Un asturiano que se siente palentino de adopción

Llegó a Palencia hace cuatro años como su primer destino como abogado del Estado. Recientemente, dejaba la ciudad para afrontar un nuevo reto en Barcelona. Un tiempo en el que le ha dado tiempo a sentir la ciudad como suya, e integrarse en la vida palentina como un ciudadanos más. El abogado del Estado, Ignacio Bordiú García-Ovies, fue elegido por la Concejalía de Cultura Turismo y Fiestas del Ayuntamiento para pronunciar el pregón literario de las Ferias de San Antolín. Una cita que tendrá lugar el día 24 de agosto, a las 20:30 horas, en el Teatro Principal.

Este asturiano de 32 años ha ostentado la plaza de abogado del Estado jefe en Palencia, se ha integrado a la perfección en la ciudad y, ahora, emprende un nuevo proyecto en Barcelona, sintiendo nostalgia de lo que ha sido su vida en Palencia. Se muestra “ilusionado” con su nombramiento de pregonero literario que supone “un honor inmenso”. En su presentación en el programa oficial de las fiestas de Palencia, Bordiú cree que la designación en “un premio muy superior a lo que yo haya podido aportar a la ciudad”. En cualquier caso confiesa que durante su experiencia de cuatro años en Palencia “no solo he residido , sino que he tratado de conocer e integrarme en Palencia a través de amigos y gente de diferentes ámbitos”.

No esconde que es toda una responsabilidad el convertirse en pregonero literario de las fiestas de San Antolín. Una designación que valora «es muy difícil de alcanzar» y por lo tanto, su deseo es «estar a la altura» durante ese momento tan especial que supondrá una especie de despedida oficial de la ciudad que ha sido su casa en estos últimos cuatro años . Un ciudad que, según confiesa, no olvidará en la nueva etapa profesional y personal que acaba de emprender en Barcelona.

En sus años de vida en Palencia, Ignacio Bordiú ha prestado su colaboración con la Abogacía del Estado de León y ha apoyado en asuntos tributarios a la de Burgos. Además, compatibilizó su puesto en Palencia con el de Zamora, de febrero a septiembre del año 2000. A pesar de su Adiós a Palencia, su nombre estará siempre ligado a la ciudad.

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