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José María Díaz Díaz
Miércoles, 8 de abril 2015, 22:20
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Parece una de esas obras malditas, de las que se enquistan y no hay forma de que acaben. Aunque sobre el papel se trataba de una actuación sencilla, destinada a la renovación de las redes de saneamiento, la mejora del pavimento y el soterramiento de los contenedores, el proyecto de reforma de la calle Alonso Fernández de Madrid se está convirtiendo en un verdadero quebradero para el Ayuntamiento de Palencia. Pero no es el Consistorio el principal perjudicado, sino los vecinos y comerciantes de esta céntrica calle, que llevan sufriendo las incomodidades de esta obra desde el mes de octubre, seis meses ya, cuando la previsión inicial se había fijado en tres meses.
Cansados de aguantar ruidos, polvo, vallas, barro y todo tipo de obstáculos, algunos de los comerciantes de la calle han anunciado que emprenderán acciones legales para reclamar daños y perjuicios al Ayuntamiento, puesto que los tres meses de plazo que se habían establecido se han convertido ya en seis y todo apunta a que seguirán incrementándose, puesto que las obras se encuentran paralizadas otra vez.
El primer parón se produjo a principios de año, cuando la empresa tuvo que parar los trabajos al no poder comprar materiales. La adjudicataria de los trajabos se justificó entonces, entre otras razones, en que no se le estaban pagando a tiempo las actuaciones, con lo que no disponía de fondos para seguir haciendo acopio del material necesario. El Ayuntamiento agilizó algún pago y también la empresa municipal de aguas que financia una parte de las actuaciones.
Se retomaron los trabajos y el Ayuntamiento concedió una ampliación de plazo que expira el 19 de abril. Pero el problema de la falta de materiales ha vuelto a reproducirse y desde la Concejalía de Obras ya no están dispuestos a aceptar más excusas. Por ello, el edil Facundo Pelayo mantuvo un encuentro el pasado 9 de marzo para intentar fijar un calendario de actuaciones, con el fin de garantizar que las obras finalizasen en la fecha prevista. Se llegó a un acuerdo y se estableció una programación de obras, que, finalmente, no se ha cumplido.
Así, el concejal de Obras ha remitido una carta a la empresa en la que les informa de que si las obras no finalizan el 19 de abril no quedará otro remedio, según establece la Ley de Contratos, que abrir un expediente sancionador por demora o proceder a resolver el contrato. El concejal indica que se ha incumplido la programación prevista en el acuerdo del 9 de marzo y que se ha detectado que faltan materiales para proseguir los trabajos. Facundo Pelayo afirma que no se trata de una amenaza, sino de un recordatorio para que agilicen las obras con el fin de que puedan terminar en plazo.
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