La alcaldesa pide a la patrona «diálogo y consenso para los que tenemos la tarea de gobernar»
Miriam Andrés lamenta en su ofrenda a la Virgen de la Calle que «la realidad en la que vivimos cada vez más globalizada no ha servido para acercarnos en lo humano»
La patrona, la querida Virgen de la Calle, la Morenilla, la fiesta de las Candelas. Cada 2 de febrero, Palencia se vuelca con su patrona ... en «una fiesta tradicional que aglutina los ingredientes de fe, convivencia y fraternidad». Así lo ha expresado la alcaldesa de Palencia, la socialista Miriam Andrés, nueva en esta tarea de ser portavoz de la ciudad -ya que fue elegida como alcaldesa el pasado mes de junio- y elevar peticiones a la patrona, no materiales, también lo ha dicho sino espirituales, porque «los que ostentamos responsabilidades públicas tenemos que trabajar para suplir esas necesidades, lo que nos afecta a todos, independientemente de lo que somos o tenemos», ha afirmado la alcaldesa.
«Te honramos con la devoción de un pueblo que a lo largo de los años y a través de sus representantes ha venido depositando en ti la confianza para atender las plegarías por sus necesidades y los agradecimientos por sus logros. Espero que las peticiones que voy a trasladarte en voz alta coincidan con las de la mayoría de tus fieles. Desgraciadamente, la realidad en la que vivimos cada vez más globalizada no ha servido para acercarnos en lo humano. La historia, en más ocasiones de las deseadas se repite, y vemos como resurgen conflictos anacrónicos, guerras superadas y nacionalismos cerrados, en la sociedad más conectada de la historia, nos encontramos más solos que nunca y esta consecuencia la pagamos todos pero la sufren los más vulnerables», ha lamentado la alcaldesa.
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Y como eje de sus peticiones, la regidora ha pedido a la patrona «intercesión para que los que tenemos la tarea de gobernar ciudades y naciones lo hagamos a través del diálogo y la búsqueda de consensos, sabiendo que esta vía es más ardua que la confrontación porque exige ofrecer argumentos donde bastaba con declaraciones de principios. Ayúdanos a servir de ejemplo de convivencia y aléjanos de la polarización y el sectarismo que impide el desarrollo de políticas basadas en el interés general», ha implorado Miriam Andrés deseando que el amparo que pida el próximo año a la Virgen de la Calle en nombre de todos los palentinos sea «habiendo sido mejores personas y ejemplo de fraternidad social».
La alcaldesa de Palencia ha pedido especialmente por los niños, fundamentalmente los de otros países que sufren las consecuencias de la guerra o el hambre, por quienes «con sufrimiento y desesperación emprenden con niños travesías imposibles en busca de un futuro mejor, la muerte en vida de quienes pierden entre bombas a sus pequeños y la impotencia de quienes en nuestra sociedad abren el frigo con la poca esperanza de encontrar alimentos o viven bajo los umbrales de la pobreza que les priva de una vida llena de inseguridad».
No se ha olvidado tampoco Miriam Andrés de las personas mayores, «aquellos que construyeron la sociedad que disfrutamos hoy, porque muchos de ellos viven situaciones de dolorosa soledad no deseada, con menos afecto y cercanía en el ámbito íntimo, con poca proximidad a amigos y familiares y con un sentimiento de infravaloración social con consecuencias muy negativas en su calidad de vida».
La ofrenda de la alcaldesa a la Virgen de la Calle en la eucaristía celebrada en la Catedral a mediodía también ha incluido una plegaria por los enfermos «y especialmente por quienes sufren problemas de salud mental que además cargan con un estigma público que se manifiesta a través de prejuicios y estereotipos que lastran su desarrollo social. Queremos acordarnos de todos los que sienten los miedos y la inseguridad de sentirse abandonados por el sistema ya sea por privaciones materiales o humanas, por ellos debemos centrar los esfuerzos e intentar que se sientan parte de la comunidad«. Para ello, ha tomado unas palabras del Papa Francisco que hacen especial referencia a las mujeres, »donde en muchos lugares aún su realidad está lejos de reflejar que tienen la misma dignidad e idénticos derechos que los hombres y por las que también en nuestro país, en nuestra ciudad y en nuestro entorno sufren la lacra de la violencia de género que acaba con sus vidas y cada vez más con la de sus pequeños«, ha agregado la regidora.
Las peticiones de la alcaldesa han sucedido a las del obispo en una fiesta religiosa que había arrancado con la bendición de las candelas en la iglesia de la Compañía, donde habitualmente está la Virgen de la Calle, que tras la bendición fue trasladada a la Catedral para la celebración de la eucaristía. En el camino, la procesión relució con los trajes tradicionales palentinos, y estuvo arropada por los integrantes de las peñas, los grupos de danzas y también por los representantes políticos de las diferentes instituciones y administraciones públicas. Y delante de todos ellos, el símbolo festivo por excelencia, el conjunto de gigantes y cabezudos que amenizan cada una de las celebraciones populares de la capital palentina.
La procesión ha vuelto a formarse tras la misa en la Catedral, esta vez ya sin las candelas encendidas, en un camino de retorno a la iglesia de la Compañía, por una Calle Mayor abarrotada deseosa de contemplar el cortejo, engrandecido por la coronada figura de la Virgen de la Calle, tan morenilla, tan pequeña, tan venerada y tan querida por los palentinos, especialmente cada 2 de febrero.
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