Tradición e innovación gastronómica en un tímido arranque de la Feria de Día

Las tapas cuestan 3,50 euros con bebida incluida, ya sea agua, refresco, cerveza con o sin alcohol o vino. Para que los palentinos y visitantes disfruten de los platos, se mantienen las mesas junto a las casetas. Asimismo, hay contenedores de basura para arrojar los residuos y aseos portátiles. La intención es mantener la zona lo más limpia posible.

«Llevamos dos días y medio preparando la caseta, se trata de un proceso complicado porque dependes mucho de los proveedores y sus horarios», explicó Mario González, camarero del bar Chapó, que repite un año más en la plaza de Pío XII. De hecho, los trabajadores de Chapó querían dejar todo listo el miércoles, pero les fue imposible. «Ayer estuvimos esperando dos horas a que nos trajeran las cámaras frigoríficas. Hay que rellenarlas, conectar la luz, estar pendiente del agua... Es mucho que preparar en poco tiempo», confirmó González.

Nueva Essencia es uno de los establecimientos que este año se ha animado a participar en la feria. «Estamos muy ilusionados y con muchas ganas de empezar», confesó Sara Asenjo, dueña del bar. En su caseta, trabajarán alrededor de diez personas, ya que Asenjo ha decidido ampliar la plantilla durante los sanantolines. «Hemos comenzado a preparar la caseta hoy a las 06:00 horas porque la hemos utilizado en las fiestas de Venta de Baños». El municipio del Cerrato les ha servido de preludio, allí han servido las mismas tapas. «Nuestros bocadillos, sobre todo el de calamares con salsa brava y ajonesa es uno de los favoritos de la clientela palentina», aseveró Asenjo.

El Club Jotaeme es otro de los establecimientos que ha decidido participar este año. «Lo hemos renovado, por eso queremos que la gente nos conozca», afirma Guillermo Ruiz, uno de los responsables del club. Las croquetas de bogavante y el pan bao con carne mechada y chorizo son algunas de las tapas más innovadoras que ofrece esta caseta. «La idea es cambiar un poco, aunque también tenemos patatas bravas que en el club gustan mucho», comentó Ruiz.

Daniel Blanco y Manuel Brágimo son dos de los palentinos que ya se han acercado a probar las tapas de la Feria de Día. «No es la primera vez que venimos, pero hacía muchos años que no cenábamos aquí. De momento, ya hay buen ambiente, así que esperemos que siga así», comentan los comensales.

Por otro lado, Casco Viejo es uno de los bares más veteranos en participar en la feria. «Llevamos ya 21 años y seguimos con la misma ilusión de siempre», expuso Roberto Pérez, dueño del bar. «Siempre preparo los mismos platos, pero el año pasado añadí uno nuevo llamado 'Tapa de Palomares', que lleva jijas con queso de oveja, adornado con un champiñón al ajillo», detalló el gerente. Además, es uno de los establecimientos que más opta por los productos locales.

La Cervecería Metropolitan es otra de las decanas de la feria, que ya lleva 18 años con su caseta en El Salón. «Aunque la gente pide tapas más elaboradas, lo que más demanda es la rapidez. Por eso, pedimos comprensión con los que trabajamos dentro de las casetas», recalcó Félix Teruel, dueño del bar. «Nuestra tapa 'La Bomba' es la que más gusta, pues consiste en una cinta de lomo rellena de jamón y queso con setas, bacon y pimientos», añadió Teruel.

Los hosteleros consideran que la bajada de temperaturas a partir de este viernes les va a favorecer porque los clientes estarán más dispuestos a pasar más tiempo en la calle. «Aunque a la hora del vermú se llena de gente, durante las noches siempre hay más afluencia debido a los conciertos», coinciden los bares. Las familias y las parejas son el público habitual de la Feria de Día, tanto los fines de semana como los días de diario. «Muchas personas están de vacaciones, además a las ocho de la tarde la mayor parte de la gente ya ha salido del trabajo», concluyó el camarero de Chapó.