstáculo que representaba en su trayectoria la presencia del autobús Van Hool, o bien para realizar un leve giro de volante hacia la izquierda y rebasar el obstáculo, acciones con las que habría evitado el choque», agrega el informe.
El equipo de Reconstrucción de Accidentes de la Agrupación de Tráfico, en sus consideraciones finales, afirma que la parada realizada por el autobús van Hool en el carril de aceleración de la autovía (fuera de las zonas habilitadas para ello), ocupando parcialmente la calzada y el arcén derecho, representó «un obstáculo para la circulación, constituyéndose en un gran riesgo para los ocupantes del propio vehículo y el resto de usuarios de la vía». «Dicha circunstancia se agrava además teniendo en cuenta el motivo de la parada (entrega de un datáfono), pudiendo haberse realizado la misma en una zona habilitada al efecto (área de servicio) sin entrañar riesgo alguno para la seguridad vial», añade el informe, que explica que la parada del autobús Van Hool fue efectuada sin conocer este propósito el conductor del vehículo Mercedes Benz.
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Desatención
«El análisis de las secuencias de espacio, tiempo y velocidad de los dos vehículos implicados, unida a la información proporcionada por la inspección técnica ocular del terreno, constata que la falta de percepción del conductor del vehículo Mercedes Benz, en relación a la situación de parada final del autobús Van Hool, «está directamente relacionada con una desatención en la conducción», detalla el informe.
En él se afirma que el choque entre ambos vehículos se produjo un segundo antes de alcanzar el vehículo Mercedes Benz la máxima velocidad en su proceso de aceleración (61 kilómetros por hora) y que las posibilidades de acción evasiva de su conductor «quedaron muy limitadas por los factores velocidad de circulación y tiempo de reacción». En consecuencia, se afirma que el conductor, considerando su punto de percepción real, consumió el área de maniobra disponible (16,94 metros) durante su tiempo de reacción. «Fueron sus propias condiciones de conducción las que motivaron que se produjera el accidente», concluye la Guardia Civil.
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