Ara Malikian deleita con su violín a pesar del excesivo calor en Palencia

Con una energía desbordante, el violinista abría así el ciclo de conciertos programados por San Antolín, siendo esta la primera gran cita de la semana festiva que dará comienzo este viernes de forma oficial con el pregón popular del capitán del equipo de baloncesto Zunder Palencia, Chumi Ortega.

Y es que, si algo caracteriza al músico internacional es la capacidad de conexión que logra establecer con el público desde el comienzo del espectáculo. Una simbiosis muy similar a la que tiene con el violín, el instrumento que le ha catapultado a la fama a nivel mundial como si de una estrella de rock se tratase. «Tanto mi equipo como yo estamos muy contentos de volver a tocar frente a vosotros, de volver a Palencia. Teníamos muchas ganas de estar con un público tan inspirador. Os queremos», expresaba el artista durante la primera parte de la actuación y tras recibir los primeros aplausos.

Presumiendo de un estilo único, desde pocos minutos después las diez de la noche, Ara Malikian deleitó a los asistentes que se han dado cita en un pabellón que ha permanecido en silencio –a excepción del sonido de los abanicos– de una actuación que dejó solo espacio a las composiciones interpretadas por el artista.

Calor, mucho calor, el que se sintió durante toda la noche en el espacio escogido como escenario y que congregó a casi 2.000 personas, que tuvieron que hacer largas colas para poder acceder a las sillas habilitadas en la zona de pista así como a las gradas. Según datos de la organización, el 30% del aforo se ha vendido en los últimos tres días.

Un recital que también ha contado con un elenco de músicos de primer nivel como Iván 'Melón' Lewis (piano), Iván Ruiz Machado (bajo), Georvis Pico Milán (batería) y Dayan Abad Abad(guitarra). Un cuarteto de esencia cien por cien cubana que, junto con el violinista, ha desplegado un impresionante espectáculo.

Este nuevo viaje musical ha sido, en palabras del propio artista, «el resultado de ver crecer a mi hijo, el resultado de mi crecimiento a su lado; es todos esos sonidos y melodías que intentan darle forma a lo que he sentido y me ha inspirado de él y de la vida a través de él. Es un encuentro con el niño que no pude ser y hubiera soñado ser».