Borrar
Consulta la portada del periódico en papel
Alfredo Barcenilla, junto a parte de su colección.

Ver fotos

Alfredo Barcenilla, junto a parte de su colección. Luis Antonio Curiel

Antigüedad, de la tierra y el barro

La casa de Alfredo Barcenilla acoge una colección etnográfica ambientada en una vivienda típica cerrateña

luis antonio curiel

Antigüedad

Sábado, 15 de septiembre 2018, 17:57

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hay hombres ilusionados que viven con pasión su jubilación, aportando su granito de arena al pueblo que les vio nacer. Es el caso de Alfredo Barcenilla Barcenilla, que este año ha vuelto a organizar una exposición etnográfica ambientada en una especie de casa-museo en la que el visitante retrocede en el tiempo.

La primera aventura expositiva la inició en 2015 con una muestra dedicada a sus recuerdos familiares junto a una importante colección de óleos dedicados al mundo rural. Al año siguiente dio un paso más, ambientando la casa con camas y nuevos enseres, completando la exposición con varios bodegones. El año pasado, Alfredo dio un cambio a la Casa-Museo sita en la calle Sur, 16, de Antigüedad, incorporando nuevas piezas y dedicando un amplio espacio a la Cofradía de Ánimas de Antigüedad, de la que ha recopilado numerosas piezas.

Este año, la muestra lleva el título 'De la tierra y el barro', dando un especial protagonismo a las piezas de alfarería castellana. De este modo, la exposición cuenta con numerosas tinajas, ánforas, orzas, jarros, jarrillos, botijas, botijos, botellas, orujeras, calienta-camas, orinales, pucheros, concos, cazuelas, barreños, tejas y un sinfín de piezas que recuerdan la importante tradición alfarera de la comarca. De hecho, algunas piezas conservan la inscripción original de su realización en Baltanás. Entre los objetos expuestos destaca una vasija romana encontrada en Antigüedad hace varias décadas y que ha sido cedida temporalmente por la familia para la exposición de este año.

La muestra se localiza en el corral de Simón y Jacinta, padres de Alfredo. Un espacio que este antigüedeño ha recuperado con esmero para para recrear el ambiente de las casas típicas cerrateñas. «Al fallecer mi madre empecé a prepararlo, pues este espacio era el corral donde estaban las gallinas, pollos, cerdos y conejos. Rehabilité el edificio para colocar muchas de las piezas que tenía recopiladas y cada año organizo una nueva exposición durante el verano, por la que pasan cientos de cerretaños. He trabajado mucho, pero el resultado ha merecido la pena y la gente está disfrutando con estos recuerdos familiares del pasado», señaló emocionado Alfredo Barcenilla.

Así, en la planta baja, el visitante puede disfrutar del corral típico castellano con su portón restaurado y numerosos aperos de labranza junto a utensilios domésticos. Distintos tipos de ubios o yugos, bieldos, arneros o cribas, cabezadas y colleras conviven con la importante colección alfarera, temática protagonista de este año.

Una réplica del birria

Una réplica del traje del birria junto a la bandera dan la bienvenida al visitante a su llegada a la primera planta. Estas piezas están relacionadas con la Cofradía de Ánimas que tenía una misión especial con motivo del Carnaval. Esta primera planta de la casa también recoge los elementos típicos para elaborar la matanza y el queso. Desde la máquina para picar y hacer chorizos con sus correspondientes elementos hasta el hilo para atar o las ollas para conservarlos. Alfredo cuenta con una mesa para la elaboración del queso con sus aros y cinchos. Este espacio cuenta con una rueca para hilar y un uso; un alfiletero; las agujas y leznas para coser colchones, calcetines y cuero; una báscula para pesar sacos; la piedra con el duerno para lavar; la tarja para llevar la cuenta de los panes; varias muestras de punto de cruz; latas y una cascadera de piñones elaborada en la infancia por el propio Alfredo. Una de las piezas más entrañable es la gaseosa de la fábrica local de Clavero, que no pasa desapercibida para el visitante gracias a las apasionadas explicaciones de Alfredo. Este espacio cuenta con taburetes y una mesa-velador en la que puede verse el árbol genealógico de la familia de Alfredo Barcenilla y Angelines Prior. La muestra se completa con una colección de sartenes decoradas y otra de cestas.

En la planta superior se encuentran las sacas de Correos de su tío Fernando fechadas en 1961 y 1963, además de varias sacas bordadas que pertenecieron a su abuelo Florentino Barcenilla y a su padre Simeón. Este espacio alberga, además, el dormitorio con su cama de forja con la colcha y mudas de época, la mesilla de noche, el crucifijo, las palmatorias, el despertador, un orinal y el lavabo típico. También hay varios recuerdos familiares; los jabones elaborados a mano; los últimos ajos que tejió su padre hace 16 años; un hachero; baúles y arcas; distintos tipos de planchas; almireces; relojes y pitilleras de la familia; fiambreras; un transformador; los juegos de la infancia como las tabas, peonzas y el parchís; garrafones; sillas; orinales; el sofá de sus abuelos y mantas confeccionadas en Tórtoles. Además, este espacio alberga distintas cajas y cuadros elaborados por Alfredo en la escuela de Antigüedad. Una muestra de óleos completa la exposición. «Mi intención es que demos valor a las cosas que tenemos en los corrales y desvanes. En mi caso, clavo que veo, clavo que cojo, pues siempre puede valer para alguna cosa. Espero que esta muestra sirva para inculcar los valores familiares y del ayer a las nuevas generaciones. Agradezco la buena acogida que esta exposición está teniendo entre los cerrateños y la colaboración de varios donantes que han aportado algunas piezas para enriquecer la muestra», destacó Barcenilla.

La casa de Alfredo Barcenilla podrá visitarse hasta finales de septiembre, con motivo de las fiestas de Garón, de 12 a 14 y de 18 a 20 horas, en la Calle Sur, 16, de Antigüedad. También puede concertarse la cita en el teléfono 619688633. Este edificio conserva parte de su decoración original en adobe con las latas y vigas típicas de las construcciones castellanas. Por este espacio han pasado ya centenares de cerrateños que se han emocionado al revivir, un año más, los recuerdos de su infancia y juventud.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios