Hombres contra niños

Greg Gantt se ha convertido en un gran fichaje para el Quesos Cerrato antes siquiera de pisar el Pabellón Marta Domínguez. Porque el anuncio de la llegada del escolta norteamericano, con vitola de gran tirador, ha coincidido con la mejor versión de sus compañeros en el perímetro palentino. Para muestra, los catorce puntos este viernes de Guillermo Justo y los otros tantos de Quinn McDowell, que sumados a los diez de Jon Cortaberría, hicieron de la línea exterior del Quesos Cerrato una auténtica pesadilla para los imberbes jugadores del Clínicas Rincón. Entre Corts y Sabonis no llegan a juntar ni la mitad de pelos que hay en el mentón de Forcada, por poner un ejemplo. Y si a los 12 de 27 triples anotados, con un acierto del 44% desde la línea de 6,75, se suma la aportación en la pintura de Hampl en uno de sus mejores partidos con el Quesos Cerrato y de Arteaga, que dejó en el banquillo las molestias en el pie, el resultado no puede ser otro que el de paliza, la que le endosó el Quesos Cerrato al Clínicas Rincón (48-77). Fue un partido de hombres contra niños, de realidades contra promesas, de experiencia contra bisoñez, y así, el equipo de Nacho Lezcano retornó a la competición liguera manteniendo en su boca el poso del buen sabor que dejó la clasificación para la final de la Copa Príncipe.

El Quesos Cerrato Palencia pasó por encima de un Clínicas Rincón que, tras una buena puesta en escena, sucumbió ante el poderío de los palentinos. A partir del segundo acto, los palentinos sometieron al equipo dirigido por Francis Tomé, que echó mucho de menos a los ausentes Soluade, Sánchez y Guillén. La diferencia final en valoración deja a las claras la distancia existente entre los dos equipos (41 por 106).

Pese a que los locales lograron marcharse un punto por encima al final del primer cuarto (19-18), en los siguientes diez minutos el Quesos Cerrato logró imponer su supremacía para, con un parcial de 0-10 en el inicio de los segundos diez minutos, marcharse al paso por vestuarios con ventaja clara (29-39).

En el tercer cuarto, el que debía servir a los locales para tratar de acercarse, el Quesos Cerrato volvió a hacer sangre y aumentó su ventaja siete puntos más (40-57). Los últimos diez minutos, con un equipo claramente ganador y otro que se daba por rendido, prácticamente sobraron en el encuentro.

Comenzó el partido vistoso en Carranque con un Clínicas Rincón plagado de bajas, pero que quería competir ante uno de los mejores equipos de la LEB. Lezcano tenía claro que su equipo es muy superior físicamente y la orden era clara, balones interiores a Hampl y Otegui. Sin embargo, los malagueños eran los que dominaban el tempo del partido. Grkovic, base atípico por su altura, le ganaba la partida a Dani Rodríguez, y a partir de ahí construía ataques fluidos que casi siempre acababan en las manos de Karahodzic, jugador habitual ya en Unicaja, que con dos triples seguidos y un mate en contraataque mantenía al Clínicas Rincón por delante en el partido (19-15).

Hampl, que en ataque brillaba pero que tenía problemas con la movilidad de los pívots locales, dejaba paso a Arteaga, quien, con su presencia iba a cambiar la dinámica del partido. Un triple sobre la bocina de McDowell servía para cerrar un primer cuarto igualado (19-18).

En el segundo cuarto salió a relucir la diferencia física entre malagueños y palentinos. Las rotaciones comenzaron a aparecer y ahí salió victorioso Nacho Lezcano. Arteaga parecía un padre jugando ante sus hijos y hacía un destrozo en las dos zonas anotando y sellando su aro.

Las diferencias no se hicieron esperar. Parcial de 0-10 y el Quesos Cerrato tomaba la delantera, que ya no iba a perder (21-28). El Clínicas Rincón era incapaz de acercarse a la zona rival y los triples ya no entraban como en el primer cuarto ante la ausencia de Karadhozic. Además el lanzamiento de tres también empezó a funcionar de la mano de Justo y Cortaberría. Al descanso, el partido estaba encarrilado (29-39).

Tras la reanudación, el equipo palentino fue una apisonadora ante el bisoño equipo malagueño. Tres triples seguidos del Quesos Cerrato, dos de ellos de McDowell, ponían una diferencia que ya se antojaba insalvable para Clínicas Rincón. Al festival exterior de los visitantes se unió Guillermo Justo para poner el 40-57 al final del tercer cuarto.

Con todo decidido, faltaba saber cuál iba ser la diferencia final. De nuevo Justo, con dos triples seguidos, aparecía para poner un +32 para los visitantes (43-75). En el bando local, solo Karahodzic aparecía para capear el temporal con dos triples más. Al final, victoria aplastante del Quesos Cerrato, que vuelve a coger el mando de la clasificación, a la espera de que acabe la jornada. Y falta por llegar Greg Gantt, aviso a navegantes. Como sea un acierto, esto pinta muy bien.