Ana de Miguel Álvarez, en el campus de Palencia. Almudena Álvarez

Ana de Miguel Álvarez | Profesora Titular de Filosofía moral y política

«El feminismo unió a hombres y mujeres, el reto es no dejar que las redes los separen»

«Vivimos un retroceso lento y sistemático, han vuelto los valores de la virilidad, del combate, del boxeo», lamenta la filósofa

Martes, 4 de noviembre 2025, 09:44

Veinticinco años después de la creación de la Cátedra de Estudios de Género de la Universidad de Valladolid, la filósofa Ana de Miguel, una de ... las voces más reconocidas del pensamiento feminista español, repasa la evolución del feminismo y los desafíos que afronta en la era digital.

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-¿Han cambiado los retos del feminismo desde que se creó la Cátedra?

-Muchísimo. En el año 2000 estaba todo por hacer. Ni siquiera existía una ley de violencia de género. No se entendía que la violencia contra las mujeres fuera un problema estructural, vinculado a la cultura y a la desigualdad, y no una cuestión pasional o de mala suerte. Han pasado 25 años y hemos avanzado mucho, pero ahora vivimos un retroceso lento y sistemático. Han vuelto los valores de la virilidad, del combate, del boxeo. Las redes y los videojuegos han reavivado ese viejo imaginario de los chicos guerreros y las chicas hipersexualizadas.

-¿Cree que el auge del machismo digital es una reacción a los avances?

-Sí, absolutamente. En internet se ha generado una especie de contracultura que glorifica la guerra y desprecia la igualdad. Solo hay que mirar a ciertos líderes globales que legitiman conductas impensables hace dos décadas. El presidente de Estados Unidos puede decir que si eres rico y poderoso puedes poner las manos a las mujeres donde quieras. Es preocupante ver cómo chicos muy jóvenes, con millones de seguidores, difunden discursos de odio disfrazados de entretenimiento.

-¿Cómo puede responder el feminismo ante esa reacción?

-El principal reto ahora es no retroceder. España y América Latina son los lugares donde más ha calado el feminismo, y eso se nota en la sociedad, pero hay que cuidar ese logro. El feminismo fue, históricamente, el puente que unió a hombres y mujeres. Durante siglos ellos vivieron en el espacio público y nosotras en el privado. El feminismo permitió que esos caminos se encontraran. El peligro es que las redes vuelvan a separarlos desde la infancia. Hoy los niños y las niñas no comparten referentes, ven cosas distintas, aprenden valores distintos, y eso polariza.

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-¿Qué papel tienen las nuevas generaciones en este contexto?

-Los jóvenes tienen que reaprender el mundo, como lo hicimos todos. No se les puede pedir cuentas, porque están descubriendo. Pero sí se las pediría a quienes, desde la política o la universidad, fomentan divisiones dentro del propio feminismo. Las chicas no van a volver atrás, y los chicos deben entender que el feminismo no es su enemigo, sino lo que ha permitido que sus madres, hermanas e hijas tengan una vida mejor. Ese es el verdadero sentido del feminismo, construir juntos una sociedad verdaderamente democrática.

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