Un gran escultura recordará a José María Hernández en la Senda de Ursi

Políptico es un término que en la historiografía del arte designa a una pintura dividida en múltiples secciones, distribuidas en torno a un panel central. La Senda de Ursi cuenta de ayer con un políptico, pero de esculturas. Se trata de la escultura número 41 de las que salpican once kilómetros de un ruta que recuerda al escultor Ursicino Martínez (Villabellaco, 1932-Palencia, 2007). Uno de los impulsores de esta senda fue el fallecido presidente de la Diputación, José María Hernández, y este jueves el grupo Muriel le rindió un «sentido» homenaje, inaugurando este políptico de esculturas, que se llama Un árbol para un sueño.

Cuando el pasado 15 de febrero, la ciudad y la provincia de Palencia vivieron consternadas el inesperado fallecimiento de Hernández, los artistas de Muriel pensaron que el mejor reconocimiento que podían rendir a quien tanto apoyó todas sus iniciativas, y especialmente la Senda de Ursi, era instalar una escultura en esta ruta, que tenía ya 40 obras pertenecientes a 21 artistas, una cifra que se había cerrado, pero que se por desgracia se ha vuelto a abrir para albergar esta nueva pieza, que ayer se inauguró con la presencia de los artistas, capitaneados por su presidente, Alberto Rodríguez Lechón; la viuda de Ursi, María Ángeles Fernández; su hija Estilita; la presidenta de la Diputación, Ana Asenjo; el delegado de la Junta, Luis Domingo González; el director general de Juventud, César Burón que representó a la consejera de Familia, Milagros Marcos, que no pudo acudir, como estaba previsto, y numerosos alcaldes de la zona y amigos de Ursi y de José María Hernández. Tampoco asistió la viuda del fallecido político, María Antonia Pardo.

Un árbol para un sueño se ha instalado junto a la iglesia de Villabelaco, en cuyo cementerio adyacente está enterrado Ursi «un brazo del árbol se dirige a Ursi y otro la senda», detalló en un momento el presidente de Muriel. Sobre este mismo lugar, una finca que pertenece a la junta vecinal, se decidió el recorrido de la senda en una reunión a pie de campo en la que estaban presentes José María Hernández, Carlos Fernández Carriedo, Alberto Rodríguez Lechón y el escultor Lorenzo Duque, pocos días después de fallecer Ursicino Martínez.

En otra reunión que se celebró pocos días después de fallecer el presidente de la Diputación se dedició que el mejor homenaje que Muriel rendiría a Hernández es dedicarle una escultura, que esta obra sea colectiva y que se distribuya en forma de árbol, «con materiales que otros desecharían», explicó Alberto Rodríguez, casi todos metálicos. Y así se inauguro la obra, que tiene una altura de 3,5 metros y 3 metros de ancho y un peso de una tonelada.

Los artistas que han participaron en la obra son Felipe Rodríguez Pipe, Miguel Hernández, Isidro López, José Antonio Muñoz Bernardo, Ana Arranz, Victoria Luengo Paris, Robero Labrador Pizarro, Juan Jesús Villaverde, Carlos Mediavilla y Lorenzo Duque. Todos ellos ya tenían otras obras en la senda.

El escultor abulense Juan Jesús Villaverde diseñó la estructura del árbol con unos materiales de un viejo arado que donó un agricultor palentino que quiere mantenerse en el anonimato, según explicó el artista. Cada creador explicó ayer su obra, en la que José María Hernández está continuamente presente, y al que todos ellos se dirigieron con palabras de cariño.

Lorenzo Duque ha creado una cabeza de ternero que simboliza la fuerza de la naturaleza y la del político fallecido. Villaverde ha diseñado una silueta del presidente de la Diputación, donde la luz cala a través de la chapa rasgada y con una forma ondulada por la fuerza del viento que azota esa zona de la Montaña Palentina. Roberto Labrador Pizarro (natural de Quintanaluengos) ha creado una nota música para evocar el «silencio de estos campos de mi tierra, un silendio lleno de sonidos de la naturaleza».

Victoria Luengo Paris ha diseñado un mapa de la provincia de Palencia hendido por huecos en forma de corazón, «porque Chema quería a todos los pueblos». Felipe Rodriguez Pipe ha creado composiciones en forma de círculos para representar «nuestra vida y nuestras amistades», círculos con huecos que son «vacíos y ausencias», en una dedicatoria «a todos nuestros amigos que están ausentes».

Carlos Mediavilla ha creado una pieza más compleja, la única con colores, que simbolizan elementos de la naturaleza como los pájaros y sentimientos humanos como las lágrimas por la muerte de Hernández. Ana Arranz ha concebido dos láminas con las iniciales U y H, en recuerdo de Ursi y del homenajeado, enmarcados en un espacio abierto a toda la senda. Isidro López ha aprovechado una losa funeraria de mármol a la que adherido un ángel «que acompaña a José María». En esa losa aparece escrito el motivo del homenaje: «Un árbol para un sueño es un sentido homenaje a D. José María Hernández Pérez, uno de los mayores impulsores de esta senda. El grupo Muriel y sus artistas te lo agradecen con este gesto».

Los únicos artistas que no estuvieron ayer presentes en el acto fueron Migue Hernández, que ha creado una pieza que evidencia el cariño y respeto a la Montaña Palentina y a José María Hernández, y José Antonio Muñoz Bernardo, cuya obra representa el paso del hombre por la tierra.