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José María Díaz Díaz
Jueves, 21 de mayo 2015, 22:45
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Aunque en la junta de portavoces previa a la celebración del pleno los representantes de todos los grupos se mostraron de acuerdo en que este último pleno ordinario del mandato debería desarrollarse con tranquilidad y sosiego, finalmente no se pudo cumplir este deseo y el desencuentro enconado se impuso sobre los discursos moderados. Primer asalto en la parte referida a la liquidación del servicio de transporte urbano, para culminar con un duro enfrentamiento entre la concejala de Urbanismo, María Álvarez, y el edil socialista del ramo Luis Muñoz, ambos colegas de profesión, pero con puntos de vistas ayer totalmente contrapuestos. Y respaldando la postura socialista, el concejal de IU, Juan Gascón, con lo que no fue posible alcanzar ningún acuerdo y la propuesta sobre la modificación de las normas urbanísticas del casco histórico de Palencia tuvo que recibir su aprobación inicial a golpe de la mayoría absoluta que mantiene el PP.
Y fue precisamente este uno de los detalles reprochados por los grupos de la oposición, que recriminaron al equipo de gobierno que había querido introducir en el debate plenario este expediente, sin que, desde su punto de vista se hubiera debatido suficientemente, con el fin de aprovechar esa mayoría absoluta para darle la aprobación inicial, puesto que los resultados de las próximas elecciones, a estas alturas ya tan cercanas, resultan sumamente inciertos.
Gascón reprochó que «falta debate social» y abogó por la necesidad de que un cambio en el casco histórico de la ciudad «es patrimonio de todos los vecinos y no solo de los técnicos en la materia». Por ello, indicó que no entraría a debatir el fondo de la propuesta y se limitó a demandar más debate y participación ciudadana.
Más vehemente en sus críticas fue el edil socialista quien reprochó a los populares que en pocos días hubieran cambiado de opinión sobre la inclusión del tema en el orden del día del pleno. «No entendemos este cambio de rumbo. ¿Por qué este abandono de la actitud democrática?», preguntó Luis Muñoz, quien indicó que se trata del peor momento posible para debatir un tema de este calado, al encontrase inmersos en una campaña electoral, donde, según indicó, no reinan «ni la tranquilidad ni el sosiego». Luis Muñoz insistió en que no se trata de críticas referidas a aspectos técnicos sobre las modificaciones urbanísticas que se plantean, sino sobre las formas utilizadas por el PP para sacar adelante su propuesta.
Muy dura, María Álvarez optó en principio por defender el contenido la propuesta, especificando que se trata de modificaciones necesarias para facilitar la rehabilitación de los edificios del casco histórico y estimular la actividad económica del sector de la construcción en la ciudad. «Se actúa porque entendemos que es bueno para la ciudad», indicó la edil popular que retó a que le expusieran alguna crítica referida a cuestiones técnicas y no se limitaran a intentar «poner palos en las ruedas de la actividad del equipo de gobierno».
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